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LAS COLECCIONES DE EL PAÍS

El triunfo del cine social

‘A cambio de nada’, de Daniel Guzmán, abre la colección Goya 2016, con las películas españolas más destacadas del año pasado

Antonia Guzmán y Miguel Herrán, en una escena de 'A cambio de nada'.
Antonia Guzmán y Miguel Herrán, en una escena de 'A cambio de nada'.

“Me has dado una vida, Daniel. Gracias”. La sentida dedicatoria del actor Miguel Herrán a Daniel Guzmán, el director de A cambio de nada, es sin duda una de las mejores de la historia de los Premios Goya. Por lo que significaba, que un chaval de la calle haya encontrado una motivación, y por los 10 años de trabajo que hubo detrás de este proyecto. La ópera prima de Guzmán se llevó dos galardones en la ceremonia celebrada el pasado 6 de febrero, precisamente los que recibieron ellos dos: mejor director novel y mejor actor revelación. Esta película inaugura la colección Goya 2016, con la que EL PAÍS llevará al quiosco cada semana las películas españolas más destacadas del año pasado.

Guzmán encontró a Herrán en una calle del barrio madrileño de Chamberí, bebiendo cerveza con dos amigos. Le preguntó si era de Madrid y si sabía ir en moto. Él contesto que sí y pasó unas pruebas que él mismo calificó de “desastrosas”. Al director no se lo pareció. Guzmán acababa de encontrar a su protagonista.

La película cuenta la historia de Darío, un chico de 16 años que decide marcharse de su casa para escapar de la tortura que le supone la separación de sus padres y sus constantes peleas. Siempre en medio del fuego cruzado de ambos, Darío huye y construye una nueva familia: un delincuente que le da trabajo en su taller de reparación, su mejor amigo y vecino, Luismi, que le apoya de forma incondicional; y Antonia, una anciana que recoge objetos por la noche para venderlos en el rastro. Esta última está interpretada por la abuela de Guzmán, que a sus 93 años consiguió una nominación a la mejor actriz revelación.

El homenaje a una abuela

El reparto lo completan nombres como Luis Tosar, María Miguel y Miguel Rellán, entre otros, pero es ella, Antonia Guzmán, la gran protagonista de esta historia. Mujer fuerte e independiente, costurera de profesión, aceptó participar en esta película para ayudar a su nieto en lo que hiciera falta. Y él, agradecido, le dedicó su Goya: “Gracias a ti, abuela, me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie quería esta película”. Antonia rechazó todas las propuestas de las grandes firmas para la alfombra roja de la ceremonia, y el pasado sábado lució un modelo de ella y de su hija, también costurera.

Esta película tiene mucho de autobiográfico y pudo ver la luz gracias al empeño y dedicación de su director. Cuando se presentó el año pasado en el festival de Málaga, la crítica ya alabó su naturalidad, su reflejo fiel del barrio y su credibilidad. “He utilizado experiencias de mi vida para contar una historia que necesitaba sacar de mí. Esto fue lo que me tocó vivir. Para lo bueno y para lo malo, mi vida ha sido lo que ha sido. Creo que la adolescencia juega un papel fundamental en la formación de las personas. Con esta película me he quedado en paz conmigo mismo”, explicó Guzmán en el certamen malagueño.

A cambio de nada es la primera entrega de la colección Goya 2016, con la que EL PAÍS ofrece cada domingo en los quioscos las películas que más nominaciones y goyas acumularon en la última edición de los premios de la Academia, por 9,95 euros. Los siguientes títulos serán: Truman, Mi gran noche, El Rey de la Habana, Camino a la escuela, Nadie quiere la noche, Requisitos para ser una persona normal, B, Negociador y Techo y comida.

A cambio de nada, este domingo con EL PAÍS, por 9,95 euros.

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