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25º ANIVERSARIO DE TELECINCO

La bandera de la telerrealidad

Telecinco ha configurado sus 25 años de vida en torno al entretenimiento 'Gran hermano’ fue un gran fenómeno social y revolucionó el medio

Ismael Beiro, ganador de la primera edición de 'Gran hermano'
Ismael Beiro, ganador de la primera edición de 'Gran hermano'

Telecinco, la televisión que apostó por la irreverencia y la provocación, la que creó las mamachicho, sorprendió con la serie Twin Peaks,encumbró a Pepe Navarro, abanderó la telerrealidad y fue durante años la cadena más rentable de Europa, cumple 25 años el próximo martes. Aunque resulte paradójico, nació de la mano de la ONCE, aliada con el magnate mediático Silvio Berlusconi (que aún no había dado su gran salto a la política) y con el grupo editorial Anaya, que pronto abandonó el proyecto por desavenencias con sus socios.

La segunda emisora privada española salió al aire el 3 de marzo de 1990 y su parrilla se confeccionó a imagen y semejanza de los canales italianos de Berlusconi, el espejo en el que se miró Telecinco en sus primeros años de vida. El entretenimiento fue la materia prima más extendida en su parrilla. Y así sigue siendo un cuarto de siglo después, sin despreciar el impacto de sus telediarios, convertidos en los más vistos.

“En 1990 se rompió el monopolio de TVE. En la década de los ochenta se crearon canales autonómicos, pero la fractura definitiva de lo público se produjo con el nacimiento de Antena 3 y Telecinco”, apunta Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Mediaset, que hace cinco lustros era ya jefe de Programación y Emisiones.

En la misma línea, Mario García de Castro, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos, sostiene que “la historia de Telecinco es la crónica de la televisión de las masas espectadoras, de la televisión populista que sustituye al ilustrado servicio público europeo, de la televisión económica y comercial, de la era del neoespectáculo y del imperio del entertainment americano”.

Bajo la batuta de Valerio Lazarov, los primeros años de la cadena estuvieron marcados por la banalidad y una cierta vulgaridad. Un buen ejemplo son programas como La máquina de la verdad, un formato basado en el polígrafo y presentado por Julián Lago; Las noches de tal y tal, un show a mayor gloria de Jesús Gil y Gil, y Telecupón, salpicado por las impagables equivocaciones de la actriz Carmen Sevilla. Las chicas Chin-chin animaban ¡Ay, qué calor! y las mamachicho ponían la nota frívola a Tutti frutti. Telecinco elevó la crónica rosa y el cotilleo a género televisivo con Qué me dices, digno precursor de Sálvame. Formatos como Esta noche cruzamos el Mississippi y Crónicas marcianas contribuyeron a que a la cadena se le colgara el sambenito de telebasura.

El gran cambio en la historia de Telecinco llegó en 2000, con la irrupción de Gran hermano. “Hasta ese año, cada cadena había encontrado su sitio. TVE tenía un liderazgo cómodo de televisión pública, Antena 3 y Telecinco habían alcanzado el umbral de la rentabilidad y el mercado estaba tranquilo. Gran hermano provocó un gran terremoto”, afirma Villanueva. Paradigma de telerrealidad, su sorprendente mecánica fue “un gran acontecimiento social y convirtió a Telecinco en una cadena viral. Todos los programas se contagiaban del virus de Gran hermano y se alcanzaron cifras de gran liderazgo. El formato revolucionó el paisaje audiovisual español y fue un punto de inflexión en la evolución de la televisión”. Quince años después sigue en la cresta de la ola.

Si bien es cierto que Telecinco ha tenido una manera muy peculiar de entender el entretenimiento basado en el espectáculo, ha firmado momentos brillantes en la ficción. Villanueva destaca el impacto de Médico de familia, el primer gran éxito de la cadena. La serie creada por Globomedia y encabezada por Emilio Aragón y Lydia Bosch, fue “el gran acontecimiento social de los noventa en el terreno de la ficción”. Culminó con 10,8 millones de espectadores y después de ella llegarían títulos como El comisario, Periodistas, Hospital Central, Aída, La que se avecina y El Príncipe.

‘Médico de familia’ abrió el camino a las series de grandes audiencias

Desde los tiempos de Entre hoy y mañana, un noticiero analítico conducido por Luis Mariñas, los telediarios de Telecinco han dado muchas vueltas. Pedro Piqueras le arrebató el liderazgo a TVE y hoy los informativos de la privada son los más vistos del dial. García de Castro observa que Telecinco fue capaz de comprar la única cadena privada independiente de noticias 24 horas para convertirla en un canal de Gran hermano, y al mismo tiempo, “promover los informativos líderes de audiencia más independientes de contenido e innovadores en su formato”. También ha sido un dinamizador de la industria audiovisual y cinematográfica, con títulos tan taquilleros como Alatriste, Celda 211, Las aventuras de Tadeo Jones, Lo imposible, Ocho apellidos vascos y El Niño.

Sus informativos han conseguido desbancar a TVE del liderazgo

En el último cuarto de siglo, Telecinco ha quemado etapas: “La primera era muy llamativa, novedosa y colorista. La segunda fue madurando, ensamblando sus piezas y aprendiendo de sus crisis”, dice Villanueva. Ha evolucionado para convertirse en una cadena generalista cuyo público sería este: “Una señora de entre 35 y 65 años, de clase media, media-baja que vive en una población de más de 50.000 habitantes”. La cadena cohabita con otras que viajan en la misma flota y configuran el grupo Mediaset, al que pertenecen Cuatro, FDF, Boing, Energy y Divinity. Con las nuevas tecnologías ha cambiado la manera de ver la televisión y de consumir los contenidos. Ahora, el público interactúa de manera instantánea con los dispositivos móviles, como certifica Mujeres y hombres y viceversa.

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