_
_
_
_
_
ARTE / ENTREVISTA

Concha Jerez: “Ataco la autocensura”

Es la pionera en el uso de la tecnología en el ámbito artístico español. Los medios han inspirado muchas de sus obras. Una muestra repasa su trabajo con José Iges

La artista Concha Jerez, en su casa.
La artista Concha Jerez, en su casa.Gorka Lejarcegi

¿No es el arte un medio de comunicación? Valdría entonces definir a Concha Jérez (Las Palmas de Gran Canaria, 1941) como una comunicadora, término aún más acertado en el caso de esta creadora multimedia, que lleva décadas pegada a la actualidad con la que ha ido evolucionando. Considerada como una de las pioneras en el uso de la tecnología en el ámbito artístico español, Jérez no es esclava de los medios, son éstos se ven sometidos a sus ideas. Es artista visual, sonora, web, performer…, ella recurre a lo que necesite para expresar aquello que quiere mostrar.

La artista recibe a Babelia en su casa para charlar sobre sus 40 años de carrera y sobre los trabajos creados junto a José Iges (Madrid, 1951) incluidos en la retrospectiva Media_mutaciones, que se inaugura el próximo lunes en La Tabacalera (Madrid).

Menuda, el semblante serio de Jerez da una impresión equivocada, es muy cercana. Ofrece alguna bebida antes de empezar: "En las culturas del Sur, ¿cómo charlamos? Con un vaso delante. Nos relacionamos a través de los vasos". Ella también los usa como soporte en algunas de sus obras.

PREGUNTA. En el último año se han celebrado dos exposiciones que recorren su carrera.

RESPUESTA. Media_mutaciones es una retrospectiva del trabajo en común con José Iges. La obra más antigua que se expone es Argot, iniciada en 1991 y termina justo ahora. Pero Interferencias en los medios en el Musac solo trató uno de los aspectos de mi obra: los medios de comunicación y sus interferencias. Yo tengo otras muchas líneas de trabajo en los que no se entró: la memoria, acciones...

P. ¿Le parece acertado considerar los medios de comunicación el aspecto fundamental de su trabajo?

R. Son algo importante en mi obra, pero no la guía. Lo que más repito son los textos autocensurados. Sigo trabajando en ellos, se han revitalizado. Están de plena actualidad, porque hoy nos autocensuramos más. Cuando empecé, en 1974, vivíamos bajo una dictadura, y esto tenía otras connotaciones. Ahora es tremendo, ha ido a más. Por ejemplo, veo el Telediario de La 1 (el primer canal de RTVE) porque quiero saber la ideología que se está transmitiendo. Es tan importante lo que se dice como lo que se calla. Esto no deja de ser una fuente de inspiración. La he utilizado en alguna de mis performances, por ejemplo en No hables con la boca llena, realizada con José Iges durante la exposición del Musac.

Vivimos en un liberalismo pos-Thatcher que  nos ahoga

P. ¿Qué es más peligroso, la censura o la autocensura?

R. La autocensura siempre, porque la censura viene del exterior y si te autocensuras, das un paso previo, ya no hace falta que actúen desde fuera. Eso es lo que denuncio y ataco desde el ámbito social, político, personal… Ahora mismo la situación es espantosa. Uno se autocensura hasta en una entrevista de trabajo.

P. ¿Cómo llegamos hasta aquí?

R. Por el capitalismo salvaje en el que vivimos, un liberalismo pos-Thatcher que ha ido creciendo y que nos ahoga. Como no variemos de modelo, vamos por mal camino. Pero soy optimista, siempre pienso que es posible el cambio. Es innato en los humanos, aunque últimamente nos están agobiando, atacan por todos los frentes. Cada vez es más difícil la supervivencia. Los jóvenes tienen más herramientas para actuar, pero… ¿cómo se les puede pedir que digan lo que piensan, que transformen esto, cuando se hacen leyes que les coartan? Ni se puede protestar: te multan, porque ahora no te meten en la cárcel, al ser costoso. Y ¿cómo van a pagar? Es una coacción muy fuerte.

P. ¿Por qué decidió abordar estas ideas combativas desde la creación artística y no desde la política que estudió como carrera universitaria?

R. El arte me llegó antes que la licenciatura. Mi primera carrera es la de piano. En el curso 1958-1959 tuve una beca en Arlington (EE UU), allí me di cuenta de lo que me interesaban los aspectos políticos y sociales. Decidí estudiar Políticas por los contenidos (historia, sociología, economía, filosofía…) más que para dedicarme a ello.

P. ¿Cómo influye la política en la cultura?

R. La cultura es política, el problema es que depende demasiado de los partidos. En Alemania da igual quién gobierne, hay un talante, son los profesionales los que gestionan los programas culturales. En Francia ha habido políticos con mucha visión: Jack Lang (ministro francés durante distintos Gobiernos socialistas entre 1981 y 2000) creó en todos los departamentos fondos regionales de arte contemporáneo, y los encargados eran profesionales, no políticos. En sociedades democráticas debería existir la obligación de mostrar el patrimonio que se está construyendo, el conocimiento evitaría el abismo entre artistas y espectadores. En muchos países se ha reducido la economía, pero no se ha destruido la cultura como aquí. Hay que tener voluntad política. Pero, vamos, si extrapolamos esto a la educación, es igual y gravísimo.

En muchos países se ha reducido la economía, pero no se ha destruido la cultura como aquí. Hay que tener voluntad política

P. De manera reiterativa le acompaña el calificativo de feminista. ¿Qué importancia tiene este aspecto en su obra?

R. He realizado algunas piezas con carácter feminista, y a ello llegas por una necesidad en un momento determinado, no siempre. Tengo esa inquietud, pero no solo como artista. Hoy sigue siendo una actitud absolutamente necesaria. Cuando vas a un museo encuentras que el porcentaje de mujeres representadas en las colecciones es mínimo, el 15% a lo sumo; sin embargo, las facultades de Bellas Artes están llenas de mujeres. ¿Por qué no tienen una carrera tan visible? ¿Por qué no se les da la oportunidad de montar exposiciones individuales?

P. Su obra puede ser compleja, pero cuando la explica es muy clara. ¿Se debe esto a sus 20 años como profesora universitaria?

R. La docencia me interesa mucho. Son importantes las herramientas que se facilitan para acercar las obras, para que se pueda "bucear" en ellas sin bajar la calidad.

P. Con su teoría sobre los vasos como elementos para relacionamos, ¿cuál es su opinión sobre la polémica surgida en la última edición de Arco en torno a la obra Vaso medio lleno del artista Wilfredo Prieto?

R. Hay cosas mejores que hacer que quedarse en una polémica. En Arco siempre ocurre algo, como si no se pudiera hablar de arte sin controversia. Es algo banal —sin entrar en la valoración de la obra— que equivoca a la gente "biempensante".

Media_mutaciones. Concha Jerez y José Iges. La Tabacalera, Madrid. Del 28 de abril al 21 de junio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_