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El mejor amigo del niño

En esta novela de aventuras, con un fuerte suspense, hombres y animales forman una manada, donde los papeles nunca están claros

Nina y Milo son dos primos que viven en Buenos Aires frente al parque del Rosedal. Por ese parque, como sucede en todos los parques del mundo, pasean padres, niños y perros. Entran y salen, pero hay alguien que ha hecho del Rosedal su casa: un vagabundo rumano que se llama Gudrek, un gigantón rubio con la piel que parece de cuero de tanto estar al sol y que va ataviado con un impermeable largo, en invierno y en verano, que solo deja al aire sus enormes pies descalzos. Gudrek apenas habla, duerme a la sombra de la estatua de un poeta ucranio y está siempre acompañado de sus perros: Fausto, un weimaraner plateado, y Yáñez, un perro mil leches. Ellos son su familia, su manada, sus afectos verdaderos. A pesar de su fiero aspecto, a Nina y a Milo les gusta hablar con él a escondidas de sus padres o permanecer callados a su lado, observando las idas y venidas de los paseantes.

Un día, Nina empieza a tener extraños sueños donde aparecen perros, que aúllan lastimeros mientras son golpeados. La niña no ve nunca quién los golpea, pero los sueños se repiten y no pasa mucho tiempo antes de que empiecen a desaparecer los perros del barrio. Un personaje nuevo ha aparecido en el parque: un joven huidizo que lleva tatuado en el cuello un cuchillo manchado de sangre. Nina tiene miedo, pero Milo la anima a seguir al chico como si fuera un juego. Cuando Yáñez, uno de los perros de Gudrek, desaparece, el juego deja paso a un oscuro peligro. Los sueños son cada vez más angustiosos y detallados y ni siquiera Gudrek está ahí para acompañar a los chicos, pues le han encarcelado. Nina y Milo deberán continuar solos una búsqueda que subrayará su fragilidad y les llevará a poner a prueba su coraje.

En esta novela de aventuras, con un fuerte suspense, hombres y animales forman una manada, donde los papeles nunca están claros y a veces los valientes se tornan vulnerables y los asustadizos se transforman en héroes para salvar a los seres que más quieren. Inés Garland (Buenos Aires, 1960), la autora de El jefe de la manada, acaba de ser galardonada con el Premio Nacional de Literatura Juvenil alemana por su novela Piedra, papel o tijera. Es la primera escritora iberoamericana en recibir este premio.

El jefe de la manada. Inés Garland. Siruela. Madrid, 2014115 páginas. 11,95 euros

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