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Tarantino: “Con el formato digital, el cine como yo lo conocía está muerto”

El cineasta acude a Cannes para celebrar los 20 años desde la Palma de Oro a ‘Pulp fiction’ y para cerrar el festival con una proyección de ‘Por un puñado de dólares’

Tommaso Koch
Quentin Tarantino, en el Festival de Cannes.
Quentin Tarantino, en el Festival de Cannes. Virginia Mayo

En Cannes hay colas para todo. Aunque también hay matices. Una espera normal caracteriza prácticamente toda proyección. Para las películas ineludibles o citas como la master class que ofreció Sofía Loren, la fila se alarga notablemente. Y luego está una situación que se podría resumir como: rueda de prensa de Quentin Tarantino anunciada de un día para otro. Traducido en colas, significa decenas de fotógrafos e incluso los redactores con las acreditaciones más privilegiadas esperando ya desde una hora antes de la aparición del cineasta. De ahí que cuesta imaginar lo que pueda ocurrir esta noche, cuando a las 21.30 el director presentará en el cine que Cannes tiene en la playa una proyección de libre acceso de Pulp Fiction que celebra los 20 años desde que el filme ganó la Palma de Oro y a la que acudirán también Uma Thurman y John Travolta.

El cineasta, como es habitual en él, arrancó disparando ráfagas de palabras, con un homenaje a los espaguetis western que tanto ama y sobre todo a Por un puñado de dólares, cuya edición restaurada, presentada precisamente por Tarantino, cierra mañana el festival. Y, justo después, el director alabó también los 35 mm, el formato en el que se proyecta esta noche su Pulp Fiction: “El hecho de que ya no se presenten películas así significa que la guerra está perdida. No lo entiendo. Con el formato digital, el cine como yo lo conocía está muerto. Se ha convertido en ver la televisión en público, y si tengo una gran pantalla en casa no veo por qué debería hacerlo”.

Los fuegos artificiales del principio llevaron a centrar muchas preguntas en la victoria del digital sobre el cine que anunció el cineasta. “Creo que para esta generación es demasiado tarde, pero espero que la siguiente recupere lo que se ha perdido”, afirmó Tarantino. Y el show continuó, al ritmo frenético que el cineasta impone a sus frases y su entorno. “Daré por hecho que estás exagerando”, le soltó Tarantino a un periodista que le refirió que Godard había dicho de él que es un “hombre pobre”. Y a un redactor de Bangladesh le dijo que adoraba su voz y preguntó en la sala si había “alguien de Pixar” para ficharle.

Ovacionado a su entrada en la sala, el cineasta se mostró encantado con la atención mediática que todo lo que hace despierta: “Francamente no es una presión que sienta. Quiero que la gente se espere mucho de mí, quiero que haya gran expectación por mi siguiente trabajo”, defendió Tarantino, en su séptima aparición por la Croisette. La primera fue en 1992, cuando presentó fuera de competición Reservoir dogs. Desde entonces, el cineasta ha llevado hasta Cannes Kill Bill vol. 2, Death proof y Malditos bastardos, además de presidir el jurado en 2004. Por cierto, premió a Fahrenheit 9/11.

Tanto le gustan sus películas que él mismo las ve una y otra vez: “Cuando estoy delante de la televisión y abro el menú de los filmes, si hay uno mío lo pongo siempre. El otro día transmitían Kill Bill vol. 1 y pensé: ‘Voy a ver el principio’. Y vi hasta el último puñetero título de créditos”. Tarantino reconoció que la Palma de Oro que ganó en 1994 es el trofeo que ocupa el lugar más importante en su casa de los muchos que ha acumulado a lo largo de su carrera. Y aclaró por qué nunca emplea una banda sonora original para sus películas: “Necesitaría fichar a un compositor que sea capaz de darle un alma al filme. Y no confío en nadie hasta ese punto”.

Al fin y al cabo, la confianza de Tarantino en su entorno debió de verse afectada también por la reciente filtración del guion de uno de sus nuevos proyectos, The hateful eight. En su momento el director aseguró que renunciaría al filme, aunque finalmente acabó participando en una lectura del guion ante el público, junto con Tim Roth. “Ya me he calmado. Hasta quiero volver a organizar lecturas con otros guiones, aunque quizás no públicamente. Estoy terminando el segundo borrador de The hateful eight. No sé qué haré: quizás lo ruede, quizás lo publique o tal vez lo convierta en una obra de teatro”. Haga lo que haga, será un show.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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