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VICTORIA ABRIL Actriz en la serie ‘Sin identidad’

“No he vuelto porque no me llamaban”

La actriz afincada en París regresa a la ficción televisiva española después de 24 años

Victoria Abril: "La serie me está dando una vidilla...".
Victoria Abril: "La serie me está dando una vidilla...".LUIS SEVILLANO

La otrora musa de Pedro Almodóvar y Vicente Aranda, entre decenas de directores, vuelve a la ficción española 24 años después de su última serie nacional. Victoria Abril (Madrid, 1959) se une así al elenco de actrices que han encontrado en la televisión una vía de escape frente a la precaria situación de la industria cinematográfica. Sin identidad, un thriller de Atresmedia sobre niños robados, arrancó el martes con 4.931.000 espectadores (25, 7% de cuota de pantalla), convirtiéndose en el estreno más visto del año.

Pregunta. ¿Qué le atrajo de este proyecto?

Respuesta. El tema. Antes de leer los guiones que me mandaron dije que sí. Y cuando los leí dije: firmamos. Tenía muchas ganas de volver a rodar en España.

P. ¿Por qué no había vuelto?

R.Porque no me llamaban.

P.¿Echaba de menos trabajar en España?

R. Claro. Me siento muy a gusto en mi país. A Francia me fui por amor y al final tengo a más gente allí que aquí, pero me encanta estar de vuelta.

P. ¿Cómo ha sido su regreso a la televisión?

R. De vértigo. Es todo rapidísimo. Hay días en los que grabamos con tres directores. Te levantas con 25 años, embarazada y en la escena siguiente tienes 50 y eres alcohólica. Las secuencias se graban en una o dos tomas y casi no hay tiempo para prepararse. Pero me está dando una vidilla...

P. ¿Nota mucha diferencia entre el cine y la televisión?

R. En cine tienes más tiempo para preparar los personajes. Pero el ritmo de la televisión no aburre nunca. Te ve mucha más gente. En el cine cuesta mucho llenar una sala.

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P. ¿Cómo definiría a la Fernanda?

R. Es el personaje más entrañable que he hecho en mi vida. Es como la Chelo —de El Lute— pero 10 veces más espeluznante. Lo tiene todo. Es huérfana, hija de republicanos asesinados. Nace en la cárcel de Jaén, donde estaban todos los rojos. De ahí pasa de hospicio en hospicio hasta que sale a la calle y no tiene más remedio que hacerse prostituta. Un proxeneta la deja embarazada y en esa época las mujeres no tenían los derechos que ahora nos quieren quitar. Entonces el aborto no estaba permitido, así que da al bebé en adopción. Es analfabeta e inculta. Pero por encima de todo es madre. Una madre robada. Un fruto negro de la España más negra.

P. ¿Cómo ha preparado el personaje?

R. Tengo la sensación de haber trabajado los últimos 40 años para hacer el papel de la Fernanda. Tiene características de todos los personajes que he interpretado: el acento de la Chelo de El Lute, Menchu de Si te dicen que caí, Gloria de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto y Dorita de Tiempo de silencio.

P. ¿Ha hablado con alguna madre robada?

R. Todas las de cuarenta y más conocemos algún caso de niños robados. No era una historia que me resultara ajena.

P. ¿Cómo ha sido el trabajo con sus hijas [Verónica Sánchez y Megan Montaner]?

R. Son un encanto. Y buenísimas actrices. Con Verónica he trabajado más porque teníamos que homogeneizar los acentos. Ella es de Sevilla, yo de Málaga y se supone que vivimos en Jaén. Pero ella habla de forma más moderna y yo meto palabras de la época. Díceselo tú es lo más fino que te puede soltar la Fernanda.

P. ¿Cuál ha sido el momento más difícil de su carrera?

R. Cuando cumplí los 40. Estás muy vieja para hacer de joven y muy joven para hacer de vieja. Dejaron de llamarme. Pero me dije si no me llaman, me llamo yo. Y empecé con la música, que me encanta. Hice dos álbumes y dos giras. El contacto tan directo con el público es una sensación única.

P. ¿Le gusta trabajar con directores noveles?

R. Me encanta trabajar con las nuevas generaciones. No es cierto eso de que soy cara e inaccesible. Que me escriban y responderé. Me adapto a las condiciones.

P. ¿Se plantearía trabajar gratis si le gustara el proyecto?

R.Cuando empecé en el cine lo hacíamos todo por cooperativas. Vi muy poco dinero en aquella época, pero daba igual.

P. ¿Cómo ve la situación actual del cine español?

R. Hay mucha creatividad y muchas ganas de contar historias, pero la subida del IVA lo hace más difícil. Es muy caro. Éxitos como Ocho apellidos vascos sirven para demostrar al ministro [Wert] que a la gente le interesa el cine. Hace 40 años ya estábamos en crisis. Hemos pasado crisis de todos los colores y de todas hemos salido. De esta también. Lo único que hace falta es un boli y un papel. Si la historia es buena, ya buscaremos cómo rodarla. Lo importante es seguir haciendo películas.

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