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Las reglas vuelven a cambiar en ‘The Affair’ en su tercer acto

Movistar Series estrena la tercera temporada de una ficción que juega con los puntos de vista de los personajes

Irène Jacob y Dominic West, en la tercera temporada de 'The Affair'.
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Llega la tercera temporada de The Affair y la serie plantea un nuevo interrogante: ¿quién quiere acabar con Noah Solloway? Quien haya seguido las dos entregas anteriores de este drama televisivo centrado en una relación adúltera contada desde diferentes puntos de vista sabrá que son muchos quienes se la tienen jurada al personaje que interpreta Dominic West en la ficción creada por Hagai Levi y Sarah Treem. Una esposa burlada como Helen (interpretada por Maura Tierney), una amante dolida como Alison (Ruth Wilson), un marido despechado como Cole (Joshua Jackson), que además ha perdido a su hermano en un atropello del que se acusa a Noah... Una lista que suma y sigue con más personajes para la nueva temporada, que Movistar Series estrena esta noche (23.30) en versión original subtitulada —la versión dual se emitirá a partir del 30 de noviembre—. Por ejemplo, Irène Jacob interpreta a la actual amante de Noah, y Brendan Fraser a su enigmático carcelero. “Esta temporada entramos en un territorio completamente nuevo, inexplorado y que nunca fue parte del plan inicial”, dice Jackson a EL PAÍS.

Supone un nuevo comienzo para los seguidores de un programa que hace un año vieron cómo muchos cabos sueltos quedaban atados al final de la segunda entrega. Y un buen punto de partida para quien se quiera sumar a este puzle de pasiones que Vanity Fairha descrito como la mejor y la peor serie actual: la mejor por los distintos puntos de vista desde los que está contada la historia de la aventura amorosa entre un escritor y una camarera, ambos casados, y las consecuencias de sus acciones; y la peor por el odio general que Noah despierta en los espectadores.

Maura Tierney, en 'The Affair'.
Maura Tierney, en 'The Affair'.

“Yo no tengo tantos problemas con este personaje como me dicen muchas mujeres. Es cierto que desde el principio es quien desencadena todo, pero yo estoy con él, por tener el coraje de tomar una decisión y apechugar con ella. Yo estoy a favor del affaire”, opina Tierney —la persona, no su personaje—.

En su primera temporada, la serie sorprendió mostrando la historia de amor desde dos miradas: la de Noah y la de Alison. La segunda amplió su visión con los puntos de vista de Helen y Cole. En esta tercera, las reglas vuelven a cambiar: arranca con un episodio completo contado desde la perspectiva de Noah, mientras el segundo mezcla los de Alison y Helen. “Es lo que más nos atrae a todos, la tridimensionalidad de una historia en la que nunca sabes cuál es la verdad objetiva”, explica Wilson.

La única verdad en esta entrega es que todos los personajes no estarán tan estrechamente ligados como en las anteriores, al menos al comienzo. “En eso racanean mucho; ni tenemos tiempo para preparar el guion, ni nos enseñan el trabajo casi hasta que lo emiten”, comenta Jackson, cuando ya llevan rodados cuatro episodios.

La trama de la tercera entrega arranca tres años después del sorprendente final de la anterior. Todos están intentando rehacer sus vidas. “Helen tiene una nueva pareja y mucho sentimiento de culpa”, adelanta Tierney. Alison ha sufrido una crisis nerviosa y está intentando recuperar la custodia de la hija que dejó con Cole y su nueva esposa. “Solo me ves feliz en los ojos de otro, nunca en los míos”, indica Wilson.

El más optimista de todos, al menos por el momento, es Cole. “Ha pasado página y se permite ser feliz, disfrutar de su nueva relación”, resume Joshua Jackson.

Escenas incómodas

Si algo está garantizado en The Affair es el sexo. "Dicen que esta temporada hay menos, pero tocamos a una o dos escenas por episodio así que los espectadores no tienen de qué preocuparse", comparte Wilson con humor. Se lo tiene que tomar así. No importa que sea la tercera temporada, la situación sigue siendo incómoda, rodeados de 30 personas haciendo su trabajo mientras los actores pretenden llegar al orgasmo. "Siempre le pido al asistente de dirección que no programe ninguna escena así después de comer. ¡He visto a Dominic meter tripa tantas veces!", se ríe la actriz. Ella se siente como la muñeca Barbie con los parches que le dan para que se cubra las partes pudendas. "Unos adhesivos del color de la piel para los pezones y el pubis con los que parezco la Barbie. Y Dominic, el muñeco Kent", resume.

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