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Un poeta para el transporte de ganado

La edición bilingüe de los versos de John Berger completa el universo del narrador inglés

Javier Rodríguez Marcos
El escritor John Berger, en Madrid en 2010.
El escritor John Berger, en Madrid en 2010.Gorka Lejarcegi

Hay autores que deberían escribir siempre en primera persona del plural. John Berger, por ejemplo. Dibujante, historiador del arte, novelista, cuentista y ensayista, Berger (Londres, 1926) es, más que un solo escritor, toda una multitud. Y en esa multitud, puede que a su pesar, también hay un poeta. A su pesar porque él insiste en que llamarse poeta es igual que llamarse sabio o santo, algo que dicen de uno pero que uno no puede decir de sí mismo.

Tal es la altísima idea de la poesía que tiene alguien que ha escrito en prosa obras maestras como Modos de ver, Una vez en Europa o Hacia la boda. Otra de sus ideas es esta: los poemas no se parecen a los cuentos ni siquiera cuando son narrativos. Todos los cuentos, dice, tratan de alguna guerra —terminan en victoria o derrota— mientras que los poemas atraviesan el campo de batalla socorriendo a los heridos y escuchando a los que deliran. Por eso están más cerca de las oraciones, porque ofrecen algún tipo de paz. Así al menos son los que escribe John Berger: un réquiem, una acción de gracias, un modo de dar fe. Y así suenan: claros, impresionistas, narrativos a veces, a veces sapienciales. “El frío es el dolor de creer / que nunca volverá el calor”, dice.

El escritor británico fue salpicando con versos propios sus novelas y ensayos hasta que se decidió a reunirlos en Páginas de la herida (Visor). Rondaba los 70 años. El volumen publicado ahora por el Círculo de Bellas Artes de Madrid amplía aquel primero con “prácticamente” —dicen los editores— todos los poemas escritos por Berger entre 1955 y 2008. El orden del volumen, establecido por el propio autor, es cronológico, pero sorprende la unidad de la voz y la unidad de los temas que trata: el amor, el arte, la desaparición del mundo rural, la dureza de la emigración y la capacidad de las palabras para dar cuenta de todo lo anterior. El mismo mundo, en fin, de sus ensayos y de sus novelas, sin separar la belleza de un Vermeer de la dureza de la puerca tierra: “Transportamos poesía / como los trenes de mercancía del mundo / transportan ganado. / Pronto los lavarán / en las vías muertas”.

Poesía. John Berger. Traducciones de Pilar Vázquez, Nacho Fernández R. y José María Parreño. Círculo de Bellas Artes. Madrid, 2014. 266 páginas + CD. 18,50 euros

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Sobre la firma

Javier Rodríguez Marcos
Es subdirector de Opinión. Fue jefe de sección de 'Babelia', suplemento cultural de EL PAÍS. Antes trabajó en 'ABC'. Licenciado en Filología, es autor de la crónica 'Un torpe en un terremoto' y premio Ojo Crítico de Poesía por el libro 'Frágil'. También comisarió para el Museo Reina Sofía la exposición 'Minimalismos: un signo de los tiempos'.

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