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El cariño entre las jóvenes actrices, según Lily Collins

La actriz protagoniza otra nueva saga juvenil hollywoodiense de amores, aventuras y fantasías épicas: 'Cazadores de sombras'

Ana Marcos
La actriz Lily Collins, durante su última visita a Madrid.
La actriz Lily Collins, durante su última visita a Madrid. Sergio Barrenechea (EFE)

Una gran amenaza planea sobre el mundo tal y como lo conocemos. Sus habitantes no saben que conviven con criaturas fantásticas y temibles: hombres lobos, vampiros, demonios de diverso pelaje. Y solo unos pocos elegidos tienen en sus manos el futuro de la humanidad. ¿Déjà vu? “Esta película tiene humor, que no es lo mismo que se rían de los personajes, y es una fantasía urbana con acción, en la que cabe el romance, pero no se basa en un triángulo amoroso”, empieza aclarando la actriz Lily Collins durante su visita a Madrid. Hoy llega a España una nueva adaptación de una saga literaria para adolescentes. Zanjado el affaire Bella y Edward, a la espera de la segunda entrega de Los juegos del hambre, irrumpe en la cartelera Cazadores de sombras: ciudad de hueso.

En esta ocasión, los guerreros que intentarán evitar que la tiniebla venza a la luz son unos jóvenes cazadores de sombras, súper tatuados y con apariencia de tribu gótica (la etiqueta que manda es el cuero y la tachuela). Collins interpreta a Clary, una adolescente que descubre de improviso que su condición de humana se combina con la de ángel. “Además, mi papel no es el de una víctima que intenta ser algo que no es, es una joven que asume su destino y no deja que el amor defina su personalidad”, apostilla con dedicatoria la intérprete de 24 años, protagonista de esta nueva franquicia juvenil y a la postre, hija del cantante Phil Collins, miembro del grupo Genesis.

Estas creaciones surgieron de la imaginación de la escritora estadounidense Cassandra Clare en 2007 y ya acumulan 22 millones de copias vendidas y traducciones a 36 idiomas. Cazadores de sombras es coetáneo a la saga Crepúsculo, pero el devenir hollywoodiense –el rodaje se retrasó tres años y por el camino tuvieron que cambiar de director- ha aplazado su salto a la pantalla. “Durante la preproducción me dio tiempo a rodar Blancanieves. Mirror, mirror [la versión con Julia Roberts] y una película más pequeña, Un invierno en la playa”, explica la actriz. Con una carrera que acaba de cumplir un lustro, Collins picotea en los taquillazos y se guarda tiempo para filmes independientes: The english teacher, con Julianne Moore, y su próximo proyecto, Love, Rosie, rodada en Irlanda.

Elegido Harald Zwart (Karate Kid, La Pantera Rosa 2) como nuevo director, llegaron los dos protagonistas masculinos, ambos enamorados de su compañera de reparto aunque la actriz se empeñe en negar la mayor: Jamie Campbell Bower procedente de Harry Potter y Crepúsculo, y Robert Sheehan, uno de los adolescentes complicados de la serie de televisión Misfits.

Fotograma de la película 'Cazadores de sombras'.
Fotograma de la película 'Cazadores de sombras'.

Y por primera vez en este subgénero, Cazadores de sombras introduce a un papel homosexual. “No es un aspecto que defina a este personaje en la historia”, cree la intérprete. “Mi compañero [en referencia al actor Kevin Zegers, también curtido en series juveniles como Gossip Girl] ha conseguido crear un tipo igual de duro que el resto de cazadores de sombras, sin dejar que la condición sexual determine su personalidad”.

Esta hornada de actores constituye una nueva generación en Hollywood que se bate el cobre para compartir cartel con sus maestros. Lily Collins recuerda la experiencia de trabajar con Julia Roberts y recita de memoria –tal vez por el entrenamiento de “una promoción masiva”- sus referentes: Meryl Streep, Natalie Portman y Kate Winslet. Pero también encuentra una serie de diferencias con sus modelos: “No hay tanta competición. Las jóvenes actrices no nos odiamos entre nosotras porque una consiga un papel, más bien al contrario, por lo menos yo me alegro. He escuchado historias de actrices mayores que cuando tenían mi edad eran mucho más maliciosas”. A cambio, Collins encuentra demasiada pasión por la sobreexposición en las redes sociales entre sus colegas. “Más de una vez me han dicho que si tuviera un Twitter los estudios podrían calcular la taquilla a partir de mis seguidores y así me sería más fácil conseguir un papel. Yo voy a seguir limitándome a hacer castings, y si les gusta bien”.

A esta primera entrega le sucederán Ciudad de ceniza, que comenzarán a rodar en septiembre y Ciudad de cristal. ¿Teme que el público termine harto de tanta saga adolescente? “El filme no se basa en vampiros contra hombres lobo, aunque haya vampiros y hombres lobo”, apunta. “Es cierto que este tipo de criaturas han demostrado tener mucho tirón en los últimos años, pero también a lo largo de la historia. La fantasía es un género que seguirá atrayendo a la gente porque te permite desconectar de la realidad. En el caso del público más joven, esta es una historia de una chica que busca su lugar. Hay trama más allá del romance y los vampiros”, concluye. Y da un grito. Se acabó la jornada laboral. Una furgoneta le espera en la puerta. ¿Destino? Zara (por supuesto).

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Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura, encargada de los temas de Arte. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue parte del equipo que fundó Verne. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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