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Navarra recoge el guante de Shakespeare

La unión entre la compañía Globe Theatre y la Fundación Siglo de Oro trae a España una de las obras que forman parte del homenaje que Reino Unido rinde a su bardo este año

Isabel Valdés
Ensayo de 'Trabajos de amor perdidos' de Shakespeare.
Ensayo de 'Trabajos de amor perdidos' de Shakespeare. Claudio Álvarez

¿Qué se hace si el Shakespeare’s Globe Theatre tira un guante? Obvio, se recoge. Fue en octubre de 2014 y así hizo la Fundación Siglo de Oro (evolución de la troupe Rakatá, surgida como proyecto final de carrera en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), en 2005. Con aquella decisión, la compañía pasó a formar parte de los fastos que desde Reino Unido se han preparado para el IV centenario de la muerte de William Shakespeare, y en los que el Globe tiene una inmensa parte.

El grupo español está apurando los ensayos de Trabajos de amor perdidos (1595), una de las comedias menos representadas del bardo y cuya trama se desarrolla en el Castillo de Olite (Navarra). Es parte de The Complete Walk, un proyecto que ha puesto en marcha las 37 obras atribuidas al inglés. El 23 de abril, 37 pantallas entre Westminster y el Puente de la Torre en Londres (y varias ciudades de todo el mundo, entre ellas Madrid y Barcelona) mostrarán 37 películas de 10 minutos en las que se explora cada obra y se incluyen imágenes de cada una de ellas, grabadas en el lugar original en el que Shakespeare las ubicó: las pirámides de Egipto, Verona, Elsinor (Dinamarca), Ardenas... Eso es solo una parte del mastodonte que el Globe ha creado bajo el nombre Shakespeare 400. ¿Quién hubiese dicho que no a ese guante?

Rodrigo Arribas en el ensayo de 'Trabajos de amor perdidos'.
Rodrigo Arribas en el ensayo de 'Trabajos de amor perdidos'. Claudio Álvarez

No lo hizo Rodrigo Arribas (Madrid, 1974), codirector de la obra junto a Tim Hoare, del Globe, que, blandiendo un bocadillo para no entretenerse demasiado en el descanso del ensayo, recuerda cómo empezó todo. Fue por su dedicación al Siglo de Oro y por la búsqueda del equipo directivo del teatro inglés para las Olimpiadas Culturales de Londres en 2012: 37 compañías extranjeras para representar el legado de Shakespeare. A la Fundación Siglo de Oro le tocó Enrique VIII. En 2014, llegaron con El castigo sin venganza, de Lope de Vega, y fue la primera vez que las letras de un autor español se pronunciaban sobre el escenario de la institución. Fue en aquel momento, con los versos de Lope, cuando llegó la proposición. “Era una tremenda oportunidad, y supusimos que Cervantes ya iba a estar cubierto por otras compañías, tanto públicas como privadas”.

El Globe es el teatro menos pretencioso en el que he trabajado. Creo que debido a que no tiene techo y los actores y el público están a merced de la lluvia, las gaviotas, las palomas y los aviones. Se las arregla para no tomarse a sí mismo demasiado en serio

Tim Hoare, codirector de Trabajos de amor perdidos

Una ilusión cualquiera que otro hubiese cerrado con Segismundo: "…y los sueños, sueños son". Arribas no quiere entrar al trapo cuando se le pregunta por la conmemoración del otro genio, el español, aunque deja caer que la Royal Shakespeare Company está preparando "un megamusical del Quijote". El director, que ya va por el café, prefiere seguir con su proyecto, un texto nada fácil con un entretejido minucioso y la capacidad poética conservada que demuestra las pruebas que el escritor inglés hacía en sus inicios, líneas temáticas y herramientas dramatúrgicas usadas después en obras como Mucho ruido y pocas nueces o Hamlet. Cuenta que se da como cierta la existencia de una segunda parte, Trabajos de amor ganados, "que nunca se ha encontrado". La falta de esa continuación supuso ciertas dificultades en la trama. Hoare, de 31 años, siente que han conseguido mantener casi la totalidad de la estructura y la esencia de los personajes principales: "Me quedé impresionado por lo bien que José [Padilla, el adaptador] parecía haber capturado el espíritu de la obra". Tuvo miedo cuando los españoles le dijeron que querían hacer cambios en el acto final. "¡Soy un tradicionalista!", apunta, "pero cuando vi lo que Padilla podía hacer me di cuenta de que era una oportunidad increíble".

El director del Globe ha intentado aprender español, aunque lo único que ha conseguido son unas cuantas palabrotas y alguna expresión como “mi querido soberano”. “Muy útil para preguntar dónde está la estación de autobuses…”, bromea. La conexión entre Arribas y él se cimentó, en parte, en haber podido reírse. “No podría haber soñado con encontrar un director y un equipo que me brindaran más apoyo, colaboración y buen humor”.

Ensayo de la obra 'Trabajos de amor perdidos'.
Ensayo de la obra 'Trabajos de amor perdidos'.Claudio Álvarez

Ambos equipos mantienen una relación con el teatro que vas más allá de la visión empresarial. La Fundación Siglo de Oro, con un grupo que mantiene casi al 100% su elenco original, construye relaciones muy emocionales, sin desligarse de lo profesional y, para Arribas, el Globe tiene ese espíritu: “Hoare, representante de la cultura meritocrática inglesa, es un tipo que no sabe lo que es el ego, y si lo sabe, lo esconde muy bien”. Precisamente el Globe, para Hoare, es el teatro menos pretencioso en el que ha trabajado. Él alude a la honestidad emocional y la valentía de los actores españoles: "Está más cerca de lo que los ingleses debían ser en tiempos de Shakespeare, que de lo que estamos ahora nosotros”.

Detrás de los dos directores hay un equipo de 25 personas, muchos logos en el cartel (tienen el patrocinio de Mercedes-Benz, Incatema Consulting&Engineering y la coproducción con Teatros del Canal, Pentación Espectáculos y Fundación Baluarte, además de diversos colaboradores), 160.000 euros invertidos —“a ver si de una vez por todas se dan cuenta de que hace falta una ley de mecenazgo”, espeta Arribas— y un creciente interés por parte de productores, patrocinadores y programadores. Su intención es ser rentables. Desde luego, tienen mimbres para serlo.

'Trabajos de amor perdidos'

La pieza de Shakespeare empezará su carrera el día 23 de abril en el Castillo de Olite, en Navarra, donde se representarán algunas escenas. Para el director, las facilidades con las que han contado han supuesto una ventaja enorme: "La Fundación Baluarte, Navarra Film Commission, el Gobierno de la comunidad... han sabido identificar la potencia de internacionalizar su tierra, algo que me parece a la vez inteligente y empático". Desde Navarra arrancará una gira aún con las contrataciones abiertas pero que ya llega hasta 2017.

El 24 de abril estará en el Teatro Baluarte de Pamplona. Del 28 de abril al 15 de mayo, Trabajos de amor perdidos podrá verse en los Teatros del Canal de Madrid. El 16 de mayo llegará al Teatro Campoamor de Oviedo.  En junio, el 17 y 18, estará en Las Palmas de Gran Canaria, en el Teatro Pérez Galdós. El 15 de octubre, en el Palacio de Festivales de Santander. El 4 de diciembre aterrizará en el Teatro Principal de Alicante. Y, por ahora, la gira se cierra en el Teatro Lope de Vega, de Sevilla, del 2 al 5 de febrero de 2017.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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