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Tentaciones
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James Blake enamorado

Sin haber cumplido los 25, y con solo dos discos, el pianista inglés ya es un consagrado. Mitad crooner, mitad productor, músico 100% el viernes lleva al Primavera Sound su electrónica onírica

Adivinen ustedes dónde se enamoró James Blake por vez primera: “Conocí a mi novia en el Primavera Sound de 2011”, recuerda. Era su primer paso por el festival barcelonés. Esta edición volverá a actuar allí, el viernes, (el siguiente miércoles lo hará en el Teatro Kapital de Madrid). “Sé que es raro, no es un sitio muy propicio para encontrar el amor ¿Verdad? Es más para divertirse. Quizá fuera por eso”, dice intercalando un bostezo cada tres palabras.

El teléfono ha despertado al que llamaron chico de póster del dubstep porque con 1,96 de estatura y cara de angelito parece más un modelo que un prócer de la electrónica. “Lo leía y me resultaba rarísimo, pero aprendí a acostumbrarme a ello, porque sino hubiera perdido demasiada energía cabreándome”, explica desde un hotel de Atlanta. Son las 11, hora de Georgia, la mañana después del último concierto de su tour norteamericano. Ha pasado exactamente un mes de gira, 20 actuaciones que empezaron en el festival californiano Coachella y que le han tenido dando vueltas de la Costa Oeste a la Este, de allí a Canadá y vuelta a empezar. “Ha sido increíble, la verdad. El público aquí es de lo mejor, pero esperaré a celebrarlo en Londres, tengo un piso nuevo a estrenar. El primero, hasta ahora he vivido con mis padres”.

Se ha registrado en el hotel como James Litherland, “Blake es mi segundo nombre, mi nombre completo es James Blake Litherland”, explica. James Litherland ya está cogido como nombre artístico. Su padre fue guitarrista de Colosseum, una banda de jazz rock progresivo de finales de los sesenta y ha publicado varios álbumes en solitario. “Me dio un consejo antes de empezar: que no hiciera nada pensando en la cartera, que eso no funciona”.

Yo siempre había hecho música, pero era casi todo improvisaciones que no sabía como acotar. Los ordenadores me sirvieron para darle forma"

Pianista de formación clásica, descubrir la electrónica le sirvió como revulsivo. "Yo nunca lo he visto como un fin. Es un marco para expresarme. Lo primero que escuché fue jungle. Me fascinó que era realmente alta y energética. Yo siempre había hecho música, pero era casi todo improvisaciones que no sabía como acotar. Al final, los ordenadores me sirvieron para darle forma".

Seguir el consejo de su padre le ha servido para, además de emanciparse antes de cumplir los 25, publicar dos discos de éxito mundial. El segundo, Overgrown, el 8 de abril. El primero, homónimo, en 2011. En aquel momento ya era señalado como artista a seguir gracias a tres epés publicados en 2010 que llamaron poderosamente la atención, especialmente CMYK, que sampleaba temas del R&B de los noventa, y usaba sintetizadores y vocoders. En un periodo de menos de un año cambió de estilo en varias ocasiones, en todas crecía. Su debut en largo ya fue con una multinacional, Universal. Cuando apareció Limit to your love, el single de adelanto de su debut, una canción de la canadiense Feist, que era básicamente una balada de piano y voz aliñada con arreglos electrónicos y un leve toque dub, quedó claro que Blake había cambiado de división. Ahí aparecían también sus famosos silencios, paradas en seco de varios segundos, arriesgados ejercicios de contención. “Yo no lo veo para tanto, no he inventado la pausa dramática. Es solo un poco de espacio. Me parecía más problemático elegir una canción de otro como presentación. Pero  fue una buena idea viendo el resultado. No me arrepiento para nada. La letra me era ajena, pero la textura era muy representativa de lo que estaba haciendo”.

Ha modificado el discurso sobre su debut, del que hace meses declaraba sentirse hasta un poco arrepentido. “¡Qué va! estoy bastante más contento de este segundo, porque el primero era más… disperso, y este marca mejor mi rumbo, pero nada más”.

En este segundo disco, del que lo primero que se conoció fue la deslumbrante Retrograde, ha contado con colaboraciones importantes. Está el rapero RZA, que ya se subió con él al escenario en la gira estadounidense y que coincidirá con él en el Primavera Sound -RZA ha reunido a Wu Tang Clan para una gira de celebración del 20º aniversario de Enter The Wu-Tang (36 Chambers)-. También el padre del ambient Brian Eno, del que se contaba que le había aconsejado que no tocara el "acorde tonto". "Fue una broma, pero lo dije en la entrevista y se lo tomaron en serio. Básicamente se refiere a que los pianistas tienen a veces la tendencia a lucirse sin que haga falta".

Pero el motivo por el que está más satisfecho con este trabajo es porque asegura que conocer el amor le ha servido para dar más profundidad a sus canciones. "Antes no podía escribir sobre algo que desconocía. Solo sé escribir desde la sinceridad, mis experiencias estaban muy limitadas. Esto es otra cosa. Siento que este es más maduro".

Otra cosa, pero con sus pros y sus contras. Su novia, mitad estadounidense mitad coreana, vive en Estados Unidos, con lo que llevan una relación a distancia.

"¿Cómo lo llevo? Tío, acabo de publicar un disco entero que va sobre eso”.

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