La producción escénica incorpora saludables puntos de vista más actuales, pero que no se tiene en cuenta que la ópera no se ha visto nunca en Madrid, y que bautizarse con esta versión altamente desnatada amputa altos grados de sentimientos
El compositor posee una gramática musical refinadísima y una retórica quizá más conservadora, pero se ha ganado un territorio propio que le permite realizar obras de gran personalidad y de no poco atractivo sonoro
Magrané perfila unos tipos musicales que combinan el lenguaje contemporáneo con toda una estrategia de referentes “a la antigua” que funcionan magníficamente
El logro artístico que propone Sasha Waltz sale vencedor en su arriesgada apuesta, sin olvidar la calidad máxima del cuerpo de artistas de primer orden
El género chico fue definido por un público, una época y unos anhelos que no volverán. La nueva producción se adentra en el sainete de Bárcenas y los líos del Partido Popular
Es mérito de Echanove contar la historia sin deslocalizaciones absurdas, en donde se dan la mano la citada referencia goyesca con momentos corales a lo Valle Inclán
La producción tiene como puntos fuertes un reparto soberbio; los segundos papeles, con cantantes españoles, se aplican con el difícil idioma ruso y cantan con solvencia y convicción
El conjunto sigue sonando igual de bien a la vez que mantiene su compromiso con el repertorio contemporáneo de riesgo, algo a lo que no es ajena la personalidad de su director, Joan Cerveró
En pleno siglo XXI ya bien mordido, esta ópera se defiende desde una conexión casi automática con un público que no tiene que saber por qué todo funciona prodigiosamente, pero que lo hace
De los conciertos que ofrece el compositor, este año residente del CNDM, el de este lunes, por Klangforum en el Auditorio 400, dejó ver al Sotelo más abstracto
El brío de la prodigiosa agrupación joven, formada por el violinista madrileño Pablo Hernán Benedí, el violonchelista armenio Edvard Pogossian y el pianista inglés Erden Misirlioglu, da rienda suelta al vigor de las composiciones de Shostakovich
Que el Trío Arbós, clásico de violín, violonchelo y piano, alcance la edad artística de 25 años en nuestro país, pese a nacer con una vocación multiestilística, merece más que un aplauso