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“Habrá una ley de mecenazgo esta legislatura”

El ministro habla de los recortes, del IVA o del futuro del cine al cumplirse un año de su mandato

Iker Seisdedos
José Ignacio Wert, ministro de Educación, fotografiado en el despacho del ministerio.
José Ignacio Wert, ministro de Educación, fotografiado en el despacho del ministerio.LUIS SEVILLANO

José Ignacio Wert (Madrid, 1950) recibió a EL PAÍS en su despacho en la víspera del primer aniversario de su toma de posesión para tratar sobre el maltrecho mundo de la cultura, acosado por un año de recortes salvajes, la muy contestada subida del IVA al 21% y el cambio de paradigma que empuja a la industria del cine, el libro o la música a un replanteamiento radical (y constante) de su futuro. Un porvenir que podría aclararse con la prometida Ley de Mecenazgo, propuesta estrella del ministerio que dirige —en el caso que nos ocupa, con la ayuda del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle— y que doce meses después aún no está. Y por lo que se ve, tampoco se le espera de inmediato.

Pregunta. Un año en el puesto… No parece que haya mucho que celebrar...

Respuesta. Estoy satisfecho porque hemos tenido que lidiar con una situación presupuestaria complicada y hemos minimizado el impacto. Déjeme que haga una reflexión: nuestras restricciones presupuestarias son visibles, pero creo que es mucho más grande el impacto de esta crisis de consolidación fiscal en el papel de mecenas cultural de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas…

P. No parece esta la ocasión para hablar de esos recortes, sino de los del ministerio de Cultura…

R. No, no, no digo que hablemos de ellos. Pobres criaturas…

P. Pero sí ha dicho que son más preocupantes…

R. Lo que he dicho es que hay algo positivo, que en medio de una dificultad financiera tan grande la cultura no se ha parado. Es imposible que una contracción de estas características no se refleje en la actividad. Pero hemos conseguido que el impacto de esa restricción presupuestaria tenga muy poco reflejo, en algún caso, ningún reflejo, en calidad y cantidad de actividad. Y le pongo ejemplos como el Real o el Prado o el Reina Sofía…

P. Apostaría a que sus responsables se revolverán al leer esto.

R. Pues a mí no me dicen eso…Vamos a ver, cualquier responsable de una institución a la que se recorta no estará feliz. Pero creo que hay que celebrar, y esto es un reconocimiento a sus gestores, lo que por ejemplo ha conseguido el Prado: aumentar sus vías de ingresos propios y no depender tanto de lo público. Tiene que servir de ejemplo, por su capacidad para captar muchos patrocinios y, además, en un marco legal que no es tan idóneo para el mecenazgo como en otros países.

P. Las aportaciones al Prado se han reducido un 30%; créame que sus gestores no están conformes.

R. No está conforme nadie, como es natural. Lo que yo digo es que el Prado, pese al recorte, ha conseguido mantener un nivel de exposiciones espectacular…

P. A pesar del Gobierno…

R. Gracias a la gestión de los responsables del museo.

P. En su mundo ideal, el Estado se acabará desentendiendo de las instituciones culturales.

R. No, en una situación de exigencia fiscal como la que nos ha deparado 2012, con un déficit que nos hemos encontrado mayor del que esperábamos… creo que las instituciones han podido articular esa reducción con un impacto menor, gracias a que generan recursos.

P. Traducido: sálvese quien pueda.

R. No, no. Es simplemente un modelo que camina hacia la concesión de un mayor protagonismo a la sociedad civil sin que signifique abandonar el carácter público ni las aportaciones. Hemos conseguido que todas las grandes empresas consideren un honor poner dinero en el museo.

P. Déjeme que formule una teoría al hilo de esto. El Gobierno del PP camina hacia un modelo de cultura absolutamente privatizada, como parte de una operación consciente por la cual se pretende abaratar la cultura y, cuando ya no valga nada, venderla al sector privado. No es mía, es de uno de esos gestores que, según dice, no se le quejan.

R. No le veo la relación. Hay dos modelos ideológicos: uno que hace recaer todo el peso de la Cultura en las manos del Estado y el otro que trata de que sea más autosuficiente en su capacidad de generar su propio marco industrial. No todo es blanco o negro. También existe el gris. El papel del Estado debe ser el de un facilitador para que las industrias culturales puedan andar solas.

P. ¿Y las que no aprendan a caminar solas? ¿En qué cuneta deja su liberalismo cultural, pongamos, al cine de no comercial?

R. Esa es una buena pregunta sobre la zona gris. Cuando se hacen las políticas de apoyo público al cine, te planteas un dilema: crear un escenario que permita que la mano invisible del mercado sostenga el cine con viabilidad comercial y que cimente una industria nacional. O puedes decir: doy recursos para que se produzca el cine que no tiene viabilidad comercial pero que tiene interés cultural. Y reconozco que es un equilibrio difícil. Cuando diseñas las ayudas te encuentras con situaciones de picaresca, las del cazador de subvenciones. O que se hayan producido 160 o 170 largometrajes y no se haya estrenado la mitad…

P. Demasiadas películas…

R. No es que sean demasiadas como una consideración absoluta. Son demasiadas porque luego no se distribuyen ni exhiben. Y eso sí que es muy penoso. Los alemanes tienen un dicho: “Emborracharse a medias es tirar todo el dinero”. Subvencionar una película que no se estrena es tirar el dinero.

