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Se busca talento

Una artista con alma matemática

La dibujante leonesa Mónica Ruiz, recién licenciada en Arquitectura, retrata amigos y personajes famosos en sus obras

Michelle Pfeiffer.
Michelle Pfeiffer.MÓNICA RUIZ

“Cuando era pequeña mis padres, que son profesores, me regalaron una pizarra y todas las semanas me traían tizas de colores. Me imagino a mí misma dibujando en la terraza de casa. Aún la conservo”. Así recuerda Mónica Ruiz Rituerto (León, 1986) sus primeros trazos, cuando tenía cinco años. Hoy, recién licenciada en Arquitectura, no ha dejado esa pasión. Más bien lo contrario, la ha perfeccionado y redirigido hacia un campo específico: las caricaturas, con las que ha conseguido ser una de las 45 elegidos de la sección Se busca talento.

“Siempre me han gustado los dibujos de Agustín Sciammarella (ilustrador habitual de EL PAÍS). Llevo muchos años preguntándome cómo consigue ese trazo”. Y esa pregunta fue la que la llevó, hace tres años, a convertir a sus amigos y familiares en cobayas con las que perfeccionar su técnica. “Empecé con ellos porque es más sencillo. Sabes cuáles son sus gustos”, afirma la artista.

El motivo de elegir como sujetos para sus obras a personas conocidas, íntimas, es porque así es capaz no solo de dibujar su figura, sino de captar su esencia. Algo que asegura le cuesta mucho a la hora de desarrollar sus trabajos. “Tengo a medio terminar la caricatura de Michael Caine. En un principio me parecía que iba a ser algo sencillo, porque tiene ese gesto tan suyo: imaginaba su cara con esos ojos tan transparentes y una ceja ligeramente levantada. Como seductor. Pero ahí detrás hay alguien y ese gesto significa una actitud. Si no lo conoces es difícil de captar”, cuenta la ilustradora..

La pasión por dibujar le viene de su tía Mamen, una hermana de su padre. Estuvieron muy unidas cuando Ruiz era pequeña, hasta que ella se fue a vivir a Canadá. De esta relación se quedó con la afición por el dibujo. Aun así no eligió estudiar la carrera de Bellas Artes. Ni lo contempló. El motivo, recuerda, es que siempre le decían que no tenía salida profesional. “Me gusta la física, las matemáticas y no me arrepiento de mi decisión. Creo que hay algo de innato en cualquier arte y se puede aprender de otras formas. Aunque no puedo saber lo que enseñan en Bellas Artes, seguro que hay muchas personas que han triunfado y no han hecho la carrera”, defiende la artista.

En el momento de hacer esta entrevista, a principio de julio, Ruiz se encontraba viajando por Noruega. “Llevo seis meses haciendo prácticas en un estudio de arquitectura. La última semana la he reservado para hacer un viaje y conocer el país. Ahora estoy en un coche entre montañas”. Cuando llegue a España comenzará a buscar trabajo.

Ante todo es arquitecta, y en principio el dibujo es una forma de matar el tiempo. No obstante, se siente intrigada por descubrir hasta dónde puede llegar con su arte. Por el momento reconoce que no se ve preparada para exponer sus trabajos. La habitación de su casa es su estudio. “Trabajo en la mesa del ordenador porque me ayuda pasar fotos de las personas sobre las que trabajo para encontrar todos sus rasgos”. Y, sobre su futuro, aclara que le gustaría “ser arquitecto”. Aunque subraya que muchos de ellos también han acabado siendo pintores. Una artista con alma matemática.

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