_
_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cosas necesarias

Borja Hermoso

Las dos figuras, en pintura y en carne y hueso. Ver ayer a Miguel Zugaza y a Manuel Borja-Villel, directores respectivos del Prado y el Reina Sofía, charlar delante de la conmovedora Les deux figures de Fernand Léger fue toda una metáfora de tantas cosas... cosas, por ejemplo, como que los factotums de los dos principales centros de arte públicos de este país estaban y están obligados a cosas así: cosas como desmentir con gestos, acciones y —si es menester— puñetazos en la mesa, la siempre bisbiseante y nunca confirmada rumorología que apunta a según qué cosas: cosas como que entre los dos responsables de museo más influyentes de este país no hay sintonía, como que si ya no te quiero por un quítame allá esas pajas (o un quítame allá esos cuadros), como que si yo pongo un millón de visitantes sobre la mesa y yo pongo dos, y si tú pones dos yo pondré tres... cosas así. Cosas como que, en un país llamado España donde lo que llamamos los poderes públicos —los antipoderes públicos podría decirse en muchas cuestiones relacionadas con el arte y la cultura en general—, tengamos que ver a un pintor español, Pablo Picasso, en fastuosas colecciones... pensadas, fomentadas, pagadas y difundidas por otros gobiernos de otros países. Cosas como que los dos responsables de los dos museos tengan que constatar que sí, que qué envidia, sana, puede ser, pero envidia: tener estos picassos aquí para siempre y no por espacio de un rato, aunque ese rato dure seis meses, que ya sabemos que la vida es tiempo, y que el tiempo no se compra con dinero, pero los picassos sí, con dinero y con políticas ambiciosas de apoyo a la cultura (y, de paso, al turismo cultural). Y a la educación, que es lo mismo pero no es igual, al menos en España, donde está por comprobar, bien es verdad y por muy impopular que resulte decir esto, la existencia de una masa crítica lo suficientemente importante a nivel popular como para que el concepto educar a través del arte tenga un impacto real y una amortización también real en términos de inversión.

“Tenemos que ponernos de acuerdo cuando hablamos de Picasso”, lanzó ayer Zugaza a su colega Borja-Villel. “Y un pequeño reproche”, añadió Zugaza, en referencia clara a esa mezcla de fascinación y pequeña impotencia nacional de andar por casa al contemplar los tesoros del Kunstmuseum de Basilea. Porque, recordemos, Pablo Picasso regaló cuatro pinturas a la ciudad que no dudó en salir a la calle para gritar: ¡All you need is Pablo!

Pero vaya, que aquí también estamos bien con Sálvame Deluxe y los botarates habituales de la tertulia política. Pura educación y cultura.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Borja Hermoso
Es redactor jefe de EL PAÍS desde 2007 y dirigió el área de Cultura entre 2007 y 2016. En 2018 se incorporó a El País Semanal, donde compagina reportajes y entrevistas con labores de edición. Anteriormente trabajó en Radiocadena Española, Diario-16 y El Mundo. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_