_
_
_
_
_

Roberto Gavaldón, un clásico del cine mexicano

El director hizo del melodrama social una de sus principales voces narrativas. Filminlatino nos recomienda cinco de sus cintas

Fotograma de 'El hombre de los hongos', de Roberto Gavaldón.
Fotograma de 'El hombre de los hongos', de Roberto Gavaldón.

La presencia de algunos directores resulta fundamental para entender el proceso histórico que ha vivido el cine mexicano, sobre todo en la llamada Época de Oro, donde los nombres de Roberto Gavaldón, Emilio Indio Fernández, Julio Bracho y Alejandro Galindo, entre otros, figuran como pilares de una industria, sobre todo por la construcción del ser nacional, a través del séptimo arte.

La obra de cada uno de estos realizadores resulta fascinante y en muchos casos revaloradas al paso del tiempo hasta convertir a sus creadores en grandes clásicos de la cinematografía nacional, como ha sucedido con el cine de Roberto Gavaldón quien hizo del melodrama social una de sus principales voces narrativas, teniendo como escenario lo mismo el mundo rural que la vida citadina.

Director, guionista, productor y actor Roberto Gavaldón incursionó en el cine como extra en Hollywood para después regresar a México e incorporarse a la industria mexicana primero con pequeños papeles, para después aprender los diferentes oficios del quehacer fílmico desde utilero, continuista, guionista o asistente de dirección, experiencia que le permitió realizar en 1945, La barraca, película que consiguió varios premios Ariel, con la cual logró despuntar su carrera.

Su disciplina y rigor en los sets cinematográficos hizo que lo llamaran El ogro y colaboró para sus películas con grandes personalidades como el cinefotógrafo Gabriel Figueroa o el escritor José Revueltas, al igual que con estrellas de la época como María Félix, Dolores del Río, Pedro Armendáriz, Arturo de Córdova, por mencionar algunas.

Algunas de las películas de Gavaldón como Macario, El rebozo de Soledad, Flor de mayo, El niño y la niebla, La escondida gozaron de reconocimiento a nivel internacional y fueron seleccionadas en algunos de los festivales más prestigiosos como Cannes, Venecia o Berlín.

Roberto Gavaldón también incursionó en la política como diputado, desde donde impulsó reformas a la Ley Federal de Cinematografía al final de los años cincuenta.

Como una forma de redescubrir la obra de Gavaldón, a tres décadas de su fallecimiento, FilminLatino plataforma de cine del mundo, promueve cinco títulos realizados por este cineasta, a través de los cuales se puede apreciar el talento de unos de los creadores cinematográficos de mayor aliento en el país.

El rebozo de Soledad, de Roberto Gavaldón (México, 1952)

Alberto Robles, un joven médico, se enfrenta ante la decisión de entregarse a una vida llena de comodidades y lujos o continuar dedicándose en cuerpo y alma a atender a quienes más lo necesitan: los habitantes de Santa Cruz, un pueblo oprimido por la crueldad del cacique local.

Deseada, de Roberto Gavaldón (México, 1951)

Deseada es la historia de una mujer que se ha hecho cargo de su hermana menor Nicte, quien está comprometida con Manuel. Sin embargo cuando Deseada y Manuel se conocen una gran atracción surge entre ambos, sin embargo ella tendrá que sacrificarse por la felicidad de Nicte.

Flor de mayo, de Roberto Gavaldón (México, 1959)

Al llegar a Topolobampo, en la costa del Pacífico, el norteamericano Jim encuentra a su viejo amigo el marino Pepe, ahora dueño de su barco camaronero, casado con Magdalena y padre del niño Pepito. Jim propone localizar bancos de camarones con un indicador de profundidad que ha conseguido. El drama surge cuando Pepe sospecha que su esposa le fue infiel con su amigo, al grado de dudar que su hijo sea verdaderamente suyo.

El hombre de los hongos, de Roberto Gavaldón (México, 1975)

La historia se centra en una familia de latifundistas de la época colonial, quienes poseen una plantación de caña al borde de la selva. Un día, mientras el dueño y sus hombres andan de caza, hallan a un niño huérfano en una cascada llena de hongos. El terrateniente decide llevarlo a casa para regalárselo a una de sus hijas. El chico es aceptado como un miembro más de la familia; pero, a medida que crece, su presencia despierta una intensa tensión sexual que llega a enfrentar a las mujeres de la casa.

Las cenizas del diputado, de Roberto Gavaldón (México, 1977)

Teodoro es el candidato a diputado del pueblo de San Miguel, pretende ganar las elecciones a toda costa, por lo que organiza un corrida de toros en favor de los pobres. El día de la corrida, Teodoro y el cura del pueblo sufren un accidente automovilístico donde se ven involucradas otras dos personas. En este momento inician una serie de divertidas confusiones.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_