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Idris Elba: de gánster a leyenda

El actor británico, conocido por su papel de traficante en la serie ‘The wire’, encarna a Nelson Mandela en la que es, según él, la interpretación de su carrera

Toni García
Idris Elba, protagonista de 'Mandela: largo camino a la libertad'.
Idris Elba, protagonista de 'Mandela: largo camino a la libertad'.

Muchos le consideran el sustituto natural de Denzel Washington; otros le colocan en la carrera para ser el primer James Bond negro de la historia; los amantes de la televisión le recuerdan por su papel de Stringer Bell en la legendaria The wire y los del cine por sus personajes en Thor o Prometheus. Ahora Idris Elba (Londres, 1972) se enfrenta al mayor reto de su carrera con Mandela: del mito al hombre (que se estrena en España el próximo 17 de enero), donde da vida al recientemente desaparecido icono de la lucha contra el apartheid y símbolo de la reconciliación en Sudáfrica, Nelson Mandela.

Elba recibe a EL PAÍS en la azotea de un hotel de Toronto, donde se celebra el festival de cine. Viste bermudas, camiseta blanca y calza unas chanclas. Su humor espléndido y su look informal responden —seguramente— a la magnífica recepción que la crítica acaba de dispensar a su última película. “Noté la emoción en la sala, como la audiencia nos acompañaba hasta el final, y eso es siempre reconfortante para un actor”, confiesa. El británico lleva una década postulándose como uno de los mejores de su generación, capaz de combinar los taquillazos con películas más pequeñas hasta llegar a Mandela: del mito al hombre, “la película más importante de mi carrera”. “Piénsalo así, un tipo entró en una celda. Lo que era antes de llegar allí murió en ese mismo momento. Años después nació otra persona, una persona que él mismo forjó en las paredes de esa prisión. Ese detalle te ayuda a reflexionar sobre su extraordinaria personalidad. En la película hemos tratado de reflejar esa transición, que no hemos podido ver y era muy importante para contar quién era”.

El filme, dirigido por Justin Chadwick, presenta un retrato que —especialmente al inicio— no busca ser complaciente con Madiba: “Fue muy importante para mí que la película no tratara de canonizarle sino que hablara de él, que de algún modo nos diera más perspectiva sobre lo que tratábamos de contar. Hablé con Zindzi y Zenani, las hijas de Mandela, y todo lo que me dijeron fue ‘muéstrale como un hombre y no como un santo’. Cuando era joven no era el tipo simpático al que todo el mundo quería, hacía cosas poco encomiables. ¿Recuerdas la escena en que tira a su mujer al suelo y vemos como va a pegarla? No quisimos endulzar al personaje y el propio señor Mandela nos dio permiso para hacer lo que queríamos hacer. Eso también habla bien de él”.

Idris Elba, como Nelson Mandela en un fotograma de 'Mandela: del mito al hombre'.
Idris Elba, como Nelson Mandela en un fotograma de 'Mandela: del mito al hombre'.

El actor no pudo reunirse con el líder sudafricano (“ya estaba demasiado enfermo”) aunque sí lo hizo con su exmujer Winnie y varios miembros de la familia, además de pasar casi tres meses en el país antes de empezar a rodar: “Analicé lo que era importante, la historia del Congreso Nacional Africano, la migración de las tribus y su influencia en la lucha por acabar con la segregación, más allá del apartheid. Traté de entender cómo hablaba, cómo funcionaba desde un punto de vista puramente lingüístico, cómo era su entorno familiar. Después, ya en Sudáfrica, me empeñé en oír historias sobre su legado o su maravillosa forma de bailar. También estudié cómo hablaba”, cuenta Elba, que bromea con el peso de la figura de Mandela en la historia moderna. “Tío, hay tres personajes esenciales para entender a la humanidad: Jesús, Ronald McDonald y Nelson Mandela”.

Elba, un hombre propenso a la agitación permanente (escribe, pinta, pincha, actúa y planea dirigir en breve), recuerda que la película ha dejado en él un poso distinto a otros trabajos. “He tenido una vida personal muy movida este último año, no es algo en lo que quiera entrar, pero me ha afectado mucho y me ha pasado mientras rodaba esta película. Mandela me ayudó a lidiar con ello sin ni siquiera haberle visto. Tan solo estudiándole, aprendiendo de su paciencia, de su dignidad, de su serenidad… Yo soy todo temperamento y no nos parecemos en nada, pero leerle y entenderle me ayudó mucho”. El británico no deja que la entrevista acabe sin reivindicar al personaje que le ha traído hasta aquí: “Stringer Bell fue quien me puso en el mapa, es ese papel el que les dijo a algunos que podía actuar. Bell estaba escrito de maravilla, The wire era increíble, y sería absurdo negar que eso me ayudó muchísimo como actor. Creo que puedo decir que sin Stringer Bell nunca hubiese llegado a Mandela”.

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