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Un mar de espigas

Cada cuento de Escapa en 'Mientras nieva sobre el mar' transmite una sensación distinta

Que uno sepa, Pablo Andrés Escapa (León, 1964) es autor de tres colecciones de cuentos (Las elipsis del cronista, Voces de humo y este último), una novela (corta), Gran Circo Mundial, y un hermoso libro, un barullo de sueños y desvanes de memoria, donde cabe una infancia y el recuerdo de películas de antaño, Cercano Oeste (Los Libros de Camparredonda, León, 2012); un libro éste que lleva una nota biográfica, maravillosamente miniada: de ahí me apropio de esto, “dio en hacerse cuentista, que es el más libre todos los trabajos de letras”, y también de esto otro que explica lo de escribir, “para dejar memoria de las provincias más difíciles de asentar: las que tiemblan en el alma y solo es posible sostener con la ilusión de la palabra”.

A Escapa, en sus cuentos, el azar le altera la realidad, trasladándonos a otra, y así, en medio de un mar de espigas, donde vive, tierra adentro, fantasía leonesa, un hombre solitario, un náufrago de la vida, recibe, por error, por azar, un faro desmontable, a tamaño natural, y viene con instrucciones; y las sigue, y descubre su vocación de farero en mitad de esos trigales, y se refugia con sus libros, que contienen las palabras, y se deja mecer por las mareas, que ensanchan su retiro, y acaba descubriendo una botella con una tarjeta de visita de náufrago.

Náufrago que se visibiliza en el último de esta maravillosa colección de historias, raras, diferentes, donde los trigales se mudan en mares, y donde los montes acogen la nieve antes de hacerse agua. Todos estos relatos —ninguno es igual, cada uno exige del lector una atención diferente, y éste recibe a cambio una sensación distinta—, se sostienen, sí, con la ilusión de las palabras, con las letras con las que se hacen las palabras, ordenando con ellas el caos de la realidad, una realidad confundida con el azar de los sueños, esas palabras que traen noticias del hijo de ultramar a esa mujer, en ese papel que lleva ese niño-cartero, testigo y narrador, como lo es el escritor; esas palabras —la fuerza de las letras, su sentido— que se escriben en la piel de los caballos salvajes, esos tarpanes de tierras asiáticas, tartáricas, en donde se refugia, huyendo de amores contrariados, un náufrago de los inconvenientes de la vida. Este relato, ‘Tarpanes’, es bellísimo, y te lleva a aquel otro de Bolaño, de aquel grafitero celestial que escribía mensajes de amor en el papel azul del cielo con el humo de su aeroplano. Pablo Andrés Escapa, un autor.

Mientras nieva sobre el mar. Pablo Andrés Escapa. Páginas de Espuma. Madrid, 2014. 134 páginas. 14 euros

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