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Un Oteiza desconocido protagoniza el festival documental Punto de Vista

La edición de 2017 incluye 'superochos' grabados por el escultor y películas inspiradas en él

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Un cineasta que no rodó ninguna película, que huyó de la cámara por ser el cine un oficio forzosamente colectivo, que torcía en el resultado final la intención del creador. Él, el escultor Jorge Oteiza (Orio, 1908 - San Sebastián, 2003), es el protagonista de la edición XI del festival de cine documental Punto de Vista, que se celebrará en Pamplona del 6 al 11 de marzo y donde se exhibirán un cortometraje en formato superocho de su factura y obras inspiradas en él de otros directores.

Jorge Oteiza con la cámara.
Jorge Oteiza con la cámara.

"Cuando avance técnicamente el cine, ¡que me avisen!", solía decir Oteiza, empeñado en llevar a cabo los proyectos solo. Pero aunque no llegara a rodarlos, sí dejó en papel notas y guiones, todas las ideas que concibió para trasladar a la pantalla. El escultor que aspiró a modelar el vacío, después de haber ganado el premio internacional de su disciplina en la Bienal de São Paulo de 1957, decidió abandonar su carrera en 1963 cuando creyó que ya no tenía nada que aportar al campo. Entonces, y con las mismas premisas con las que esculpía, trató de dedicarse a la poesía y al cine. Su primer intento de filme, según él lo describe, fue su última pieza: Acteón. Así tituló también un guion que llevó al cine Jorge Grau pero cuyo resultado enfadó tanto a Oteiza que solicitó que retiraran su nombre de los créditos.

El festival dedicará varias sesiones a Oteiza. La primera incluye ocho títulos de cortometrajes de realizadores españoles inspirados de una u otra forma por su figura, su legado y su obra. (Paisaje desocupado, de Juan Carlos Quindós; Harriaren Erresistentzia, de Guillermo Zuaznabar; Siete vigías y una torre, de Manuel Asín; A la sombra de Perkain, de Fernando Pagola; Soroa, de Asier Altuna; La casa vacía, de Jesús Palacios y Oteiza: Apóstoles y reclusos, de Itziar Añibarro). En la siguiente se expondrán secuencias recogidas por él y grabaciones sonoras con preceptos propios sobre el cine y hasta con Oteiza cantando en euskera Iru garbean, una canción escrita por él mismo a la que luego puso música la banda Oskarbi. Urbia, la película de Jorge Oteiza, dura algo más de ocho minutos y data de 1960.

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