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El príncipe de la pequeña pantalla

A Álex González, uno de los protagonistas de la serie española más vista del año, el fenómeno fan le pilló por sorpresa

Elisabet Sans
El actor Álex González.
El actor Álex González.david vegal (mediaset españa)

A Álex González el fenómeno fan le pilló por sorpresa. “Me costó un poco digerir el boom de la serie porque venía de sitios donde era totalmente anónimo”, explica por teléfono antes de empezar un nuevo día de rodaje de la segunda temporada de El Príncipe. Amante de los viajes, tras la grabación de la primera entrega el actor decidió irse a Estados Unidos y Australia durante siete semanas para mejorar el inglés y asistir a clases de interpretación. Cuenta que regresó a España justo para la emisión del último capítulo. Así que no sabía que la serie se había convertido en la ficción española más vista del año, y que casi 6.300.000 espectadores iban a estar pendientes del desenlace de la historia de amor entre el agente Morey (su personaje) y Fátima (interpretado por Hiba Abouk) en el final de temporada —el capítulo de ficción más visto desde el final de Yo soy Bea,en 2008—.

Este madrileño de 34 años, recién cumplidos, tiene más de una década de carrera a sus espaldas, con proyectos tanto en televisión como en la gran pantalla. Pero El Príncipe le ha señalado como uno de los actores españoles del momento. Aunque él prefiere mostrarse prudente: “En función del proyecto, sobre todo si es de televisión, he vivido épocas en las que se me acercaba más la gente, siempre para decirme cosas agradables. Pero ahora el cambio ha sido grande, salir a hacer la compra puede durar horas. Es algo muy bonito, pero también pasajero; habrá otras series, otras películas y otros actores”, reflexiona. En su memoria guardará siempre que la primera vez que ha vivido el fenómeno fan —aunque a él no le gusta llamarlo así— ha sido a raíz de su papel como un agente secreto del CNI que trata de desarticular una célula yihadista en un barrio de Ceuta. Fue durante la grabación de la primera temporada en la ciudad autónoma. “Una chica corría llorando al lado del coche, no quiero que me malinterpretes… ¡pero de repente me sentí como un beatle!”, dice soltando una carcajada que suena de lo más seductora.

Cuando mira en su pasado reciente, no tiene ninguna duda de que este ha sido su mejor año profesional. “Es un año muy bueno, pero que también se forja de frustraciones anteriores y de sueños no cumplidos”. Y, tras remarcar que para conseguir el papel del agente Morey tuvo que pasar por un casting, deja caer en la conversación la película Alacrán enamorado, de Santiago Zannou. Y su lamento de que después de año y medio de dedicación la cinta no haya tenido mucha repercusión tras su estreno en abril de 2013.

Tras rodar la primera temporada se fue siete semanas a EE UU y Australia

“Quizá no funcionó en taquilla, pero hoy las películas tienen una vida muy larga. Lo importante es que todos acabamos siendo mejores actores. Álex se entregó en cuerpo y alma, y no hay nada más bonito que trabajar con actores que lo dan todo”, asegura Carlos Bardem, compañero de reparto y autor de la novela que dio origen al filme. A él le gusta recordar que allá por 2007, años antes de que se planteara la película, en la dedicatoria de su libro a González le escribió que se mirara la historia de Julián. Seis años más tarde, le ponía rostro al personaje. “Tenía la calidad para interpretarlo, a lo que además se sumaba un físico apropiado porque él boxea de verdad, y que en la película estuviera al nivel de los profesionales era muy importante”, recuerda Bardem. Los dos intérpretes comparten su amor por este deporte —se conocían del gimnasio antes de compartir cuadrilátero en la gran pantalla— y también la preocupación por el medio ambiente. Bardem hace una semana que ha regresado de una expedición polar con Greenpeace por la campaña Salvar el Ártico, a la que González también se ha unido.

Con Miguel Ángel Silvestre, que interpreta a su amigo neonazi en la película (en la vida real son amigos desde hace tiempo; de esos que son los primeros en felicitar al otro cualquier éxito), hoy comparte protagonismo en el exterior de las carpetas de las adolescentes. Los dos, uno con su interpretación de galán en Velvet y el otro con su papel de chico bueno con una doble vida en El Príncipe —y ambos luchando por conseguir a una chica—, han arrancado durante los últimos meses los suspiros de las espectadoras, y por supuesto también de más de un espectador. Incluso José Coronado confesó estar enamorado de Álex González tras compartir proyecto por primera vez.

“Álex es divertidísimo, a mí me hace reír las 24 horas del día”, decía del actor Hiba Abouk en la alfombra roja de la gala Starlite celebrada a principios de agosto en Marbella. Desde el estreno de la serie, ella es una de las más buscadas en los photocalls de cualquier sarao en el que hace acto de presencia. Un ambiente en el que a González se le ve menos, aunque no porque se lo haya propuesto, matiza. “Soy algo tímido y en las alfombras rojas no lo paso muy bien. El ego que debe tener todo actor lo dejo para delante de las cámaras en el rodaje”, dice.

Aunque ha sido su mejor año, le duele la poca repercusión de ‘Alacrán enamorado’

Durante la grabación de El Príncipe las chispas no solo saltaron entre los dos personajes principales de la historia. “La química es real entre nosotros, si no, no se vería en la pantalla”, asegura Hiba Abouk. “Ella tiene algo único”, dice González sobre la actriz. Pero a pesar de que la prensa del papel cuché se empeñó en emparejarlos, según ellos, nada más lejos de la realidad. “Somos primo y prima. Es más, somos hermanos”, zanjó Abouk en la noche solidaria de Antonio Banderas. Y él ratifica esa descripción. Tras la ruptura a finales de año de Álex González con la también actriz Adriana Ugarte (otra de las protagonistas televisivas del año tras el éxito de El tiempo entre costuras), le han adjudicado unas cuantas parejas. Pero él, que se confiesa una persona muy tímida, prefiere hacer oídos sordos y no combatir los rumores.

“Tal y como está el panorama, imagino que habrá vivido el éxito con mucha alegría. Ha hecho un muy buen trabajo, y tienen el deber y el derecho de aprovechar el momento por el que pasa”, dice Carlos Bardem. Pero el protagonista de esta historia por ahora prefiere centrarse en el trabajo presente, y asegura que todavía no tiene proyectos futuros más allá de seguir rodando hasta marzo la segunda —y última— temporada de El Príncipe. Como apasionado viajero, puede ser que el trabajo le lleve fuera de España. Ya ha dejado caer en alguna ocasión que le gustaría hacer teatro o películas en Hollywood y América Latina. Pero por ahora quien cruzará el charco será su personaje, ya que Mediaset ha vendido la serie a una cadena latinoamericana. Quién sabe si en breve este príncipe de la televisión despertará un nuevo fenómeno fan al otro lado del Atlántico.

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Sobre la firma

Elisabet Sans
Responsable del suplemento El Viajero, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en secciones como El País Semanal, el suplemento Revista Sábado y en Gente y Estilo. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Ramón Llull de Barcelona y máster de Periodismo EL PAÍS.

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