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Belmondo, el actor que lo hizo todo

La Mostra concede el León de Honor al actor francés como colofón a una larga carrera, que lo ha llevado de la Nouvelle Vague a la comedia popular

Álex Vicente
El actor Jean-Paul Belmondo mientras recibe el León de Oro en la 73ª edición del Festival de Venecia.
El actor Jean-Paul Belmondo mientras recibe el León de Oro en la 73ª edición del Festival de Venecia.TIZIANA FABI (AFP)
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Apoyado en un bastón, con el cuerpo algo abatido, pero sin perder su legendaria sonrisa, Jean-Paul Belmondo avanzaba ayer por la alfombra roja de la Mostra de Venecia, saboreando cada uno de los gritos de maduras seguidoras que se acercaron a ver a su antiguo ídolo, cada uno de los flashes disparados por fotógrafos que reclamaban su atención. El actor francés recibió ayer el León de Honor, máxima distinción que concede el festival a personalidades que han marcado la historia del séptimo arte, en una ceremonia multitudinaria y marcada por el signo de la nostalgia por el cine de otro tiempo. Una palabra que a Belmondo no le gusta nada. “Mi secreto es no pensar en el pasado. Yo pienso en el mañana”, explicó ayer en Venecia. “A lo largo de mi vida lo he hecho y lo he tenido todo. No tengo remordimientos. He hecho todo lo que quería hacer y hoy amo las cosas que tengo: la vida, el sol y el mar”, añadió.

Icono de la modernidad que trajo consigo la Nouvelle Vague, Belmondo rodó con los grandes de su tiempo, como su descubridor Jean-Luc Godard, pero también François Truffaut, Alain Resnais, Claude Chabrol y Jean-Pierre Melville. Nacido en 1933 en Neuilly-sur-Seine, en la periferia burguesa de París, Belmondo es hijo de artistas: un escultor de origen italiano y una pintora que solía tomarlo como modelo para sus lienzos. Mal alumno, aficionado al fútbol y boxeador profesional durante su juventud, Belmondo decide convertirse en actor durante su adolescencia. Pero sus inicios en el oficio no fueron fáciles. Rechazado por el Conservatorio de París en 1955, obsequió al jurado con un corte de manga, según reza la leyenda.

Tres años después, se cruzó con un joven cineasta por la calle. Era Jean-Luc Godard. Le propuso rodar un cortometraje en un pequeño piso de alquiler. “Dudé sobre sus intenciones reales”, explicó una vez al diario Libération. “Le respondí que el cine no me interesaba nada de nada”. Ante su insistencia, aceptó. Rodaron el corto Charlotte et son Jules, una primera colaboración que daría pie a otras más célebres, como Al final de la escapada y Pierrot le fou. En paralelo, se dirigió gradualmente hacia la comedia popular, rodando algunos de los grandes éxitos del cine francés de las últimas décadas, desde El profesional y Borsalino, donde coincidió con su némesis, Alain Delon, hasta El incorregible o El hombre de Río. Fue estrella popular a la vez que adalid del cine de autor. Hoy no se arrepiente de nada. “Las dos vertientes son buenas. Igual que en la vida, un día se llora y otro día se ríe”, explicó en Venecia.

En plena ceremonia, recordó un viaje de juventud a Roma, donde pasó horas buscando Cinecittà sin encontrarla. “Pero, al volver a casa, me encontré un telegrama de Vittorio de Sica, que me proponía rodar La ciociara con Sophia Loren. Después trabajé con Gina Lollobrigida y Claudia Cardinale. Supongo que por eso siempre me ha gustado el cine italiano…”, sonrió. La actriz Sophie Marceau, con quien rodó Simpático y caradura en los ochenta, le entregó el premio tras un largo discurso de homenaje. “Cincuenta años de carrera y 130 millones de espectadores te convierten en un campeón de la taquilla… y un profesional del amor. Me acuerdo cuando me cogiste en tus brazos. Y me acuerdo también de Ursula Andress, Jean Seberg, Anna Karina, Catherine Deneuve, Annie Girardot, Emmanuelle Riva… Incluso vestido con sotana, te las llevabas a todas por delante”. Por su parte, el director de la Mostra de Venecia, Alberto Barbera, saludó a “uno de los actores más extraordinarios y amados de la historia del cine, de una simpatía irresistible y una extraordinaria versatilidad”.

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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