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La corte contemporánea

El Castillo de Venaria en Turín se convierte en un ejemplo emblemático de espacio histórico reinterpretado en clave actual

Brian Eno ene el espacio que ocupa su instalación sonora.
Brian Eno ene el espacio que ocupa su instalación sonora.

Ha sido la restauración más grande de Europa y se le considera uno de los castillos barrocos más hermosos del mundo. Es el Castillo Real de Venaria en Turín (Italia), construido a finales del siglo XVII por el arquitecto Amedeo di Castellamonte y después ampliado por Filippo Juvarra, que la Casa Saboya utilizaba como corte de verano dedicada a la caza y las artes. Una vocación que se ha conservado, pese a los largos años de cierre y abandono, de los cuales ha sido rescatado con una restauración de extraordinaria envergadura, costada 300 millones de euros, que ha devuelto a su aspecto original 118.000 metros cuadrados de edificio y 50 hectáreas de jardines, con el objetivo de convertirlos en una corte contemporánea, sede un proyecto cultural y artístico interdisciplinar y permanente.

La idea ha sido llevar a cabo una restauración casi mimética de algo así como 196.000 metros cuadrados de estucos, 35.000 de fachadas, 14.800 de marcos decorativos y 1.600 de frescos murales, poniéndolos en diálogo con intervenciones permanentes de artistas actuales y un calendario de exposiciones y eventos vinculados al arte contemporáneo, como la muestra del estilista y escultor de trajes Roberto Capucci, que acaba de ser prorrogada hasta abril.

El símbolo más imponente del estrecho diálogo entre el pasado y presente, subrayado por la interacción entre los materiales artísticos tradicionales y los elementos vegetales, es el Jardín de las Esculturas Fluidas de Giuseppe Penone. El artista, máximo representante de la última generación del arte povera, ha intervenido una pequeña área del inmenso parque, diseñado siguiendo las proporciones y el programa decorativo de Versalles, que durante el verano acoge un programa de música experimental electrónica y conciertos de todo tipo. Las obras de Penone se injertan literalmente en la vegetación, en un recorrido que recuerda las salas de un museo, evocadas por espacios precisos enmarcados por hileras de tilos y abedules, con la arquitectura de Castellamonte como telón de fondo y los picos de los Alpes en la distancia.

Una de las piezas de Peter Greenaway.
Una de las piezas de Peter Greenaway.

El interior, que se está rápidamente convirtiendo en un decorado de excepción para películas y series televisivas, tiene la versatilidad que otorga la perfección, de modo que como acoge el Gran Baile de las Debutantes al estilo vienés, también ha sido elegido por Fabri Fibra, el rapper italiano más queridos por los jóvenes, para grabar su último vídeo. Este espectacular espacio acoge de forma permanente una instalación de Brian Eno, especialmente pensada para la peculiar acústica de la gigantesca galería, realizada por Juvarra. La partitura electrónica creada por el músico y compositor inglés, permite al visitante sumergirse en un entorno sonoro que cambia constantemente según su posición en la sala.

Otro creador británico, también pionero de la experimentación artística, ha contribuido a convertir el castillo en una nueva corte del contemporáneo, evocando sus antiguos habitantes. El autor de la hazaña es Peter Greenaway, maestro en revivir la magnificencia del arte y la arquitectura de épocas lejanas a través de las nuevas tecnologías, que firma un ambiciosos proyecto, denominado Repoblar el Palacio. La instalación, que se desarrolla a lo largo de once habitaciones del recorrido histórico, relata la vida de la corte en el siglo XVIII bajo el reinado de Carlos Emanuel II, utilizando para cada ámbito distintas soluciones artísticas y tecnológicas. La obra convive con pinturas, muebles, porcelanas y tapices rigurosamente auténticos, mientras que el relato histórico se enriquece con las telas de van Dyck, Guido Reni, Charles Dauphin y las escenas de caza del flamenco Jan Miel, que por fin han vuelto a su lugar, así como el Bucintoro de los Saboya. Este barco real, el último veneciano original del siglo XVIII que existe en el mundo, se admira literalmente envuelto por un relato audiovisual multimedia de Davide Levermoore con música de Vivaldi.

Del triunfo barroco al arte conceptual de Giovanni Anselmo, que ocupa el Gran Parterre con una sugerente instalación formada por seis grandes bloques de granito, que llevan grabada la frase “dove le stelle si avvicinano di una spanna in più” (donde las estrellas se acercan de un palmo más). Parece como si una suerte de terremoto hubiese levantado el suelo de la medida de una mano abierta, para permitir al espectador acercarse un poco más a las estrellas y todo lo que representan. Finalmente la contemporaneidad del castillo está metafóricamente encerrada en Rendez vous, una fotografía de Grazia Toderi, una de las principales videoartistas italianas, colgada en la Cafetería de las Platas.

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