La lenta modernización de una sociedad rural

El segundo volumen de la colección La Mirada del Tiempo, que mañana ofrece EL PAÍS por 9,95 euros al comprar el diario, muestra fotográficamente la lenta modernización de una España rural, un proceso de transformación que será cruelmente interrumpido por la Guerra Civil. El subdesarrollo del campo, los primeros vehículos de motor, los emergentes altos hornos, la instalación de la red telefónica, el tardío derecho al voto de la mujer, las fiestas elitistas y populares...; un volumen esencial para conocer las primeras décadas del siglo XX, con un prólogo de la escritora Clara Sánchez.

Para el historiador Juan Eslava Galán, autor de los comentarios que se incluyen en los volúmenes de la colección, "el fotógrafo es un notario fiel e involuntario que capta a menudo mucho más de lo que piensa. Observando las fotografías del siglo XX se comprenden muchas cosas, pero especialmente la intrahistoria de la España reciente. Al principio es la vida menuda y esperanzada de los españoles que progresan en tres generaciones más de lo que lo habían hecho las 30 precedentes. Después nos topamos con el dramático parón de la Guerra Civil y el retraso de la posguerra con sus falsos oropeles que apenas ocultan el hambre y el miedo. A través de esas imágenes se adivina que la guerra no sólo la perdieron los del bando vencido: también muchos partidarios de Franco, los que se vieron obligados a vivir, durante lustros, en un Estado policial y cuartelero, los que tuvieron que fingir devociones religiosas que no sentían y un patriotismo acendrado que les prometía imperios mientras ellos pasaban hambre y frío. Los años del miedo".

"La fotografía, inestimable ciencia auxiliar de la historia, en la que casi nunca caben interpretaciones divergentes", añade Eslava Galán, "nos muestra la distancia brutal existente entre el campo y la ciudad, el esfuerzo cotidiano por la supervivencia de los humildes, la vida amable de los poderosos, el claroscuro de los años cuarenta, cuando el ciudadano se refugia en la copla y el cine, con sus palacios y sus historias de amor, para vivir vicariamente vidas más felices que la suya, mientras escucha cada noche las noticias o el parte en la radio, que comienzan con un toque de clarín, lo natural en el cuartel llamado España".