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La canción que más suena en Italia y quiere conquistar Europa con Eurovisión 2017

El representante italiano, Francesco Gabbani, es uno de los favoritos para alzarse con el triunfo

Francesco Gabbani, representante italiano en Eurovisión, durante su actuación en la primera semifinal del certamen.
Francesco Gabbani, representante italiano en Eurovisión, durante su actuación en la primera semifinal del certamen.SERGEI SUPINSKY (AFP)

Occidentali's Karma, el tema de Eurovisión del representante italiano Francesco Gabbani, es la canción que más suena en Italia desde hace meses y está dispuesta a conquistar el éxito en toda Europa. Fue la ganadora el pasado mes de febrero del festival de San Remo y representa una excepción porque los temas vencedores del concurso solían tener una vida efímera y una fama bastante modesta.

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No es el caso de Occidentali's Karma, una historia de ritmo pegadizo y letra sofisticada que critica, en clave de humor, la interpretación que la cultura occidental hace de la oriental, y se burla de la falsa espiritualidad y de las personas "adictas a los selfies". Desde hace meses, no deja de escucharse en las radios italianas y de sonar en bares, discotecas y tiendas del país. Su seña de identidad es la mona desnuda que acompaña al cantante sobre el escenario y que se inspira en el libro El mono desnudo, de Desmond Morris, para abordar la evolución humana y el instinto animal.

La mona y la constante sonrisa del cantante, que también toca la guitarra, son los protagonistas de un videoclip, rodado con una estética budista, que lleva varios meses saboreando el éxito, con más de 112 millones de visualizaciones. Gabbani sabe que su triunfo no puede entenderse sin el baile del animal, pero reconocía en una entrevista en TGCOM24 que, cuando termine el festival, quiere aparcarla para poder expresar todo lo que es él, "independientemente de la mona".

Italia no estaba acostumbrada a estar entre los favoritos de Eurovisión, un festival que se le resiste desde hace más de 25 años y que solo ha ganado en dos ocasiones: en 1964 con Gigliola Cinquetti y en 1990 con Toto Cutugno. Los medios italianos ya celebran el éxito de Gabbani y siempre esperaron de él un buen resultado, después de haber logrado la atención internacional y de ser identificado desde el comienzo de la carrera eurovisiva como el gran favorito. Para el diario Il Fatto Quotidiano, el secreto de la fama del tema es que Italia presenta "una canción alegre", algo que podría servir como "un arma para conquistar al público de un evento se ha caracterizado por un exceso de pop mediocre".

La vida de Gabbani (Carrara, 1982) siempre estuvo ligada a la música, porque sus padres eran propietarios de una tienda de instrumentos musicales. Con cuatro años ya tocaba la batería, cuenta su página web, con 9 empezó a estudiar guitarra y durante su adolescencia experimentó con distintos instrumentos y estilos musicales. Con 18 años firmó su primer contrato discográfico con un álbum con otros dos intérpretes, y en 2010 decidió seguir su carrera en solitario.

Se decantó más por escribir canciones que por interpretarlas y a punto estuvo de dejar los escenarios. No lo hizo gracias al festival de San Remo, el evento que mejor recuerdos le trae, porque además de premiar su canción este año, también galardonó su tema Amen el año pasado, en la categoría de canciones debutantes. Desde entonces, sus temas, y el de Eurovisión en particular, llevan meses en las listas de éxitos italianas y Gabbani se convenció de que trabajar para la música es lo que mejor sabe hacer.

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