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Todolí reconstruye en Milán la obra de Juan Muñoz para la sala de las turbinas

El comisario presenta la programación del centro HangarBicocca para los próximos tres años

'Many Times', de Juan Muñoz, 1999.
'Many Times', de Juan Muñoz, 1999.Attilio Maranzano

En junio de 2001 Juan Muñoz presentó en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern, dirigida entonces por Vicente Todolí, la que sería su última instalación, Double Bind. Dos meses después moría en Ibiza a los 48 años, en pleno apogeo de su trayectoria. Desde entonces Todolí ha intentado en varias ocasiones volver a exhibir la que define “la Capilla Sixtina de Juan Muñoz”, sin nunca encontrar un sitio idóneo para hacerlo. Ni siquiera lo consiguió en el Museo Reina Sofía, que acogió la primera retrospectiva después del fallecimiento del artista.

Finalmente lo ha encontrado. Es el centro de arte HangarBicocca de Milán, que lo fichó hace unos meses como artistic advisor, es decir responsable de la programación. “He sido director de tres museos, durante 25 años, es suficiente no quiero ocuparme de gestión nunca más”, aseguró Todolí, tras presentar el programa del centro que patrocina la empresa Pirelli (con un presupuesto anual de tres millones de euros), durante las próximas tres temporadas, algo realmente asombroso en un medio donde raramente se presentan planteamientos de tan largo recorrido.

El espectacular espacio diáfanos de 4.000 metros cuadrados, que actualmente acoge una retrospectiva de Mike Kelley, permitirá no solo volver a montar la célebre Double Bind, que ocupa casi la mitad del espacio, si no a partir de ella desarrollar un discurso hacia atrás sobre la trayectoria de Muñoz. “Nunca vuelvo a hacer lo que ya he hecho. Será una nueva aproximación a Muñoz, con sus grupos escultoreos, sus habitaciones vacías, sus figuras, todo desde el punto de vista de su último trabajo”, explicó el comisario, que está desarrollando el proyecto con la artista Cristina Iglesias, viuda de Muñoz y responsable de su legado y James Lingwood, que llevó la producción de la instalación original.

Vicente Todolí ante el centro HangarBicocca.
Vicente Todolí ante el centro HangarBicocca.

Un año antes de Muñoz, que se inaugurará en octubre de 2014, la programación arrancará este otoño con otro plato fuerte: Dieter Roth. Todolí reconstruirá el Schimmelmuseum, el Museo del Moho, que fue precisamente la causa de su cierre por parte de las autoridades sanitarias de Hamburgo. “Las obras de Roth llevan la destrucción dentro”, indicó Todolí, que está trabajando con Björn Roth, hijo del artista y su colaborador desde niño, en la creación de obras realizadas con elementos orgánicos y perecederos. También en este caso la obra central servirá para articular un discurso que incluye entre otras las shit paintings y Diary, una instalación que recorre la vida de Roth a través de 40 películas, que representó Suiza en la Bienal de Venecia de 1982.

El brasileño Cildo Meireles, los portugueses Paiva & Gusmão, las italianas Micol Assaël e Celine Condorelli y el mexicano Damián Ortega, completan un programa de muestras monográficas, que seguirán todas la misma pauta. “No me gustan las colectivas. Por cada artista realizaremos una o dos producciones nuevas, que permitan una lectura distinta de un conjunto de obras seminales. No veo el sentido de hacer muestras exclusivamente con piezas nuevas, lo que me interesa es ofrecer una visión del trabajo diacrónica y no sincrónica”, concluyó Todolí, que a mediado de junio inaugurará en Barcelona la gran retrospectiva de Tàpies y en octubre una monográfica de Tacita Dean en la Fundación Botín.

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