_
_
_
_
_

Antony Hegarty: “La Tierra es una hembra”

El vocalista, que se identifica como transexual, es un miembro activo del movimiento feminista

Diego A. Manrique
Antony Hegarty durante un concierto en Madrid en 2009.
Antony Hegarty durante un concierto en Madrid en 2009. Claudio Álvarez

Antony Hegarty (Chichester, Reino Unido, 1971) lleva varios días instalado en un hotel madrileño, próximo al Teatro Real. Así que ya sabe que el loro que habita en el jardín cubierto del hotel se llama Curro. Intenta mantener un diálogo con la criatura: el animal lanza hirientes graznidos y Antony responde con melodías silbadas. Todavía no hay conexión, sospecho. Le asombra saber que Curro era un nombre frecuente entre flamencos o bandoleros, un diminutivo derivado de Francisco. Buena oportunidad para preguntarle su opinión sobre el Papa. Habla de su "preocupación social" antes de escaparse por la tangente: "Realmente, no tengo suficiente información sobre él". Confiesa que, pese a su sociabilidad, le cuesta ponerse en modo de entrevistado: "Cuando estoy de promoción puedo estar hasta brillante, pero en la vida diaria soy demasiado tímido".

Más información
El universo de Antony & the Johnsons toma el Teatro Real
Choque de trenes en el Teatro Real
Llanuras de tedio, picos de genialidad
"Un transexual es como un animal salvaje"

Desconfía, además, de los periodistas: "Mi diario favorito es The Guardian, aunque hace poco tuve una bronca con uno de sus reporteros. Ya conozco el modelo. Pueden mostrarse respetuosos, puede que incluso que el periodista sea gay, pero al final se les escapa: como transexual, te consideran una especie de monstruo. Al final, necesitan soltar alguna frase tóxica sobre mi anatomía".

Le aseguro que estoy más que interesado por lo que pueda compartir sobre su visión femenina del mundo, especialmente su participación en un colectivo neoyorquino llamado Future Feminist Foundation. ¿Tienen algún tipo de manifiesto?, pregunto inocentemente. Me riñe: en inglés, asegura, manifesto es una palabra machista, ya que usa el prefijo man (hombre). Le intento explicar que eso no tiene sentido en español. Y tampoco en inglés, imagino, dado que la etimología de la palabra nos lleva al latín manus, es decir, “mano”.

En el universo de Antony, el lenguaje es un campo lleno de minas que hay que detectar. Una vez desactivadas, procede a hablar con mayor tranquilidad: "Estamos viendo el resultado de tantos siglos viviendo bajo diversos monoteísmos patriarcales: cada día nos acercamos más a una hecatombe ecológica, si no hay antes una guerra atómica. Debemos girar hacia un paradigma más femenino. Más estrógenos y menos testosterona, es mi lema. Necesitamos recuperar la sabiduría de las brujas, de las sacerdotisas de religiones anteriores al cristianismo: ellas sabían que la Tierra es una hembra. Los ciclos de las mareas son el equivalente a la menstruación. Es la mujer quien está íntimamente conectada con el universo, no el hombre".

Es la mujer quién está íntimamente conectada al universo, no el hombre

Y no saquen a relucir los casos obvios de Margaret Thatcher, Benazir Bhutto o Indira Ghandi: "Podían ser anatómicamente mujeres, pero sus patrones de comportamiento eran masculinos. Eran agresivas, nada abiertas a expresar sensaciones". De repente, Antony decide parar: "No soy bueno teorizando. Leo pocos libros, aprendo más de conversaciones con gente más instruida que yo".

Hablemos, pues, de su oficio. Hace diez años, Antony salió del underground gracias al apoyo decidido de artistas establecidos como Lou Reed y, a otra escala, Rufus Wainwright o CocoRosie. En los últimos tiempos, sin embargo, se ha integrado perfectamente en el circuito de la alta cultura, lo que le permite actuar con orquestas sinfónicas en teatros de ópera. ¿Se siente utilizado o se trata de un plan perfectamente meditado? Se toma su tiempo para responder. "Esencialmente, lo que yo hago es teatro. Después de haber conocido los peores camerinos del mundo, en el downtown de Manhattan, estoy feliz de llegar a sitios sagrados, como es el Teatro Real. En mi anterior estancia en Madrid, cuando hice Vida y muerte de Marina Abramovic, recibí un trato exquisito. Había personas que se ocupaban de que mi peinado fuera perfecto, de que no hubiera ni una mota de polvo sobre mi ropa. No siento ningún complejo de culpa por ocupar un lugar en este mundo".

Los trans somos perfectos, hombres enriquecidos por la femineidad

Lo considera como un reconocimiento de la nueva visibilidad de los transexuales. "Durante siglos, las mujeres estuvieron alejadas de los escenarios: eran hombres quienes interpretaban sus papeles. Los trans somos perfectos: podemos tener cuerpos de hombre, pero nuestra percepción está enriquecida por una sensibilidad femenina". Vuelvo a insistir: ¿y si se trata de una moda, de un capricho, de una concesión oportunista de los dirigentes de la cultura institucional? "Ya lo he pensado, pero en 2012 programé el festival Meltdown, en Londres. Y conseguí que Marc Almond interpretara completo uno de sus discos menos reconocidos, Torment and toreros. Marc sufrió muchas indignidades con [el dúo que componía con David Ball] Soft Cell, le censuraban en Top of the Pops y demás programas de televisión, era demasiado mariquita. Ahora, sin embargo, está reconocido como uno de los tesoros artísticos del Reino Unido. Estamos avanzando, no hay retroceso posible".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_