_
_
_
_
_
CONVERSACIONES BÁRBARAS: JULIETA VENEGAS

“En México nos hemos ido olvidando de lo que era un país democrático”

La cantante que ha vendido diez millones de discos habla de su hija, de su participación en festivales indies y de sus teorías sobre el amor

Daniel Verdú
Julieta Venegas, retratada en Zaragoza.
Julieta Venegas, retratada en Zaragoza.samuel sánchez

Julieta Venegas (Los Ángeles, 1970) tiene un cierto don para no pertenecer a nada en concreto. Para aquello de estar en misa y repicar. Nacida en Estados Unidos y criada en Tijuana, fronteriza en casi todo, puede vender millones de discos y tocar en un pequeño festival alternativo. De gira por España, antes de su parada en la Mar de Músicas de Cartagena, nos cita en un hotel de Zaragoza. Con casi dos horas de retraso, no perdona peluquería ni maquillaje. El fotógrafo empieza a inquietarse por la luz. Cambiamos el billete de tren de vuelta. Al final baja. Y la verdad, bastante impresionante.

Pregunta. Usted es muy presumida y ligona, ¿no?

Respuesta. No, para nada. No soy ni ligona ni coqueta…

P. Hombre, ha ido a la peluquería y ha estado maquillándose media hora antes de la entrevista…

R. Ay, y eso qué tiene… ¡Si me maquillé en 10 minutos! ¡Qué exagerado eres!

P. La primera frase de su último disco, ese ver la luz y confiar en lo que siente, es toda una epifanía. ¿Qué demonios le ha pasado?

R. Jajaja. Bueno, tuve una hija, y quizá sí necesitas sentir que hay una epifanía en la vida. Sientes como una entrega hacia la vida, el amor…

P. Pero esto no es muy compatible con el rock and roll.

R. Es que no sé si he tenido nunca una vida de rock and roll. Nunca he sido muy fiestera. Disfruto mucho de la gira, de tocar… Pero ya. En gran parte de mi embarazo estuve de gira y ahora mi hija viene mucho. Les digo: “Nunca salí con ustedes, pero ahora tengo una buena excusa para no hacerlo”.

DNI urgente

Julieta Venegas, hija de fotógrafos, tiene tres hermanos y una hermana gemela. Empezó en el grupo Tijuana No! En solitario ha vendido 10 millones de discos. El más conocido: Limón y sal.

P. Tuvo a su hija en casa. ¿Qué bestia, no?

R. Más bestia me pareció tenerla en el hospital. Me daba más miedo. Sentía que hacerlo en un espacio propio, donde vivo y donde creo, era mejor. Nació en la cama donde duerme su mamá ahora.

P. Es madre soltera. ¿Eso qué quiere decir?

R. Soy madre sola. Cada mujer vive el embarazo de forma distinta. Yo, por diferentes razones, no lo viví en pareja.

P. Con lo que usted ha teorizado sobre el amor…

R. Mucho, ¡a eso me dedico! Pero no soy una experta. Las canciones me ayudan a entender muchas cosas.

P. ¿El amor, está en crisis?

R. Los que estamos en crisis somos nosotros. El amor lo estamos reinventando todos los días. No es el príncipe azul ni el final feliz. Se trata de crear relaciones no basadas en lo que pensaban nuestros padres que era el amor real. Las familias ahora pueden ser los tres amigos y la pareja, o lo que sea. Lo estamos inventando ahora.

P. En estos tiempos de déficit de atención y redes sociales, la fidelidad no parece en alza.

R. Jajaja. Somos seres humanos, y ahora las relaciones se esconden detrás de muchas cosas. Para mí, Facebook ha traído más problemas a las relaciones que cualquier otra cosa.

P. Y de repente a todos nos interesa mucho si usted tiene pareja. ¿No tiene abuela?

R. Es que a los seres humanos nos encanta eso. Saber los chismes de la gente es algo universal. Pero uno decide qué contesta, hasta qué nivel de figura pública quieres llegar. Yo acepto muchas cosas, pero también decido hasta dónde no.

Tuve a mi hija en casa. Más bestia me parecía en el hospital. Me daba miedo”

P. ¿Como con la historia sobre el padre de su hija?

R. No comento nada al respecto, nada más.

P. Nació en Estados Unidos y se crió en Tijuana. Eso la convierte en medio gringa.

R. Me hace fronteriza. Mi familia siempre fue muy conservadora y mexicana. Me hace gringa porque sé la lengua y entiendo algunas sutilezas de lo cotidiano. Pero soy mexicana, el himno que me sé es ese…

P. ¿Puede cantarlo?

R. No completo… Pero cuando pude decidir dónde vivir, me fui a Ciudad de México.

P. ¿No siente ese amor-odio hacia Estados Unidos tan mexicano?

R. Es parte de nuestro carácter. Estados Unidos es un país que se te impone desde arriba. Cualquiera que les tuviera de vecinos pensaría lo mismo. Entre intimidación y admiración.

P. ¿Sigue cabreada con el PRI?

R. Sí. Me sigue pareciendo un retroceso y tampoco creo que esté resolviendo lo importante. Tenemos un problema con la educación: consumir televisión solamente para informarte no me parece sano. Y menos cuando en México hay solo dos cadenas. Y con el narco no han hecho nada, el problema está desatado.

P. ¿Legalizaría las drogas?

R. Estoy a favor del debate. Empecemos a creer que la gente puede decidir qué consume. No puedes poner a la marihuana en el mismo paquete que opiáceos o drogas de laboratorio.

P. Le sorprende ver que en España hay tanta corrupción.

R. Yo pensaba que solo era en Latinoamérica. ¡Oh, qué sorpresa! En México el problema de la corrupción viene de haber pasado tantos años con el PRI. Nos hemos ido olvidando de lo que era en la práctica un país democrático.

P. He visto por ahí que ha vendido 10 millones de discos. ¿Cómo puede ser?

R. Es que no sé si es así. No tiene importancia. Los números impresionan, pero no me he puesto a contar. Creo que me lo cambian todo el tiempo.

P. En la cuenta bancaria debería haberlo notado.

R. Jajaja. Todos sabemos que los números de discos no repercuten tanto en las cuentas bancarias de los artistas. Probablemente sea en las de otros.

P. Esa cosa fronteriza suya se traduce también en su carrera. Tanto suena en la radiofórmula como en un festival indie.

Estoy a favor del debate sobre las drogas. Que la gente pueda decidir

R. Es que no me tomo muy en serio, no pienso que tenga que ser un tipo de artista determinado. Solo hago canciones y me gusta tocar. Me encanta haber tocado en el FIB…

P. Pues a los fibers les pareció una ofensa que la contrataran.

R. Antes del show, sí. Pero es muy loco, yo toco en festivales de rock desde mucho antes de haber venido al FIB. No es algo ajeno, pero lo entiendo porque en España me conocían muchos por la radiofórmula.

P. El mundo de los modernos es un poco talibán.

R. Eso es algo universal. En México en vez de protestar por Internet me hubieran sacado a pedradas.

P. Pero el mexicano no tiene una naturaleza violenta.

R. México puede llegar a ser un sitio muy violento, pero la gente no es así. Me duele mucho esta situación en la que te preguntan si es seguro ir.

P. Usted parece bastante equilibrada.

R. Racionalizo mucho y trato de reflexionarlo todo. Eso se traduce en mis canciones, donde por más que toco temas difíciles siempre busco en la canción una manera de resolverlo.

P. Ya, pero digo que no parece de perder los papeles.

R. Quieres decir que si soy una histérica, ¿no? Todos podemos ser un poco histéricos, pero intentamos equilibrarnos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_