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Cine ‘indie’ de los años veinte

El festival de Sundance inaugura nueva etapa en Los Ángeles en el antiguo teatro United Artists

Toni García
Vista general del teatro United Artists en Los Ángeles.
Vista general del teatro United Artists en Los Ángeles.

En 1926, United Artists abrió en Los Ángeles uno de sus tres cines en Estados Unidos. Los otros dos, en Chicago y Detroit, nunca adquirieron la fama y el prestigio de su hermano californiano, probablemente porque no aspiraban a ello.

Mary Pickford, una de las actrices más legendarias de la historia del cine y una de las responsables (junto a D. W. Griffith y Charlie Chaplin) del nacimiento de United Artists —considerado el primer estudio independiente de la historia y aún a día de hoy un referente para los cinéfilos que desconfían de las multinacionales que rigen Hollywood—, fue la encargada de escoger al arquitecto y de supervisar el proyecto. Pickford eligió a C. Howard Crane, que se basó en el diseño de la catedral de Segovia para concebir el teatro más espectacular de Los Ángeles y uno de los más singulares del mundo.

El cine permaneció cerrado durante años hasta que la cadena de hoteles Ace lo compró (junto al edificio contiguo), restaurándolo totalmente y uniéndose así a la campaña Bringing back Broadway, que durante los últimos seis años se ha dedicado a la recuperación de los míticos teatros del downtown de Los Ángeles: el Roxie, el Palace, el State, el Orpheum o el Globe. “Para nosotros era primordial recuperar el espíritu del teatro y respetar su maravillosa arquitectura original. El United Artists es uno de los edificios más bonitos del mundo y no había ninguna necesidad de reinventar nada. Creo que esa es una de las razones por las que Sundance se ha encontrado cómodo trabajando con nosotros”, cuenta Kelly Sawdon, una de las responsables de Ace en Los Ángeles.

Sawdon habla de Sundance porque su compañía y el prestigioso festival de cine fundado por Robert Redford han unido fuerzas para una de esas aventuras con sabor a éxito: un evento cinematográfico de cuatro jornadas (que se ha celebrado estos días) en el United Artists que se ha convertido en la primera pata estadounidense de Sundance fuera de su cuartel general en Utah (el festival cuenta ya con una sede en Londres): “Para nosotros es muy importante permanecer fieles a nuestro ideario, por así decirlo, y es la razón por la que empezamos con Sundance en primer lugar. Este evento en Los Ángeles nos da la oportunidad de programar las películas más atrevidas que han pasado por el festival en un marco fantástico”, cuenta Trevor Groth, director de programación del Sundance Next Gen, como han denominado al certamen. Groth sonríe cuando se le pregunta por el paralelismo entre la historia de United Artists y su empeño en operar al margen de los grandes estudios hollywoodienses y la voluntad de Sundance de representar al cine independiente estadounidense cuando este aún estaba en pañales: “Por supuesto, tenemos mucho en común y creo que el rol de United Artists en la historia del cine es indiscutible: un estudio formado por los propios artistas que producía lo que algunos consideraban imposible. Creo que Sundance cumple un rol semejante en otros términos y permite a muchos artistas que trabajan con sus propios recursos mostrar al mundo lo que son capaces de hacer. Hay muchos festivales en el mundo, pero Sundance fue el pionero a la hora de apostar por este tipo de cine”, subraya Groth.

La sala está inspirada en la catedral de Segovia y ha sido restaurada en los últimos años

El Next Gen, con todas las entradas vendidas con semanas de antelación, ha unido además dos disciplinas que últimamente parecen estar pegadas: música y cine. Así, después del pase de la hilarante Life after Beth (con presencia en la sala de los actores Dan DeHaan y Aubrey Plaza) los espectadores pudieron asistir a un concierto de Father John Misty y el público de Imperial dreams disfrutó de Tinashe. Para Groth, que no quiere mojarse sobre el futuro del festival, Sundance no busca expandirse a cualquier precio: “Esta alianza con Ace tiene todo el sentido para nosotros y esperemos que ayude a la recuperación de la avenida Broadway de Los Ángeles, pero preferimos ir paso a paso porque sabemos que es la mejor manera de construir una asociación sólida. Ya habíamos probado antes el Next Gen en Los Ángeles, en distintos teatros simultáneamente y nos apetecía experimentar con una fórmula distinta, concentrándonos en una sola sede. Ahora estudiaremos qué tal ha salido el cambio”.

El festival, que arrancó con una sesión especial del filme de culto Napoleon Dynamite (cuya première original en 2004 tuvo lugar, precisamente, en Sundance) que este año cumple una década, ha recibido la visita de docenas de actores y directores, entre los que destacaban John Boyega, Jason Schwartzman, Adam Wingard o Nicolas Winding Refn. Ahora el teatro, a pleno rendimiento, se prepara para albergar conciertos, películas y representaciones escénicas aunque el objetivo a medio plazo sea bastante más ambicioso, como relata Sawdon: “Sundance es un gran paso para nosotros y es el primer escalón para dinamizar esta zona de Los Ángeles desde las artes. Nosotros creemos que la cultura es imprescindible, y que sirve para aglutinar a nuestros vecinos y mejorar la vida de los barrios en los que trabajamos. Nos gustaría ver muchos más teatros abiertos en el downtown. Eso significaría que hemos conseguido el objetivo primordial, transformar el barrio desde dentro”.

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