P. Volvamos al balance de su año de gestión. De un sondeo con todos los actores culturales saldría un veredicto unánime: este ha sido el peor año para la cultura de la democracia.

R. No diría que ha sido el peor. Les daría la razón en que ha sido muy duro.

P. Todo lo hablado hasta ahora no casa con el hecho de que no hayan sido capaces de articular una ley de mecenazgo.

R. Estoy de acuerdo. Pero es que no es una ley solo de este ministerio…

P. Que está torpedeando el de Hacienda…

R. No, no. Hacienda está participando en el grupo de trabajo… Hay que hablar de nuevo del escenario de la consolidación fiscal. Una ley de mecenazgo supone reducir ingresos. Y evidentemente no es el mejor momento. ¿Qué solución tiene esto? Ir escalando en el tiempo el planteamiento de los incentivos para que los inversores puedan tener claro de qué hablamos con un horizonte temporal.

P. Ir escalando en el tiempo… ¿Cuánto tiempo?

R. Las cosas pueden ser progresivas. Los beneficios pueden ir creciendo…

P. ¿Hasta dónde?

R. Estamos más en la fase de los conceptos que de las cifras…

P. ¿Cuándo estará lista?

R. No podría dar una fecha.

P. ¿El año que viene?

R. El año que viene estará mucho más avanzada…

P. O sea que no estará…

R. Eso lo ha dicho usted.

P. Más avanzada es sinónimo de no terminada. ¿Damos por perdida la legislatura?

R. No…

P. ¿Habrá una ley antes?

R. Sin duda. Habrá una ley de mecenazgo antes del final de la legislatura.

P. No se entiende que no haya una decisión del Gobierno en bloque para sacarla adelante si tan importante fue para el PP cuando estuvo en la oposición.

R. Impulso hay. Pero en una situación fiscal distinta se haría más rápido.

P. Creyó que sería más fácil.

R. También pensamos que habría un 6% de déficit y nos encontramos un 9,4%.

P. ¿Hay límite para los recortes o aún ve posible meter más tijera?

R. Mi esperanza respecto a esto de la cultura es que en 2014 tengamos mucho más claro el esquema de consolidación. Y que si hemos cambiado algunas teclas en cuanto a la regulación, sobre todo con el cine, podamos tener con los mismos recursos un aprovechamiento más eficaz.

P. Pero más recursos en ningún caso.

R. Resignarse a que no haya más recursos a estas alturas es mucho resignarse.

P. No lo digo yo, lo ha dicho usted.

R. En la medida que haya algún resquicio en las circunstancias económicas pelearé como un león para que haya más dinero. Lo que estamos haciendo en el mundo del cine sienta un buen precedente.

P. Hay quien opina que han aniquilado un modelo antes de tener listo el siguiente.

R. Creo que estamos trabajando en la buena dirección; hemos sentado a gente que no tiene mucha relación y están cómodos. A lo mejor no logramos nada, aunque yo creo que sí…

P. Pues Juan Carlos Tous, del portal de visionado de películas en streaming Filmin, se ha quejado de que los agentes de Internet no están en esa mesa. No parece la mejor idea para diseñar el futuro del cine.

R. Quizá tiene razón.

P. ¿Reconoce un error?

R. No sé si un error. Dejémoslo en que el futuro del cine pasa por Internet.

P. Volviendo a los recortes, recuerdo las palabras de Mortier, cuando dijo: “Si me recortan más, me voy”.

R. ¿Y se ha ido?

P. No.

R. Pues entonces…

P. ¿Y si se hubiese ido?

R. Pues se pone otro director artístico. Recuerde Amanece que no es poco: “Todos somos contingentes, solo tú eres necesario”. En este caso, el necesario es Gregorio Marañón (Risas)

P. No hay nadie insustituible.

R. No. Eso no quiere decir que haya que estar sustituyendo a la gente. Tenemos un cuadro de gestores de primer nivel y tenemos que mantener las condiciones para que estén cómodos.

P. El puesto que un año después aún aguarda reemplazo es el de director de la Orquesta Nacional.

R. Todo lleva su proceso… Pero eso se arreglará pronto.

P. ¿Cuándo?

R. No será mañana mismo.

P. ¿Cómo se enteró de la subida del IVA?

R. [Lo piensa] Como todos, por teléfono. Nos fue comunicado como un hecho consumado.

P. ¿La ve una subida sensata?

R. Más que en esos términos, hay que pensarlo en los términos de evitable o inevitable. Era inevitable.

P. ¿Bajará el IVA cultural el año que entra?

R. No puedo decir ni que sí ni que no. De momento no hay elementos que inviten a pensar que se podrá bajar el IVA. Afortunadamente nada es imposible…

P. Cuando se decida bajar el IVA, ¿estará la Cultura entre los primeros candidatos?

R. Sin duda.

P. No negará que eso que llama inevitable ha tenido un efecto de reducción de asistencia al cine, al teatro, a los conciertos.

