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El hombre que se adentró en la condición humana

Un repaso en video a algunos de los mejores títulos de Mike Nichols

¿Quién teme a Virginia Woolf? 1966

Mike Nichols estuvo nominado a un Oscar por esta historia creada para las tablas de un teatro por el dramaturgo estadounidense Edward Albee. La obra se estrenó en Broadway el 13 de octubre de 1962; cuatro años después, el berlinés de nacimiento decidió escrudiñar la relación de Martha y George. Ese matrimonio sumido en la oscuridad de 20 de años de odios escondidos y reproches callados. Ella fue Elizabeth Taylor; él, Richard Burton. El cineasta logró una nominación al Oscar por la funesta historia de soledad del matrimonio. Taylor lo ganó, aunque nunca fue a recogerlo. 

El graduado, 1967

La intensa, lujuriosa y atrevida relación entre Benjamin Braddock —un pequeño y poco atractivo para el canon de la época, Dustin Hoffman— y Mrs. Robinson —la intensa y elegante belleza Anne Bancroft— hizo de Mike Nichols, Mike Nichols. Muchas otras piezas antes y después lo completaron. Pero El graduado, en 1967, fue el único de sus proyectos que le hizo ganar un Oscar. Rompió con lo establecido a finales de aquella década y marcó a toda una generació. "Señoras y señores, estamos a punto de comenzar nuestro descenso hacia Los Ángeles. El sonido que acabamos de escuchar es el encaje tren de aterrizaje. El tiempo es despejado en Los Ángeles; la temperatura es de 22 grados. Esperamos hacer nuestro vuelo de 4 horas y 18 minutos en el horario previsto. Hemos disfrutado de tenerlos a bordo, y esperamos verlos pronto de nuevo". Un comienzo ligero para una historia que fue salto, punto de inflexión, hito generacional y 106 minutos premonitorios de lo que vendría después. 

Conocimiento carnal, 1971

Fue la primera vez que un condón aparecía en la gran pantalla. Un treinteañero Jack Nicholson fue candidato a los Globos de Oro por su papel de Jonathan, uno de los protagonistas junto a Sandy (Art Garfunkel). Ellos, dos universitarios obsesionados con las mujeres que comparten habitación y nombre de sus anhelos: Susan (Candice Bergen). Sexo y relaciones complejas para una película a la que le costó encontrar a otra de sus protagonistas. El personaje de Bobbie pasó seis meses sin una mujer que lo encarnara. Mike Nichols pensó y rechazó a Jane Fonda, Raquel Welch, Natalie Wood y Dyan Cannon; fue Ann-Margret quien finalmente interpretó el papel por el que después fue nominada a un Oscar.

Silkwood, 1983

Cher aún no parecía otra persona. Meryl Streep y Kurt Russell tampoco habían pasado por el quirófano en aquel momento. La historia de la extraña muerte de Karen Silkwood, una obrera metalúrgica que investigaba deficiencias en la planta de procesamiento de plutonio donde trabajaba, obtuvo cinco nominaciones a los Oscar, entre otros premios.

Armas de mujer, 1988

Aquella Sigourney Weaver dominante, fresca, imponente y mandona —incluso escayolada e indefensa encima de una cama que nunca terminó de ocuparse por quien ella quería— fue nominada a un Oscar por su papel como Katherine Parker, jefa de una fresquísima Melanie Griffith que interpretaba a una motivada Tess McGill, desengañada con el amor y con una voz extremadamente aguda en el doblaje. La canción, Let the river run, de Carly Simon, ganó el Oscar a la mejor canción original.

Una jaula de grillos, 1996

La comedia protagonizada por Robin Williams, Gene Hackman, y Nathan Lane fue un cóctel de bacanales y palabras ligeras que volaban en todas las direcciones posibles. En el argumento, también había sexo, en esta ocasión para alterar la vida de una pareja homosexual, Albert y Armand. La culpa fue de su hijo Val, que muy a pesar de sus padres, quiere casarse con la hija de un senador ultraconservador. El encuentro de los consuegros será un baile frenético de poses, mentiras y posturas forzadas que podrían provocar tanto la risa como el desencanto por la falsedad.

Closer, 2004

Cuernos. Inseguridades. Mentiras. Traiciones y torbellinos emocionales. Dudas. Azar. Todo impregnado con una exquisita banda sonora firmada por Damien Rice. Eso fue Closer, la película de Nichols que respondía a esa eterna pregunta: ¿Cómo llega el amor?. Cuatro nítidos personajes protagonistas a los que dieron vida Natalie Portman, Clive Owen, Jude Law y Julia Roberts en una noria sentimental generada por un flechazo que removerá los cimientos de sus respectivas vidas.

La guerra de Charlie Wilson, 2007

Fue su último trabajo como cineasta, basado en un libro de George Crile. Acostumbrado a hurgar en la condición humana —desde los recovecos más hondos hasta el pensamiento más superficial—, no encontró del todo su sitio en medio de la acción de una tramaque intenta explicar la forma que el Congreso de Estados Unidos tiene para solucionar la invasión de Afganistán por parte de la URSS en 1979. Pero siguió hilvanando con el cinismo y la mordacidad con los que pocos son capaces de empaparlo todo. Contó con la ayuda de Aaron Sorkin como guionista, el genio creador de El ala oeste de la Casa Blanca;  y de la interpretación de Tom Hanks y el ya fallecido Philip Seymour Hoffman.

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