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Buenafuente convence sin vencer

El retorno del ‘showman’ a Antena 3 fue el tercer programa más visto en su franja

Gregorio Belinchón
Andreu Buenafuente y Berto Romero, en un momento del primer 'Buenas noches y Buenafuente'.
Andreu Buenafuente y Berto Romero, en un momento del primer 'Buenas noches y Buenafuente'.JOSÉ IRÚN

Sonaba a reunión de amigos, a algo conocido, a que no habían pasado ocho meses desde que Berto y él dejaron de aparecer juntos en la pequeña pantalla. El reencuentro, sin embargo, tiene su plus de peligrosidad: todo desembarco en prime time tiene un riesgo, y por ahí se lo tomó Andreu Buenafuente: el domingo su programa empezaba con un vídeo con claras referencias a Salvar al soldado Ryan. Buenafuente ha vuelto a Antena 3, la cadena con la que saltó a la programación nacional en 2005 tras convertirse en la estrella de TV-3, pero en esta ocasión al horario estrella de las diez de la noche, en domingo, donde tiene que pegarse con duros rivales. Por ahora va piano piano: obtuvo un 14% de share y 2.829.000 seguidores, lejos de la película de TVE-1, Un pequeño cambio, una jenniferanistonada que logró 3.545.000 espectadores de media y un 17,7%, y de la inagotable Aída en Telecinco (16,3% de share y 3.364.000 de telespectadores). Dicho lo cual, ha elevado cinco puntos la media de Antena 3, que los domingos languidecía con cine y shares de 9%.

¿Y el contenido? Monólogo inicial marca de la casa —aunque podía haber hecho más sangre con el elefantegate— y la mezcla habitual de Buenafuente —esta vez desperillado— de humor, sketches, música en directo e invitados inspiradores de bonhomía. Las entrevistas nunca han sido el fuerte de Buenafuente, y en su estreno le salvó que Ferran Adrià y Juan Mari Arzak venían con ganas de jarana —completaba el terceto de cocineros estrellas Karlos Arguiñano, extrañamente parco o tal vez sobrepasado por los otros dos—. Al trío se le vio perfectamente engrasado como para saltar de la cocina al humor sin muchos problemas. En cambio, Ewan McGregor dio lo que dio: en el chorreo de entrevistas que concedía a la prensa europea en Londres, que entraran tres cómicos españoles a preguntarle por su estreno y por su afición por los desnudos frontales en el cine no le inmutó mucho. Sin quererlo —aparentemente—, Buenafuente creó un sketch sobre la desalentadora situación actual del periodismo de espectáculos.

Del resto, mucha irregularidad, hecho que suele pasar en los programa iniciales del showman, experto en poner a punto a posteriori, en plena carrera, la maquinaria. Buenas noches y Buenafuente recupera el lado más salvaje —y atractivo— de Corbacho, brutal como el hijo del pulpo Paul adivinando en una piscina el ganador de la Liga... ¿Volverá a aquellas actuaciones que parecían sulfurar a Buenafuente en TV-3, que ponía los ojos en blanco mientras un Corbacho vestido de gamba preparaba una paella con fuego real debajo de sus pies literalmente? Que regrese ese Corbacho promete grandes noches de gloria para el humor cafre. En cuanto a la otra estrella, Berto Romero, fue sobrado, desde su arranque preocupado porque Buenafuente saliera en calzoncillos a su delirante canción disfrazado de Lady Gaga-pollo asado. Y sin inmutarse.

Entre las muchas virtudes de Buenafuente está su falta de ego: siempre ha sabido rodearse de grandes humoristas, a los que deja disfrutar de su momento de gloria, manteniéndose él mientras en un segundo plano. En todos sus trabajos ha habido coestrellas (la cantera El Terrat-Buenafuente parece inagotable)... y sin embargo, su apellido siempre ha estado presente en los nombres de sus programas. Probablemente porque así queda claro su estilo: humor con cierta sorna política y futbolera, actuaciones musicales cariñosas, miles de neoamigos de promoción y sketches amables. Te ríes pero no se te atraganta la cena. Justo un límite que sí se salta su compañero de productora Jordi Évole, que en La Sexta a esas horas emite Salvados, reporterismo de intención con ganas de meter sal en heridas recientes.

¿Servirá todo lo anterior para convencer al público del prime time del domingo? ¿Y funcionará dentro de una cadena como Antena 3? Difícil respuesta que irá desvelándose las próximas semanas, que nos dará la verdadera medida del espectador medio de televisión: Buenafuente propone entretenimiento inteligente; otra cosa es si la España televisiva lo acepta. Buenas noches y Buenafuente ya ha salido de boxes y el piloto Andreu sabe aumentar las revoluciones de su motor cómico y apurar en las curvas.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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