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Michael Jackson debe 225 millones

El cantante lucha por la supervivencia financiera mientras espera la sentencia del juicio

Mientras Michael Jackson espera en su rancho de Neverland el veredicto del jurado sobre los 10 cargos que pesan sobre él, relacionados todos con un menor de 13 años y entre los que se incluyen unos presuntos abusos, el cantante tiene que resolver otro grave problema: el estado de sus finanzas. Según publicaba el miércoles The Wall Street Journal, su deuda asciende a 270 millones de dólares (unos 225 millones de euros). La incógnita sobre la sentencia mantiene a 1.500 periodistas y cientos de fans desde el pasado viernes frente a los juzgados de Santa María, California, a la espera de conocer la decisión, que ha de ser por unanimidad, de los 12 miembros de jurado sobre los 10 cargos.

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Durante el juicio surgió también el tema financiero. El contable John Duross O'Brian declaró que el cantante gastaba "20 o 30 millones de dólares más" de los que ganaba al año. El asistente del fiscal Gordon Auchincloss elevó la cifra de la deuda hasta los 450 millones, acusando al cantante de ser un spendaholic (adicto al gasto) y criticándole por tener "un presupuesto de millonario para hábitos de gastos de multimillonario".

Para el resto de los mortales, las diferencias entre ser una u otra cosa podrían parecer matices de mal gusto. Pero lo cierto es que el ritmo de vida de Michael Jackson, de 46 años, que gasta un 1,5 millones de dólares al mes sólo en el mantenimiento de su excéntrico rancho Neverland, donde habitan decenas de animales exóticos y empleados, le está hundiendo económicamente.

El cantante que llegó a ser en los años ochenta uno de los artistas más ricos de Estados Unidos se enfrenta hoy a un difícil dilema: vender, o no, su 50% de participación en el catálogo discográfico de Sony/ATV Music Publishing, que incluye más de 250 títulos de los Beatles y Elvis Presley, entre otros, y está valorado en más 450 millones de dólares.

El dinero vuela

Ése es hoy su mayor activo, unido a Mijac Music, la empresa propietaria de sus canciones, que siguen siendo una gran fuente de ingresos (su disco Thriller figura en el número dos de los más vendidos de la historia).

El codiciado catálogo que hoy comparte con Sony le costó 47 millones de dólares en 1985 y una década más tarde le vendió la mitad a esa discográfica por 150 millones. La maniobra coincidió con su declive profesional, lo que le permitió superarlo económicamente.

Pero en las manos de Jackson el dinero vuela. Y una vez más, los derechos sobre composiciones tan lucrativas como Let it be o Yesterday fueron utilizados como aval para solicitar los préstamos que ahora le estrangulan.

La cifra oficial de su deuda se dio a conocer el pasado mes de abril cuando el Bank of America anunció que, ante la falta de liquidez del artista para cumplir con los plazos del pago de los 270 millones de dólares que le habría prestado, el fondo de inversión Fortress había decidido comprar la deuda.

Según The Wall Street Journal, dichos fondos de inversión habría ampliado la fecha límite para recuperar el dinero hasta el año 2006, y habría ampliado también su crédito.

De ser cierto, el cantante tendría ahora algún margen de maniobra puesto que su falta de liquidez habría llegado a ser tan grave que este año, por ejemplo, habría tenido dificultades hasta para pagar el recibo de la luz. De ahí que sus variopintos consejeros traten de convencerle desde hace meses para que venda al menos un pequeño porcentaje del catálogo de Sony, al que el artista se aferra con devoción. Los Beatles son uno de sus grupos favoritos y no quiere deshacerse de tan preciada y nostálgica posesión, alegando además que cuanto más tiempo pase, mayor será el precio sobre los derechos de las canciones.

Liquidez

Sin embargo, a Jackson le ahogan también las deudas generadas por el juicio, que podría llegarle a costar 10 millones de dólares. Necesita dinero y el fuerte interés que despierta ese jugoso catálogo podría ser su salvación.

Desde el ex beatle Paul McCartney hasta Goldman Sachs Group han expresado interés en comprarlo. Sin embargo, algunos de sus amigos cercanos defienden su posición frente al tema. "Es una injusticia que tenga que vender. Michael tiene un problema de liquidez porque no ha estado trabajando y está en un juicio pero sus propiedades valen mucho más que su deuda", ha declarado el reverendo Jesse Jackson en declaraciones a The Wall Street Journal.

La incógnita se resolverá tras el veredicto del jurado: si es declarado culpable, los analistas auguran que tendrá que decirle adiós a sus canciones. Y a todo lo demás.

Michael Jackson, en Santa María, el pasado día 2.
Michael Jackson, en Santa María, el pasado día 2.ASSOCIATED PRESS
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