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Slavoj Zizek critica la “falsa empatía” por los refugiados

El filósofo pide en Berlín un plan para que los emigrantes entren en Europa El intelectual ataca las “estúpidas” intervenciones en Siria e Irak

El filósofo Slavoj Zizek, en una imagen de 2012.
El filósofo Slavoj Zizek, en una imagen de 2012. ZEITGEIST FILMS (EVERETT COLL)

Con licencia para comparar con personajes de la cultura popular, como él mismo hace, se podría decir que Slavoj Zizek es al pensamiento hoy lo que a la música es la exitosa cantante Adele, solo que en formato más punk que pop. Desde hace décadas arrastra legiones de seguidores de su visión lacaniana (y de su sentido del humor) sobre el cristianismo, el marxismo contemporizado, la historia del cine o sobre temas más ceñidos a la actualidad, como los refugiados que intentan entrar y buscarse la vida en Europa.

Sobre esta última cuestión se extendió la noche del pasado sábado en una multitudinaria conferencia en Berlín. El pensador esloveno (Liubliana, 1949) afirmó que “esos millones de refugiados” son “el nuevo proletariado europeo, porque ya no tenemos una auténtica clase proletaria”. “Estoy horrorizado con las actitudes condescendientes y la humillación del proceso de llegada que sufren. Lo enfocamos a lo Frank Capra: esa pobre gente es buena, solo hay que escuchar sus historias. Habría que cambiar ese concepto universal de que todos somos humanos, incisivo en la tolerancia, por uno de respeto, aceptando las diferencias, porque según esa falsa empatía hacia los refugiados hoy también deberíamos haber escuchado y comprendido a Hitler”, agregó.

El fin del eurocentrismo

Adelantándose a las críticas, y a la intervención de una asistente indignada, Zizek especificó: “No digo que no vengan, sino que haya un plan organizado previo. Mi enemigo no es la militarización, mi enemigo es el capital”.

Sin mención alguna a los ataques en París, Zizek sí elevó su crítica a las “estúpidas” intervenciones de Occidente en Siria y en Irak: “Antes eran precisamente dos regímenes seculares; ahora no solo se han vaciado de su población cristiana, sino que, además, con nuestro imperialismo cultural, hemos conseguido que las mujeres allí estén incluso mucho peor”.

“El eurocentrismo se ha acabado, estoy harto de que ante cualquier cosa que pase, Europa tenga la culpa”, apuntó. “El capitalismo ya no nos necesita, está en China, en Rusia, lo que me hace sospechar que el eterno matrimonio entre capitalismo y democracia está llegando a su fin. El verdadero multiculturalismo del que presumimos en Occidente debe incorporar las diferentes luchas”, explicó.

Zizek dijo estar cansado de las utopías: “Occupy Wall Street o Podemos vibran por un momento de orgía revolucionaria en las plazas. Pero no consideran lo que los ingleses llaman ‘la mañana después’, cuando las cosas tienen que volver a su normalidad. Quiero una revolución, pero algo más aburrida”.

El filósofo, autor de obras como En defensa de causas perdidas o Robespierre. Virtud y terror (ambas en Akal), participó con su visión de Europa en un ciclo que ha incluido la visita del economista y exministro griego Yanis Varoufakis y ofrecerá la videoconferencia, el próximo 9 de diciembre, de Julian Assange.

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