_
_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Velvet’ recupera el pulso (antes de morir)

Tras una tercera temporada dispersa, el comienzo de la cuarta entrega vuelve a enganchar usando de forma inteligente sus cartas

Natalia Marcos

Velvet nunca ha ocultado que en realidad no es mucho más que un culebrón bonito de ver. Ni siquiera hay rastro de la época histórica en la que se sitúa —en pleno franquismo— más allá de la moda que visten los personajes. Tampoco lo necesitaba para lo que pretendía. La historia de amor imposible entre Ana y Alberto ha aguantado cuatro temporadas (anoche arrancó la cuarta y última entrega). El asunto se podría haber alargado, por supuesto: otros personajes, más inconvenientes para la relación, nuevas desgracias personales y laborales... Pero en Antena 3 y en la productora Bambú saben que es mejor terminar a tiempo que estirar la historia como un chicle que ha perdido su sabor. Ya no hay mucha más tela que cortar (paradógicamente). Al menos, para dos protagonistas que, por otra parte, nunca fueron lo mejor de la serie.

En su regreso a la parrilla, Velvet ha vuelto a presumir de producción y a lucirse como el culebrón que es. Reapariciones, personajes dados por muertos que volverán, malas y malos de libro... Y música. Y vestidos bonitos. Porque de eso se trataba, de que la serie entrara por los ojos y enganchara, no tanto por su historia, que en ocasiones era mínima, como por sus personajes. En este caso, por sus personajes secundarios, muchos de los cuales merecerían tener continuidad en una serie independiente.

Después de una tercera temporada algo dispersa, el comienzo de la cuarta entrega ha recuperado el pulso y vuelve a enganchar al espectador usando de forma inteligente sus cartas. Por ejemplo, apuntando a un mayor protagonismo (y dramatismo) de Rita y Pedro. O a una renovación en el conflicto dentro de las propias galerías con las nuevas ideas que trae Ana, ahora una diseñadora de fama internacional y que quiere introducir el prêt-à-porter en la tienda. Se incorporarán nuevos personajes, regresará Alberto. Pero eso ya queda para otros capítulos.

Velvet se marcha orgullosa de ser lo que es, un entretenimiento dirigido al público femenino, una serie que incluso se puede seguir si uno se pierde algún que otro capítulo, una producción cuidada, con la factura marca de la casa Bambú, que quiere irse por la puerta principal y no por la del callejón por el que entran las costureras.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_