Louis Malle, el final de la inocencia
Coetáneo de la Nouvelle Vague y de creadores como Truffaut, Godard o Chabrol, el cineasta francés transitó por un camino personal reflexionando sobre la adolescencia y la infancia
Hoy en El PaÍs de TCM nos fijamos en el director francés Louis Malle. Fue coetáneo de la Nouvelle Vague y de cineastas como François Truffaut, Jean-Luc Godard o Claude Chabrol, pero estrictamente nunca formó parte de ese movimiento.Transitó por un camino periférico, más personal e independiente, reflexionando a menudo sobre el peso que ejerce el pasado, sobre todo el que vivimos durante la adolescencia y la infancia. En definitiva, la muerte de la inocencia. Comenzó trabajando como ayudante de Robert Bresson y formó parte del equipo de Jacques Cousteau, que solía decir que era el mejor camarógrafo submarino que había tenido. Entre sus títulos más destacados figuran Ascensor para el cadalso, Un soplo en el corazón o La pequeña y Atlantic City, películas que rodó en Hollywood. Un director que cosechó éxitos de público como Adiós muchachos pero sin tener que renunciar a una mirada personal.