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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cotinazo

España es uno de los pocos países en que en lugar de amotinarse la ciudadanía, se amotinan los cargos públicos. Se parapetan tras su sueldo y poltrona del erario

David Trueba

Ayer hablábamos de la chapuza parlamentaria del aforamiento del Rey, pero no sería justo obviar a otros parlamentos del país, que de manera más discreta y menos sincera perturban la normalidad democrática, esa cosa tan complicada de tolerar cuando te afecta a ti. Se quejaba el otro día el líder de Podemos de la obsesión de los periodistas por hacerle siempre las mismas preguntas. Esperemos que no acabe recurriendo al plasma televisivo para poder contestar a esas preguntas que uno sueña que le hagan. Rajoy evita así responder sobre las tramas de corrupción de su partido y poder cantar las cifras de crecimiento en sanidad, educación y dependencia ignorando las cifras reales de los recortes para que nosotros también las ignoremos con él.

Todos tenemos el deseo de que nos hagan las preguntas que soñamos que nos hagan y no las otras, las molestas, las incómodas o las estúpidas. A uno lo que le gustaría es que le preguntaran, oye, ¿y qué tal sigue tu historia de amor con Julia Roberts?, pero en realidad lo que te preguntan es: ¿y cuál es tu opinión sobre la crisis del cine español? O eres sincero y transparente, aunque fastidie, o te queda fingir cuando te llama un periodista y decirle que no eres tú, que eres tu hermano. Este método, que se conoce como el método Cotino después de que recurriera a él en un antológico momento Évole, no está al alcance los hijos únicos, eso es cierto.

Precisamente Juan Cotino nos invita a completar el panorama de nuestros parlamentos. Porque preside el valenciano desde el amotinamiento en el cargo. España es uno de los pocos países en que en lugar de amotinarse la ciudadanía, se amotinan los cargos públicos. Se parapetan tras su sueldo y poltrona del erario y desde ahí se defienden de la realidad como Tony Camonte se defendía del acoso policial al final de Scarface. Cotino lleva ya cinco parlamentarios de la oposición suspendidos y expulsados, así que hemos tenido suerte de que no sea árbitro en el Mundial porque dejaría al equipo de casa sin rival con el que jugar. Por suerte solo arbitra esa bobada sin importancia llamada democracia española. Al menos así deben considerar a nuestro sistema quienes le sostienen en el cargo.

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