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Un crimen sube a escena en La Latina

El teatro madrileño acoge la adaptación de ‘Nuestras mujeres’, de Éric Assous

Representación de la obra 'Nuestras mujeres' en el Teatro La Latina
Representación de la obra 'Nuestras mujeres' en el Teatro La Latina

La noticia de un asesinato interrumpe lo que debía ser una tranquila velada entre amigos. Es el punto de partida de Nuestras mujeres, escrita por el francés Éric Assous y dirigida, en el Teatro de La Latina, por Gabriel Olivares. La obra, que estará en cartel hasta el 1 de noviembre, presenta el conflicto en que se ven envueltos tres amigos (interpretados por Gabino Diego, Antonio Garrido y Antonio Hortelano) por un hecho que amenaza con quebrar su relación: uno de ellos confiesa haber matado a su esposa.

Nuestras mujeres es, además, la primera función que sube al escenario de La Latina desde la muerte, el pasado 20 de agosto, de quien un día fue propietaria del coliseo y su principal estrella: la actriz Lina Morgan.

Lo que bien pudiera ser una comedia para unos y un drama para otros se queda en un nublado término medio en opinión de uno de sus protagonistas, Gabino Diego: “No sé cómo llamarla, si drama cómico, comedia dramática... No sé lo que es, pero sí sé que, como texto, consigue meter comedia en situaciones muy delicadas, lo cual es muy complicado”. “Tocamos temas muy universales: qué es el valor de la amistad, qué es lo justo y lo injusto, qué se debe hacer en situaciones determinadas, hasta qué punto llega la amistad, cómo debe ser el hombre del siglo XXI”, tercia Antonio Garrido. “No llegamos a ninguna respuesta, pero nos lo preguntamos”, añade.

Decisión del público

La indagación también supone un elemento fundamental para Antonio Hortelano, quien resume así la esencia de la pieza: “Muestra los sentimientos de las personas; ve cómo somos y se pregunta cómo somos o cómo debemos ser”. Después de tanto reflexionar, eso sí, la obra no ofrece respuestas. El autor prefiere que sea el público el que decida. “Quizá no haya respuestas claras porque no son fáciles; lo importante es el camino que vayas haciendo y no necesariamente el resultado final”, remata Hortelano.

Este espectáculo es el primero en el Teatro de La Latina que Lina Morgan no podrá ver desde el palco que Jesús Cimarro, el productor que en 2010 le compró el local por 7,5 millones de euros, le cedió en el momento de la adquisición. “Todavía no he decidido qué voy a hacer con él, ni con su antepalco y su despacho”, explica Cimarro, director gerente del espacio. “Está idéntico a como ha estado estos años. Ni se ha tocado. Tendré que sentarme con los herederos para ver qué hacemos porque ahí hay muchos recuerdos de ella: fotografías, menciones, premios...”.

Rebautizar La Latina con el nombre de la actriz es algo que Cimarro descarta: “Yo le ofrecí durante la negociación que el teatro se llamara Lina Morgan y ella me dijo: ‘Si me haces ese planteamiento, ya te digo que no te lo vendo’. Ella tenía muy claro que quería que se llamara La Latina, porque era el barrio donde nació”.

El fallecimiento de la actriz interrumpió brevemente la actividad del teatro, que el día de su muerte acogió su capilla ardiente, a la que acudieron cientos de personas.

Discreción

Sin embargo, su dirección no considera necesario rendir un nuevo tributo a la actriz durante la representación de Nuestras mujeres. “Ella se ha ido como ha querido: con toda la discreción del mundo, que nosotros rompimos para darle el homenaje, pero yo creo que tiene que continuar esa discreción”, apunta Cimarro.

Amigo cercano de la artista, tiene claro dónde iría a parar el legado de Lina Morgan si la decisión estuviera en su mano: “Me gustaría que fuera al Museo Nacional del Teatro, pero no depende de mí. Yo se lo comenté en vida y ella me dijo que le parecía muy bien”. De momento, el palco permanece vacío.

El eco de una actriz y propietaria

El Teatro de La Latina fue fundado en la primera década del siglo XX. En él actuaron compañías como las de Emilio Sagi, Salvador Videgain o el maestro Guerrero. Durante la Guerra Civil fue sala de cine.

Tras pasar por manos de varios propietarios, se hizo con él en 1983 la actriz Lina Morgan, quien había vivido en su escenario sus primeros éxitos.

En 2010, Lina Morgan vende La Latina al grupo catalán Focus. En la actualidad, es el productor teatral Jesús Cimarro quien lleva las riendas del coliseo.

La actriz falleció el pasado 20 de agosto en Madrid.

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