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Mucha velocidad y 10 corneados, balance de los encierros de San Fermín

La carrera más rápida, 2 minutos y 5 segundos, y la más lenta, 2 minutos y 44 segundos

La alta velocidad, que en ocasiones ha llevado a ser muy violenta por arrollar la manada a los corredores que no podían aguantar las distancias, ha sido una de las características comunes de los ocho encierros de San Fermín en la edición de 2015. Ningún encierro ha llegado a durar tres minutos. El más rápido, 2 minutos y 5 segundos, ha sido el de hoy, 14 de julio, con un miurada, rompiendo los cronómetros. Y otros dos han estado cerca de tan solo dos minutos de carrera, gracias al mando e iniciativa de los cabestros y en especial al manso de más talla, romana en el argot taurino, de la parada de los utilizados con éxito en los ocho encierros.

En el último encierro, protagonizado este martes por seis toros de Miura, se ha batido el récord de la historia reciente en las carreras de Pamplona, con un tiempo de 2 minutos y 5 segundos, una marca desconocida desde la década de los setenta, época en la que se comenzó a medir con precisión el tiempo empleado en cada carrera. Cerca de esos 2 minutos y 5 segundos estuvieron los astados de Garcigrande, que en el séptimo encierro tardaron 2 minutos y 12 segundos en cubrir los 850 metros de distancia entre los corrales de la Cuesta de Santo Domingo y los corrales de la plaza Monumental de Pamplona. Los debutantes toros de Joselito, ganadería de El Tajo y Ganadería de La Reina, fue el tercer encierro más rápido, con un tiempo de 2 minutos y 14 segundos.

La excepción a estos datos fue el del 11 de julio, protagonizado por la también debutante ganadería de José Escolar Gil, que dejó una escena prácticamente inédita en los encierros pamploneses: un toro, de nombre Curioso, se dio la vuelta después de unos 100 metros de carrera y volvió a los corrales de Santo Domingo. Por primera vez en la historia hubo que improvisar un encierrillo a la inversa para llevar a Curioso hasta los corrales de la antigua fábrica de gas para luego ser encambretado en un camión y ser desplazado a los corrales de la plaza de toros para volver a hermanarlo. Ese día, los cinco toros abulenses de escolar Gil que sí hicieron el encierro tardaron 2 minutos y 44 segundos en finalizar la carrera, dejando a su paso cuatro corredores corneados.

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