_
_
_
_
_

'Gomorra': mafia sin glamur en la pequeña pantalla

Tommaso Koch
Escena de la serie italiana 'Gomorra'.
Escena de la serie italiana 'Gomorra'.

La mafia mata. Asesina, despedaza, quema, derrite en ácido y demás amabilidades. No hay espacio para el glamur del cine, al menos en la realidad italiana. No hay mafiosos de honor y líderes de atractivo irresistible sino capos sin piedad ni, a veces, alfabetización. Tipos como el siciliano Totó Riina, cuyas manos quitaron la vida a más de 40 personas, o como Francesco Sandokan Schiavone, capaz de matarte solo por mirarle de reojo. De este último y del cáncer llamado camorra escribió Roberto Saviano en un libro que dio la vuelta al mundo, le regaló la fama y le costó una vida rodeado de guardaespaldas: Gomorra. De esa obra nacieron una película, de Matteo Garrone, que obtuvo el premio del Jurado en Cannes en 2008, y un espectáculo de teatro. Ahora, Gomorra también es una serie, producida por Sky y que se emite en España cada lunes en laSexta y está disponible en Wuaki.tv.

Bastan los títulos de créditos para entender Gomorra. La serie. No contienen melodías intrigantes o montajes seductivos, tan solo unos pocos segundos en los que aparece el título de la obra. Nada más, puro y duro como la vida misma. Y como la camorra, una organización tan salvaje que Antonio Iovine, excapo ahora supuestamente arrepentido, declaró hace poco que había llevado a cabo “tantos homicidios” que le resultaba imposible recordarlos todos.

Y así lo narra Gomorra, que cuenta con el propio Saviano entre los creadores y guionistas. Sin embargo, la serie recoge del libro solo la atmósfera y algunos episodios concretos –por ejemplo, la repugnante prueba del pis y la confianza- y acuña una nueva historia con personajes ficticios que bien podrían ser cualquiera de los sicarios que pueblan ciertas zonas del sur de Italia. Todo rueda en torno al clan de Pietro Savastano, jefe sin escrúpulos que sus súbditos reverencian como un Dios. Ya en el primer episodio conocemos también a su mujer, la inmutable doña Imma, a su hijo, el inmaduro Genny, y a su mano derecha y quizás auténtico protagonista de la serie: Ciro, el inmortal, cuyo apodo da fe de su capacidad de supervivencia.

Alrededor de estos pilares se mueve una masa humana donde sobran los tipos despreciables y escasean los héroes. Narcotraficantes, asesinos a sueldo, topos y traidores pueblan las secuencias de Gomorra, que también habla de hombres de negocios del norte de Italia, en apariencia respetables pero podridamente corruptos. Quizás sea un guiño a uno de los caballos de batalla de Saviano, que enfurece a la Liga Norte: la mafia no es cosa de cuatro regiones del sur, sino un problema de todo el país, incluso del mundo.

Difícil es también no quedarse atrapado por el ritmo frenético y las impecables secuencias de Sollima. El director ha vuelto a escoger actores prácticamente desconocidos y ha conseguido emular el éxito de Roma Criminal: Gomorra ha sido la serie más vista de la historia de la televisión de pago en Italia, ya tiene confirmada una segunda temporada y el lunes 22 llega incluso a las salas de cine italianas. Vendida a más de 50 países, la obra ya ha superado con creces la prueba del estreno en Reino Unido, a la espera de medirse pronto con el público de EE UU. De hecho, muchos italianos, tan dados a la autocrítica como los españoles, se han “sorprendido” de que una serie así pudiera salir de su país.

Sin embargo, y pese a que algunas secuencias fueron rodadas en España, Gomorra. La serie es italianísima. Y cualquiera que entienda el idioma que se habla en la bota está calurosamente invitado a disfrutarla en lengua original. Eso sí, son imprescindibles los subtítulos, incluso para los autóctonos. De hecho, así se emitió en Italia, en una elección que causó cierta polémica. Pero el director quiso mantener el dialecto napolitano, a veces terriblemente cerrado, para que la obra resultara más verosímil.

Aparte del idioma, Gomorra. La serie ha sufrido más ataques. El presidente de la municipalidad de Scampia, uno de los nidos más célebres de camorristas, se negó a conceder el permiso para rodar allí. En los días previos al estreno, aparecieron por Nápoles y alrededores carteles en contra de la serie. Y, hace dos meses, una investigación de la policía concluyó con tres detenciones en el clan Gallo-Pisielli: supuestamente, le habrían cobrado a la productora de la serie el pizzo [el impuesto mafioso] por dejarle filmar en la villa de un capo. Sería, desde luego, una terrible paradoja y una mancha sobre una historia de éxito y calidad. Pero hablamos de mafia: el final feliz es una excepción.

