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ESTRENO

El secreto de ‘The Good Wife’

Fox Life emite la quinta temporada de la serie que protagoniza Julianna Margulies

La actriz Julianna Margulies, quien encarna a Alicia Florrick en 'The Good Wife'
La actriz Julianna Margulies, quien encarna a Alicia Florrick en 'The Good Wife'

The Good Wife guarda un secreto a voces que Julianna Margulies no quiere desvelar a los espectadores que comiencen a ver en España esta noche (22.00) su quinta temporada en Fox Life. Ella ya está en la sexta, pero no quiere reventarle a nadie lo que le espera a Alicia Florrick. La ganadora, de nuevo, del Emmy a la mejor actriz por su trabajo como una mujer que pasa de esposa burlada a capitanear su propia firma de abogados, también se sorprendió en su día. Pero, como recuerda sin reparo, ella solo es el vehículo. Las ideas son de Robert y Michelle King, los creadores de una serie que indiscutiblemente es de lo mejor que ofrece la edad de oro de la televisión. “Por eso, duele un poco que una temporada que considero la mejor de The Good Wife, no solo yo, sino entre la crítica y los fans, se quedara fuera de los Emmy”, se queja a este periódico.

Su discurso defiende a quienes le dieron el mejor papel de su carrera, ese que rara vez discuten con ella. “El guión no es algo a debatir con los actores”, aclaran al alimón. Ellos también se sorprendieron. Aun así, ese matrimonio que se reparten mitad por mitad las tareas de guión, producción, dirección y montaje en The Good Wife aseguran que incluso las sorpresas estaban previstas en su plan maestro, cuando hace unos seis años dieron forma a esta serie. Porque si Margulies es el vehículo, el matrimonio King es el que marca el viaje. “Es la mejor analogía que puedo dar para la serie. The Good Wife es ese gran mapa que dibujamos el primer día, pero en el que cada año trazamos una ruta donde tenemos muy claro dónde queremos llegar. Luego cada uno de los episodios nos hará parar más o menos tiempo en los lugares que vamos encontrando”, explica Robert King. Quizá recurra a la metáfora de los mapas porque él es más caótico del matrimonio mientras que su esposa, mucho más organizada, es la cartógrafa perfecta en este viaje junto a Alicia. Se les llena la boca de orgullo al hablar del trabajo de la actriz y, aunque inicialmente barajaron otros nombres como posibles protagonistas —Helen Hunt o Ashley Judd han sido mencionadas—, ahora no se les ocurre otra que Margulies para hacer de Alicia.

La intérprete también nota los cambios de este largo viaje. “Alicia ahora es más sofisticada, menos encorvada. Al principio fue la víctima. Ahora su gesto es desafiante”, describe unas características a las que ha dado cuerpo durante más de cien episodios. Y Julianna, ¿ha cambiado? “Algo, supongo, en especial a la hora de responder a una pregunta. He aprendido que antes de responder hay que esperar a que bajen los humos”, aconseja alguien, irónicamente, casada desde 2007 con el abogado Keith Lieberthal.

Los King tampoco polemizan. “Estamos demasiado ocupados para discutir”, apostilla ella. Si lo hacen, se trata de una discusión creativa en las oficinas de The Good Wife en Los Ángeles, donde se reúnen los guionistas, muchos de ellos juristas o abogados con anterioridad. La última palabra la tiene el matrimonio, Robert en cuestiones de guion y Michelle, en las de producción. A quien sí hacen partícipe de sus dudas sobre el futuro de la serie es a su hija Sophia, de 14 años, con quien comparten a la hora de la cena “el problema del día” y la adolescente les da ideas, especialmente en cuanto a la selección musical se refiere.

“Cada año tenemos muy claro dónde queremos llegar”, dicen sus creadores

Como dijo David Mamet y a los King les gusta parafrasear, si escribir un guion cinematográfico es una maratón, “escribir para televisión es correr hasta caer muerto”. Sobre todo en televisión generalista, de unos 22 o 23 episodios por temporada, en lugar de los 12 de que disfrutan las producciones de cable. “Pero así tenemos el lujo de conocer muy bien a nuestros personajes”, apostilla Margulies.

Los King también disfrutan de lo que tienen planteándose su trabajo como si realizasen dos temporadas a la vez, dividiendo así sus travesías en sendos bloques de 11 episodios. Lo que más disfrutan del viaje es la dirección y el montaje. ¿Lo que menos? Ironía de ironías, cuando todos alaban su escritura y la televisión se considera la nueva literatura: el acto de escribir. “Siempre lo dejamos para el último momento”, dice Robert, aunque, como le recuerda Michelle, es el mal necesario. Ese que, por ellos, pretenden continuar hasta la séptima temporada y decir entonces su adiós a este largo viaje.

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