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Duelo entre dos mundos en el banco

Gerardo Vera dirige en el Arriaga de Bilbao el ‘El crédito’, interpretado por Carlos Hipólito y Luis Merlo

Rocío García
Por la izquierda, Luis Merlo, Gerardo Vera y Carlos Hipólito.
Por la izquierda, Luis Merlo, Gerardo Vera y Carlos Hipólito.Samuel Sánchez

¿Qué puede suceder cuando un hombre necesitado de dinero, no mucho, se dirige a un banco a pedir un crédito y el director de una sucursal cualquiera se lo deniega? ¿Es consciente ese banquero, remilgado y repeinado, de lo que se le avecina? ¿El cliente, un tipo marginal con ojeras y rostro de preocupación, será capaz de dar un giro a la situación? “Es una urgencia”, le suplica Antonio, a todas luces un parado en apuros. “No cumple usted los requisitos de garantía para un crédito”, le contesta despreciativo el banquero. “La garantía que le doy es mi palabra… Necesito ese dinero, no es para un capricho, es una emergencia”, continúa suplicante Antonio. “La palabra es un valor que no se puede expresar en euros y los euros son el lenguaje de nuestro banco. No hay crédito”, replica el director de la sucursal, ya harto ante la insistencia y pesadez de ese cliente que se ha colado en su despacho. Solo una mesa separa a estos dos hombres. Pero ¡ay¡, encima de la mesa, hay una foto de una atractiva mujer, la esposa del banquero. Y es esa imagen la que dará un vuelco a la situación y provocará un choque entre dos mundos tan distintos.

El crédito, obra de teatro escrita por Jordi Galcerán y dirigida por Gerardo Vera se estrena mañana en el Teatro Arriaga, de Bilbao, para trasladarse al Maravillas, de Madrid, a partir del próximo día 27. Una comedia, llena de intrigas y sorpresas, en la que no faltan los momentos tensos, está protagonizada por Carlos Hipólito y Luis Merlo. El crédito se estrenará simultáneamente en Madrid y en Barcelona, donde Sergi Belbel dirige la representación en catalán con Jordi Bosch y Jordi Boixaderes como intérpretes.

Esta es la segunda obra —Maribel y la extraña familia está todavía en cartel en Madrid— que dirige Vera tras su salida del Centro Dramático Nacional. Y la primera vez que el realizador se enfrenta a una obra de Galderán, autor de El método Grönholm. “Es un autor que construye de manera moderna, que lleva el teatro en la sangre, y que sabe muy bien como interesar al público. De El crédito lo que más me interesó cuando me la ofreció Pedro Larrañaga fue su actualidad y originalidad. Es una obra en la que aguantas la respiración todo el tiempo”.

Más allá de la crítica sobre el capitalismo y sus consecuencias sociales, lo que Vera resalta de El crédito es el conflicto entre esos dos seres humanos que se reúnen en un despacho en un banco cualquiera, con un escenario, obra de Alejandro Andújar, muy limpio y oscuro, solo iluminado por un biombo de luz y una lámpara. Hipólito interpreta a un banquero que aparentemente tiene su vida solucionada pero que a lo largo de la obra comienzan a aparecer importantes grietas emocionales. Merlo es el hombre que viene a pedir el préstamo, un tipo que dice de sí mismo que tiene un encanto especial y que, a pesar de las adversas circunstancias especiales por las que atraviesa, está dispuesto a utilizarlo para vengarse del banquero.

Y entre amenazas, angustias y presiones, transcurre una obra que, según Vera, necesita ya del calor y las miradas del público.

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