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La película alemana ‘Toni Erdmann’ arrasa en los premios del cine europeo

La comedia llena de amargura de Maren Ade se alza con los cinco galardones a los que optaba

Rocío García
La directora alemana Maren, con el premio a mejor director europeo, en la gala celebrada en Wroclaw.
La directora alemana Maren, con el premio a mejor director europeo, en la gala celebrada en Wroclaw.Maciej Kulczynski (PAP)

Si la noche se presentaba abierta y con alguna incertidumbre, esta desapareció bien pronto. El arrollador triunfo de la cinta alemana Toni Erdmann, una comedia llena de amargura dirigida por Maren Ade, fue rotundo desde el primer momento. La Academia de Cine Europeo, que preside Win Wenders, se rindió ante esta película que narra la exótica lucha de un padre por recuperar a su hija, una agresiva ejecutiva de una gran empresa que no encuentra su camino en la vida. La cinta alemana hizo pleno, dejando sin ninguna opción a sus rivales, al alzarse con los cinco premios a los que era candidata: película, dirección, guion, mejor actor, Peter Simonischek; y actriz, Sandra Hüller. La gala de la 29º edición de los premios de cine europeo, celebrada en la ciudad polaca de Wroclaw, fue todo un grito de amor al cine y también un grito a favor de una Europa unida y fuerte.

Palmarés

Película: Toni Erdmann (Alemania)

Director: Maren Ade (Toni Erdmann)

Guionista: Maren Ade (Toni Erdman)

Actor: Peter Simonischek (Toni Erdmann)

Actriz: Sandra Hüller (Toni Erdmann)

Comedia: A man called Ove, de Hannes Holm (Suecia y Noruega)

Documental: Fuego en el mar (Italia)

Película de animación: Ma vie de courgette (Francia y Suiza)

Premio revelación Discovery: The happiest day in the life of Olli Mäki, de Juho Kuosmanen (Finlandia)

Cortometraje: 9 days, from my window in Alepo (Países Bajos)

Premios técnicos otorgados por el jurado

Fotografía: Camilla Hjelm Knudsen (Land of Mine)

Música: Ilya Demutsky (El estudiante)

Montaje: Anne Osterud & Janus Billeskov Jansen (La comuna)

Dirección artística: Alice Normington (Las sufragistas)

Vestuario: Stefanie Bieker (Land of Mine)

Maquillaje y peluquería: Barbara Kreuzer (Land of Mine)

Diseño de sonido: Radoslaw Ochnio (11 minutes)

El título de Toni Erdmann se oyó muchas veces a lo largo de la ceremonia. El primer premio de la noche fue ya para Maren Ade como guionista de esta historia macabra pero llena de humor. Al recoger los galardones a la mejor dirección y guion, Ade, nacida en Karlsruhe (Alemania) hace 40 años, repartió sus recuerdos entre su padre por su manera especial de enfrentarse al humor y el equipo de su película, que tiene previsto su estreno en España el 20 de enero.

Toni Erdmann, premio de Lux del Parlamento Europeo, fue uno de los filmes favoritos del último Festival de Cine de Cannes, de donde salió reforzado por la crítica especializada, que le otorgó el Fipresci 2016. Con cinco candidaturas, el tercer largometraje de Ade, era la producción que contaba con mayor número de opciones a premio, frente a los cuatro de Julieta, de Pedro Almodóvar; Yo Daniel Blake, de Ken Loach, y la francesa Ellen, de Paul Verhoeven. Con dos nominaciones llegaron a esta final Los exámenes, del rumano Cristian Mungiu, y la irlandesa La habitación, dirigida por Lenny Abrahamson. Ninguna de estas películas rascó ni un mísero premio oficial.

El cine español se fue de vacío. Ni Almodóvar, candidato a película, director, y actrices para Emma Suárez y Adriana Ugarte, ni Javier Cámara, que optaba a mejor actor por Truman, consiguieron ningún premio. Tampoco tuvieron suerte la película de animación española Psiconautas, los niños olvidados, escrita y dirigida por Alberto Vázquez y Pedro Rivero, cuyo premio fue para la producción franco-suiza Ma vie de courgette, de Claude Barras, y los cortometrajes El adiós, de Clara Roquet, y Tout le monde aime le bord de la mer, de Keina Espiñeira. El cineasta manchego, presente en la gala, fue, sin embargo, uno de los más reclamados en el auditorio y en la alfombra roja, que recorrió acompañado de su hermano Agustín y la actriz Adriana Ugarte, vestida de amarillo intenso.

No hubo sorpresas en el galardón a mejor documental, que fue a la producción italiana Fuego en el mar, Oso de Oro en el último Festival de Cine de Berlín, y que es un pavoroso retrato de la desesperación de los emigrantes que llegan a la isla de Lampedusa, dirigido por Gioanfranco Rosi. El premio a la mejor comedia fue para la producción de Suecia y Noruega A man called Ove, dirigida por Hannes Holm.

La gala, pesada y larga (más de tres horas de duración), comenzó en un tono muy político, con un recuerdo del drama de los refugiados que buscan nueva vida en Europa, un reconocimiento de la ciudad de Wroclaw como espejo de la reconciliación entre Polonia y Alemania, tras la Segunda Guerra Mundial, y el despliegue de una gran bandera de Europa en el escenario, para derivar luego en una fiesta de celebración del cine continental, aunque fue evidente la ausencia de rostros conocidos y pesos pesados de la cinematografía europea. Momentos especiales se vivieron con los dos premios honoríficos de esta 29ª edición, que recogieron el actor irlandés Pierce Brosnan, conocido por encarnar al célebre James Bond, y el veterano guionista y colaborador de Luis Buñuel, el francés Jean-Claude Carrière, recibidos ambos con una gran ovación y el auditorio puesto en pie.

Con lágrimas en los ojos, Brosnan reconoció que estaba viviendo una de las noches más bonitas de su vida y que el premio de la Academia Europea era una demostración de que no se equivocó al elegir el oficio de actor. Recordó a sus profesores y colegas, también a su actual esposa, para terminar asegurando que “un actor nunca se puede dar por vencido”. A sus 85 años, Carrière, que recogió su premio de manos de la actriz española Ángela Molina, dio las gracias a todos los directores con los que había trabajado porque, aseguró, “un guionista no es nada sin el director”. “Todos ellos me dieron algo para mi trabajo, un guion no es nada más que la primera imagen del filme”, añadió el autor de Belle de jour, El discreto encanto de la burguesía y Ese oscuro objeto del deseo, entre otros. Finalizó el discurso dirigiéndose a Almodóvar, sentado en la segunda fila del auditorio. “Es un gran amigo mío, pero todavía no he trabajado con él. Toma nota”, le advirtió cariñoso.

Emotivo fue también el recuerdo que Win Wenders, presidente de la Academia de Cine Europeo, brindó al cineasta polaco Andrzej Wajda, fallecido en octubre pasado. ”¿Qué vamos a hacer sin ti?, te prometo, Andrezj, que siempre recordaremos tu legado, tu valentía y tu honor”, clamó emocionado Wenders. De nuevo, al igual que en la edición del pasado año en Berlín, hubo también en Wroclaw un recuerdo para el cineasta ucraniano Oleg Sentsov, acusado de terrorismo y condenado por la justicia rusa a 20 años de prisión, para el que se pidió su inmediata liberación.

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