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Las colas vuelven por donde solían

El éxito de Yelmo y Cinesa con entradas a 3,50 euros confirma el interés popular por el cine en salas si el precio es menor

Gregorio Belinchón
Colas en los madrileños cines Cinesa Príncipe Pío.
Colas en los madrileños cines Cinesa Príncipe Pío.samuel sánchez

Por si no había quedado claro tras la Fiesta del Cine, los espectadores lo han dejado clarísimo. Tanto hablar en los últimos años sobre nuevas formas de consumir las películas en otras pantallas, y en cuanto se rebaja sustancialmente el precio de las entradas retornan las colas a las salas comerciales. El éxito de los tres días de entradas a 3,50 euros en Cinesa y Yelmo confirma que el tsunami de la Fiesta del Cine no fue solo un acontecimiento puntual, motivado por el factor de “participar en el evento”... y que la guerra entre exhibidores no conoce tregua.

Ha sido un éxito para las dos cadenas, pero acentúa esa guerra, reventando algunos acuerdos que habían alcanzado hace dos semanas en una reunión sectorial posFiesta del cine. De los pasados lunes a miércoles, las cadenas Yelmo y Cinesa pusieron sus entradas a 3,50 euros. Y si la primera casi ha triplicado sus espectadores, la segunda los ha multiplicado por cuatro, según datos aportados por ambas empresas. Como cuenta un peso fuerte de la industria, “la gente apoya estas iniciativas: son gritos de atención y de reafirmación de pasión por la gran pantalla”.

En Yelmo se requería ser fan de su empresa en Facebook para obtener un código a canjear por una entrada a 3,5 euros en cualquiera de los 36 cines de la cadena (unas 400 pantallas). Ofrecían 200.000 entradas. Tras los tres días, vendieron 112.021 tickets (no todos tienen por qué ser de la oferta), lo que supone de media un 162% más de espectadores con respecto a la semana anterior (el martes alcanzó un 229% más). Yelmo también ofrece datos económicos: en estos tres días han recaudado 420.174 euros, un 74% más en comparación a la semana precedente. Efectivamente, aunque las entradas tuvieran un precio tres veces menor al habitual, hay incremento crematístico. Hay negocio.

En cuanto a Cinesa, con solo un cupón imprimible en su web (y en algún caso ni pedían eso, como pudo comprobar este diario) sus clientes también accedían a entradas a 3,5 euros. En los tres días han vendido 191.976 tickets, cuatro veces más que la semana anterior (43.341). El martes llegó a ser cinco veces más. Cinesa posee 42 cines, en los que hay 509 pantallas. La cadena ha señalado, eso sí, que durante los tres famosos días de la Fiesta del Cine —lunes 21, martes 22 y el miércoles 23 de octubre, con entradas a 2,90 euros— vendieron 336.207 entradas.

El origen de estas ofertas, y de la guerra que ha estallado entre los exhibidores, nació tras el éxito de la Fiesta del Cine cuando se vendieron 1.573.412 a 2,90 euros, siete veces más que los mismos tres días que la semana precedente, y el doble de asistentes que en la Fiesta del Cine de 2012. En un debate realizado en la sede de este diario esa misma semana, los distintos sectores que componen la industria cinematográfica española pidieron ahondar en esta vuelta de la gente a las salas. A los diez días los principales exhibidores y distribuidores se reunieron en la Academia del Cine. Allí, analizados los datos de la Fiesta del Cine, se propuso la idea de un día del espectador a un precio que rondaría los 3,90 euros y más Fiestas del Cine, probablemente coincidiendo con el próximo Mundial de Fútbol, una idea que ya había lanzado Adolfo Blanco, de la distribuidora A contracorriente, en el debate previo en EL PAÍS. Yelmo reventó los acuerdos con su oferta, un camino que siguió dos días después Cinesa. Según un directivo de una gran cadena, “se sacan beneficios respecto al mismo día de la semana anterior por el gran incremento de espectadores que se generan con este tipo de promociones, pero difícilmente sería rentable este precio de manera continua debido a los grandes costes fijos que asumimos desde la exhibición y y el tipo de IVA”.

¿Cómo acabará la guerra? El próximo lunes hay convocada una nueva reunión sectorial, y una fuente de prestigio de la exhibición explica: “Intentaremos encauzar esta situación nacida de errores inconscientes, y lograr consensos colectivos, lo que no es fácil. Debe imperar el sentido común”. Porque la oferta del 3,50, que pilló desprevenidos al resto de los exhibidores, les ha escocido. Ahora bien, ¿quién explica al público que deben volver a pagar seis euros por entrada?

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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