R. Pero ya venía bajando en los últimos cuatro años.

P. No en el caso del teatro.

R. No, el teatro, no. Lo que sucede es que al final una cosa es el IVA, y otra cosa es la crisis.

P. Como sociólogo que es sabrá que el 21% de cero es cero.

R. No he mirado recientemente las cifras, pero entiendo la preocupación del sector.

P. La entiende, pero no la comparte, como diría el tertuliano que solía ser.

R. Como preocupación sí la comparto. Como línea de acción soy solidario con la del gobierno. Pero entiendo que cada cual defienda sus propios intereses.

P. ¿Ha visto la obra de teatro de Juan Diego Botto, Un trozo invisible de este mundo?

R. No.

P. Se la recomiendo. Al final, los actores interrumpen la salva de aplausos para leer una frase de Lorca: “El pueblo que no ayuda ni fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo”. Es para sentirse aludido.

R. Estoy muy contento de lo que han hecho nuestras compañías. La vida es sueño, con un 100% de ocupación, Doña Perfecta, Atlas de geografía humana…

P. Eso no resuelve las cuitas de Lorca.

R. Entiendo que se sientan desamparados, pero es que ya van cinco años de crisis. Hacemos lo que podemos, pero estamos lejísimos de merecernos la cita de Lorca. Tenemos lo que tenemos y debemos incidir en esa realidad con los recursos normativos a nuestro alcance.

P. Como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.

R. Sí, y como la Comisión de la propiedad intelectual.

P. ¿Funciona tan mal como aseguró Lassalle?

R. Creo que se malinterpretaron sus palabras. Si se mira, no tanto desde el cómputo de los procesos como de los resultados, creo que hay razones para estar satisfechos.

P. En los borradores que circulan de la Ley de Propiedad Intelectual parece que en el nuevo mundo, el de la nube, en el que las licencias se negocian una por una, se va a primar la ley del más fuerte, que favorecerá a las multinacionales…

R. Reconozco la dificultad que hay de legislar en esta materia, porque la tecnología va por delante.

P. Yo iba más al hecho de que da la sensación de que su Gobierno estaría cómodo si se desactivase la gestión colectiva de los derechos de autor: las entidades de gestión.

R. El mundo de la gestión colectiva tiene que cambiar.

P. ¿En qué?

R. Tiene que hacerse más abierto al entorno tecnológico…

P. ¿Más transparente?

R. Sí. Un modelo como el de Spotify al final te indica que hay una alternativa legal…

P. Los músicos opinan que el dinero que finalmente les llega es más bien escaso…

R. Todo el mundo tiene la legítima aspiración de ganar todo lo que pueda por su creación y ahí estoy con ellos. Pero como dicen mis hijos, el CD no va a volver. Todo va hacia no tener soporte físico. El desarrollo tecnológico no se va a parar…

P. Con el nuevo canon digital, las entidades recibían 115 millones y ahora cinco, ¿es que antes se les consentía el robo por ley?

R. La decisión de pasar a un sistema con cargo a los presupuestos generales ha creado cierto choque. Pero los cinco millones son a título indicativo.

P. A título indicativo o no, las entidades recibirán cinco millones.

R. Estamos hablando de una transición a otro modelo y llegaremos a un reparto más equilibrado.

P. ¿Cómo justifica la decisión de destinar cero euros a las bibliotecas?

R. Hay que tener en cuenta que las bibliotecas han tenido muchos recursos en los últimos años. Hay, me parece, 226 millones de libros...

P. Ya son suficientes…

R. A mí me gustaría que hubiese más recursos, pero las bibliotecas públicas están bien surtidas. Faltarán las novedades...

P. ¿Cómo es su relación con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle?

R. Como con todos los miembros del equipo, estupenda.

P. Muchos protagonistas de diversos ámbitos de la cultura afirman que su relación es pésima y que en privado ni siquiera se molestan en disimularlo.

R. Es una relación perfectamente normal.

P. Todo son mentiras.

R. Nos llevamos estupendamente.

P. ¿Cuántas veces ha hablado hoy con él?

R. Ninguna.

P. ¿Y esta semana?

R. Seis o siete... hasta hemos cenado, con eso se lo digo todo...

P. O sea que esas personas que se dicen cercanas a ustedes mienten…

R. Es bastante común en este mundo vivir de la información de conflictos existentes o irreales. Me preocupan cero.

P. ¿Qué porcentaje de su tiempo dedica a la cultura frente a la educación?

R. Dedico más tiempo al mundo de la educación pero no tengo para nada la sensación de tener abandonado el mundo de la cultura. Sobre todo a partir de las ocho de la tarde soy más ministro de cultura.

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Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.

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