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Muere Michael Cimino a los 77 años

El cineasta, responsable de 'El cazador', 'Manhattan Sur' o 'La puerta del cielo', solo dirigió siete filmes en su meteórica y truncada carrera

Gregorio Belinchón
Michael Cimino, con su Leopardo de Honor, el pasado agosto en Locarno.
Michael Cimino, con su Leopardo de Honor, el pasado agosto en Locarno.efe

No ha habido en la historia del cine nadie parecido a Michael Cimino, que ha fallecido a los 77 años. "Sé que piensan que soy un hueso duro de roer y un drogadicto y dicen que soy alcohólico. No lo soy. Nada de lo que la gente piensa de mí es verdad. Todo nació porque nunca contesté ciertas cosas en la prensa. Eran ridículas", dijo en Cannes cuando tras años alejado de la vida pública volvió en el 60º aniversario del festival francés, en 2007. Allí apareció sin ninguna arruga en su cara, cejas depiladas, nariz reconstruida y no quiso confirmar si se había cambiado de sexo. La noticia de su muerte la ha dado por Twitter Thierry Frémaux, responsable del certamen, que ha asegurado que murió en paz rodeado "de los suyos y de las dos mujeres que le amaron" sin aclarar nada más. Residente entre París y Los Ángeles, The New York Times en cambio asegura, al contrario que Frémaux, que Cimino falleció repentinamente y solo. Según este diario, a quien confirmó su muerte su amigo y exabogado Eric Weissmann, el cuerpo del cineasta fue encontrado en su casa en Los Ángeles por la policía después de que algunos amigos no fueran capaces de localizarlo por teléfono. Aún no están determinadas las causas del deceso.

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Cimino, de quien habitualmente se asegura que nació el 3 de febrero de 1939 (dato que tampoco está confirmado), solo dirigió siete filmes en su carrera, y protagonizó el ascenso y la caída más vertiginosos que pudiera imaginarse en Hollywood. Nacido en Nueva York. Hijo de un compositor de marchas de desfiles y de melodías para partidos de diversos deportes y de una diseñadora de ropa, cuanto más caros fueron los colegios en los que estudiaba, más salvajemente se comportaba. Graduado en Michigan State, entró en Yale donde combinó estudios de Pintura, Arquitectura, Historia del Arte y de vez en cuando se acercaba a la Escuela de Drama. Tras pasar voluntariamente por el ejército, comenzó en Nueva York su carrera como publicista, en la que fue ascendiendo hasta empezar a dirigir anuncios con suficiente impacto visual como para que le llamaran grandes compañias. Durante esa época conoció a quien fue su primera pareja, Joann Carelli, con la que estuvo saliendo de manera intermitente durante 30 años.

En 1971 decidió mudarse a Los Ángeles, donde creció su pasión por las mujeres y los coches, y se convirtió en guionista. Nunca había escrito, pero descubrió que solo con un libreto propio lograría dirigir un largometraje. Así redactó Naves misteriosas y Harry el fuerte, secuela de Harry el sucio. Eastwood, encantado con su trabajo, le compró otro guion, Un botín de 500.000 dólares (Thunderbolt and Lightfoot), para dirigirlo él. Sin embargo Cimino le convenció de que él mismo lo haría mejor y así cumplió su sueño en 1974. la película logró tal éxito -y logró una nominación al Oscar para Jeff Bridges- que rápidamente pudo levantar su segundo filme, El cazador (The Deer Hunter), con Robert De Niro, Christopher Walken, Meryl Streep, John Savage y John Cazale.

En 1978 El cazador reflejó perfectamente el espíritu de la época, lo que significaba la guerra de Vietnam y la vuelta a casa de multitud de estadounidenses destrozados, rotos mental y emocionalmente. Obtuvo nueve candidaturas al Oscar -entre ellas la primera de Streep- y ganó cinco: Mejor Película, Dirección, Actor Secundario (para Walken), Mejor Montaje y Mejor Sonido. En su promoción Cimino empezó a mentir, contando que el guion era autobiográfico -cuando solo había estado seis meses en el servicio militar y en la reserva en Texas, y además era un libreto adaptado del original de Louis Garfinkle y Quinn K. Redeker-. Esa tendencia aumentó con los años, lo que también hizo crecer su leyenda. Durante el rodaje, el presupuesto se duplicó, hubo que cambiar el calendario por la enfermedad terminal de Cazale, y logró imponer a las productoras su montaje de tres horas.

Su tercera película, La puerta del cielo (1980), supuso su expulsión de Hollywood. Era un western sobre el enfrentamiento entre unos terratenientes y unos inmigrantes europeos en Wyoming en 1890, con Kris Kristofferson, Christopher Walken, Isabelle Huppert, Jeff Bridges, John Hurt y Joseph Cotten. United Artists, el estudio productor, fue vendido a Kirk Kerkorian, el magnate de los casinos que en aquel momento ya poseía MGM. Con el tiempo quedó claro que su raquítica taquilla, apenas cuatro millones de dólares, no fue la causa principal del desmantelamiento de la major. Un montaje de 219 minutos fue estrenado en Nueva York en noviembre de 1980, y la reacción fue tan adversa que United Artists retiró el drama y volvió a estrenarlo, sin éxito, en abril de 1981 con 149 minutos. De un presupuesto inicial de 7,5 millones de dólares se acabó en un coste superior a los 44 millones de dólares.

Más tarde llegarían Manhattan Sur, El siciliano, 37 horas desesperadas y Sunchaser, todas producidas por pequeñas compañías y no por majors, pero Cimino había perdido su toque. Su nombre ha aparecido relacionado con filmes como Footloose o Nacido el 4 de julio, y él mismo trabajó en biopics de Janis Joplin y del mafioso Frank Costello, y en adaptaciones de Crimen y castigo, El manantial o La condición humana.

Durante años desapareció del panorama público y no volvió a saberse nada de él hasta que en 2001 reapareció transformado en su apariencia física. Cimino se había convertido en novelista. Gallimard publicó en 2001 Big Jane y Francia le concedió la medalla Chevallier des Artes et des Lettres. La novela, que se abre con una cita de El Quijote, es la historia de una chica que vive tres historias de amor y viaja por América para acabar en Corea. En 2007, para Cannes, dirigió el episodio No translation Needed, del filme colectivo Chacun son cinéma ou Ce petit coup au coeur quand la lumière s'éteint et que le film commence. El año pasado recibió el Leopardo de Oro del festival de Locarno (Suiza) y dio allí una delirante clase magistral, a la altura de su leyenda.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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