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Mirreyes en streaming

Netflix confirma la segunda temporada de 'Club de Cuervos', una buena noticia para la televisión mexicana

Luis Pablo Beauregard
Imagen de 'Club de Cuervos'.
Imagen de 'Club de Cuervos'.Netflix

Netflix ha confirmado la segunda temporada de Club de Cuervos, la primera serie en español que produjo la plataforma de televisión en línea. Aunque la compañía estadounidense no ha confirmado la fecha de lanzamiento de los nuevos episodios, se presume que estarán disponibles en agosto de 2016. La continuación de la serie del mexicano Gaz Alazraki es una buena noticia para la televisión mexicana, una industria dominada por las cadenas Televisa y Televisión Azteca, cuyos contenidos, principalmente las telenovelas, han ejercido un monopolio narrativo en el país y en buena parte de América Latina.

Los Cuervos de Nuevo Toledo es un esforzado equipo ficticio de media tabla de la Liga mexicana. Las gestiones de Salvador Iglesias, el dueño, y Félix, el director deportivo (Daniel Giménez Cacho) mantienen a la escuadra a flote con una decorosa reputación en el escabroso mundo del fútbol. Pero un infarto deja al grupo sin patriarca. Es entonces cuando entra en escena Chava (Luis Gerardo Méndez), un júnior que solo está familiarizado con los jugadores por las noches de farra que se gasta con ellos entre prostitutas y cocaína. A lo largo de 13 episodios se desarrolla una historia sobre las intrigas familiares que enfrentan a Chava y a su hermana Isabel para hacerse con el control de la franquicia.

Alazraki supo adaptar lo que Netflix le pidió: una versión para televisión de la muy popular Nosotros los Nobles. La ópera prima del cineasta, exhibida en 2013, fue un éxito porque conectó con las audiencias. Sumó más de 300 millones de pesos en taquilla y fue vista por más de seis millones de mexicanos en más de diez semanas en cartelera. Son cifras que se dicen fácil, pero que son prácticamente imposibles de lograr por la gran mayoría de producciones mexicanas. Para su aventura televisiva Alazraki apenas modificó la fórmula del éxito. Una historia sobre valores familiares con una crítica social light y un protagonista carismático. Méndez interpreta el mismo papel en Nosotros los Nobles y Club de Cuervos, un mirrey con corazón.

No se sabe si Club de Cuervos ha sido un éxito con el público porque Netflix se niega a dar a conocer los datos de audiencia o el número de reproducciones que la serie ha registrado desde que fue lanzada, en agosto pasado. A pesar de esto, su segunda temporada da un respiro a los espectadores ávidos de historias que rompan con los desgastados patrones de la televisión. Esto en un momento donde la producción de series independientes mexicanas se ha ido a pique. Hace algunos años, la parrilla televisiva gozaba de buena salud provista por el Canal Once, una cadena pública, que había decidido impulsar la creación local. La señal latina de HBO también lo había hecho con series como Capadocia y Señor Ávila, que corre su segunda temporada.

El trabajo de Alazraki representa una alternativa radical al mundo de valores pacatos que siguen poblando las telenovelas. A pesar de que el universo del joven cineasta se repite en su breve filmografía y que por momentos también es profundamente conservador (sus obsesiones son los mirreyes y las élites porque las conoce bien) ha sabido compensar estas debilidades con humor. Por ejemplo, Club de Cuervos tiene una visión muy irónica sobre las obsesiones de grandeza y la aspiración que tienen muchas ciudades de la provincia mexicana y sus clases dominantes, una crítica difícil de ver en los dramas de Televisa, donde casi todo contenido está matizado por la corrección política o la mojigatería. Partiendo de ese punto, será divertido ver adónde lleva Alazraki a los Cuervos en sus nuevas aventuras.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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