España ha contribuido a la historia del tebeo con más de 17.000 títulos de más y 15.000 autores a lo largo de tres siglos. Repasamos las revistas más carismáticas.
Madrid -
Por quince céntimos, ocho páginas de historietas. Esto es lo que ofreció 'The Monigoty' durante sus 15 números. El español Francisco Navarrete y el filipino Xaudaró fueron los responsables de esta colección que se prolongó de febrero a agosto de 1897.Humor con tono de sátira es lo que llevaban las viñetas de 'Le Pêle Mêle', que comenzó su andadura en Barcelona de 1903 a 1904 y luego la continuó en Francia hasta al menos 1925. Dentro de sus 12 páginas podían encontrarse tanto relatos en viñetas como escritos y acompañados de una ilustración.Una hoja de 45 por 32 centímetros plegada en cuatro partes era el formato del 'Dominguín'. 10 céntimos y 20 números de diciembre de 1915 a abril de 1916. Uno de sus dibujantes principales firmaba anónimamente con un pentagrama musical de dos notas que daban una pista de su supuesto apellido real: Solres.425 números de la serie regular más al menos tres revistas especiales fuera de esta ordenación. Esta fue la prolífica vida de 'Charlot' durante sus ocho años de publicación. Textos moralizantes, cuentos o chistes gráficos se sucedían en sus 12 páginas con el público infantil como objetivo.'Pulgarcito' fue un auténtico éxito editorial. 1755 números y cuátro décadas en los kioskos, de 1946 a 1981. Su precio varió mucho con los años, de la peseta que costó en su primera época a las 35 de la última. El número de páginas variaba entre 20, 16 y 32 en formato de un folio.Predecesor de 'TBO', 'Juanito' se editó con periodicidad semanal al precio de 10 céntimos. Pero su vida editorial fue muy breve, con apenas seis números publicado. La revista, que iba dirigida al público infantil, contaba con 16 páginas a una tinta salvo la portada, a dos tintas.Este tebeo, propagandístico del régimen de Franco, contó con una vida de 148 números durante el año 1949. Se trataba de cuadernillos grapados en blanco y negro, salvo la portada, a todo color. Algunos de los dibujantes con los que contó la revista fueron: Luis Vigil, Huete o Eduardo Valdés.