Comentarios

Siempre me he preguntado cual será la diferencia entre fundir y derretir, pero de una cosa estoy seguro: el ácido no derrite, el ácido disuelve.Y el libro no era una novela, no era ficción.
Que manía de seguir vendiendo esto como algo más que una historia de mafiosos. Menuda tontería. He visto la serie y me ha parecido muy buena, quizás no tanto como the wire o los soprano, pero se le acerca, pero poner que es una denuncia y no un entretenimiento es una soberana estupidez.
Muy buena serie, con un terrible doblaje al español, está claro que la mejor manera es disfrutarla en versión original con subtítulos,
Los espanholes se cagan las peliculas y series doblandolas. Vamos evolucionen y disfruten las cosas en su idioma original!!!Porque traducir todo? Y fuera de eso pronuncian todo mal despues. google lo pronuncian guguel, que es eso?O se pronuncia en ingles: gugol o en espanhol gogle, pero no gugel, que mierda es esa????
Una serie espléndida, de lo mejor que he visto. Eso si, indispensable verla en V.O. con subtítulos, te mete mucho en el contexto con el dialecto napolitano, a parte de que el doblaje al castellano es pésimo, tanto voces como la traducción.
Disiento con todos los comentarios me parece una serie chata y con protagonistas si carisma, se les olvida un detalle importante la participación policial, estoy viendo breaking bad y la diferencias interpretación son abismales.
La serie es una maravilla ,en versión original y con subtítulos,la traducción nefasta y la sexta con dos capítulos al día e intermedios de 7 minutos la remata en España.Francamente siempre vamos a lo mismo soprano,wire,etc.Esta serie es (con respecto a la mafia ) muy superior a las comentadas .Ahora Roma criminal es mucho mucho mejor aunque más antigua
Sobre el comentario de Breaking Bad: si comparas cualquier cosa con Breaking Bad, todo parecerá muy muy malo.Tengo ganas de ver a ver que tal, aun que decepción seguro
Pues quizá sea quemado en la hoguera por herejía, pero ahí va...la pongo entre las mejores series de la historia. Sí, junto a todas esas (Los Soprano, Breaking Bad...). Me parece una auténtica maravilla, una brutalidad que te mantiene pegado a la pantalla y lo más sorprendente, como cuenta Koch, es que lo hace sin incluir a un sólo personaje que caiga bien al espectador. Estamos acostumbrados a ver en la pantalla a criminales, a psicópatas o a tipos de "moralidad cuestionable", pero esos tipos, como Hannibal Lecter, Omar Little, Walter White, Jesse Pinkman, Tony Soprano o, por seguir en Italia, con los protagonistas de Roma Criminal, etc. son tipos que acaban cayendo bien, con los que "simpatizas", pero en Gomorra eso no pasa. Todos te parecen despreciables y acabas horrorizado con lo que ves. Por poner un ejemplo (POSIBLE SPOILER), no recuerdo ninguna serie en la que muestren al teórico protagonista (Es una serie coral, pero parece que nos ponen en los ojos de Ciro) torturando a una adolescente con todo lujo de detalles.
En breve, "Gomorra", la camiseta. Supongo que la vocación crística de Saviano debe costarle un congo en guardaespaldas. La serie debe de darle pingües dividendos al joven mesías del eterno tópico de la "Italia secuestrada". Allí, la serie encandila porque el victimismo social y espectatorial satisface a todos, es la coartada perfecta para seguir viendo la tele y curarse en salud, en vez de salir a la calle y cambiar las cosas; fuera de italia, el éxito es otra coartada diferente: "Qué mal están allí" (donde subyace el "somos mejores, no somos tan corruptos como ellos"). Lo dicho, Saviano es un lince cuya vocación martiriológica le pone en loor de santidad... mientras nos vende "indignación" a espuertas. (Sé que este comentario va atraer críticas de sus acérrimos fans, lo que indica que entre Saviano y Brian de Nazareth no hay gran diferencia).
Estoy deacuerdo con algunos de los comentarios, la serie esta muy bien pero el doblaje pienso que no esta a la altura hay que verla en verion original VO. y os aseguro que os enganchara desde el principio.
Para mi la serie esta muy llevada, me gusta, pero estoy deacuerdo en muchos de los comentarios que se esta haciendo, porque doblan algunas series tan mal? lo hacen aposta? para eso es mejor ponerlas en version VO. y subtituladas, estaria mucho mejor asi.
No vi aún la serie, pero si es la mitad de buena que Romanzo Criminale, me doy por satisfecho.
Cuanto sabiondo por aquí. La serie está que te cagas y punto
La serie la intrerpretcione bien pero la musica una cagada
En relación a los muchos comentarios que hablan sobre el doblaje de la serie, decir que en mi opinión no es que el doblaje sea malo. Considero que traducir una serie del napolitano a cualquier otro idioma se hace harto difícil. El napolitano es una idioma con una entonación que no es doblable al catellano, ni siquiera al italiano. El napolitano es un idioma de calle por así decirlo, con lo cual el intentar doblarlo me parece un error. El símil sería como querer doblar una serie de jerga malagueña ambientada en los barrios de la ciudad al castellano, quedaría mal aunque los dobladores fuesen de lo mejorcito. La serie gomorrah cambia tanto del napolitano a la versión doblada al castellano que para mi son como dos series distintas. En napolitano es una obra maestra, en castellano una cagada. Vedla en VO subtitulada si la queréis disfrutar
PS El napolitano no es un dialecto, es un idioma no reconocido

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_