_
_
_
_
Tentaciones
_

Nace en Barcelona el atípico festival Primera Persona. Yo Soy Mi Héroe

Escritores, músicos, cineastas y dibujantes participan con conferencias y actuaciones en la primera edición de este festival multidisciplinar

Ben Brooks.
Ben Brooks.

El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona acoge los días 4 y 5 de mayo la primera edición del festival Primera Persona. Yo soy mi héroe. Diversos autores, músicos, escritores, dibujantes y cineastas, explicarán el por qué y el como se han convertido en protagonistas de sus propias novelas, monólogos, tebeos, películas o canciones. Participan figuras como Jonathan Ames, Tobi Vail, Ben Brooks, Antonio Luque, Jota, Juanjo Sáez, Manuel Vázquez, Stewart Home... Tres de ellos Ames, Brooks y Home se han sometido a nuestro Test Primera Persona.

Jonathan Ames 

Jonathan Ames.
Jonathan Ames.

Ex boxeador amateur, crápula profesional de la noche neoyorquina, comediante de stand up, colaborador en el programa de David Letterman, novelista y, sobre todo, vividor. Afirma Jonathan Ames que se “debería denunciar por plagio y difamación”. No es para menos. En libros autobiográficos como My less than secret life se ha dedicado a airear sus cuitas sexuales con todo tipo de seres humanos. Ése fue el germen para la serie que le encargó la reputada cadena HBO (Los Soprano, The Wire): Bored to Death. Jason Schwartzman interpreta a su alter ego, un escritor estancado que se mete a detective en la Gran Manzana con Ted Dunson y Zach Galiafinakis como marcianos escuderos. En breve, Ático de los Libros editará en España su Wake up, sir!, cruce felicísimo entre Wodehouse y Don Quijote. En la presentación de una de sus novelas se dejó arrojar cuchillos por un tal Throwdini y para Primera Persona ha prometido todo tipo de sorpresas e interacciones con el público. Como demuestra en el Test Primera Persona, el tiempo le ha vuelto más sentimental y familiar (su hijo se gradúa justo la semana después del festival), pero todavía está orgulloso de hacer reír a la gente. “Say it loud, I’m a clown and I’m proud”, podría cantar en plan James Brown.

1. ¿En qué momento de tu vida has sido más feliz? Nadando en el océano.

2. ¿Cuál es tu mayor temor? Perder a gente que quiero.

3. ¿Cuál es tu primer recuerdo? Estar en los brazos de mi madre.

4. ¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti mismo? Toda la debilidad de mi carácter.

5. ¿En qué época histórica te gustaría haber vivido? En el futuro.

6. ¿Has estado alguna vez en una pelea? Sí. Unas cuantas escaramuzas infantiles y una bronca de bar chunga a los 20 años. Pero no me gusta la violencia. Boxeé unas cuantas veces porque me gusta el romanticismo asociado a ser boxeador, pero no me gusta ni golpear a la gente ni ser golpeado.

7. ¿Cómo te defines políticamente? Con el corazón roto. Desengañado.

8. ¿Qué les debes a tus padres? Mi amor y atención.

9. ¿A quién invitarías a tu fiesta ideal? A todos mis amigos y familiares que han muerto.

10. Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías? Ser egoísta.

11. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste, y por qué? Eso es demasiado personal.

12. ¿Has estado alguna vez a punto de morir? Seguramente, cada día.

13. ¿Qué consideras tu mayor logro o atributo? Mi primera respuesta es pensar que no hay nada bueno en mí y que no he logrado nada en la vida, pero sé que he hecho a algunas personas felices durante breves momentos, así que eso puede ser algo bueno.

14. ¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral? Nada. No quiero un funeral. No quiero morirme.

15. ¿Cuándo y por qué decidiste empezar a hablar de ti mismo?  Intentaba escribir una novela, y no podía. Así que una noche de 1990, simplemente le expliqué algunas historias de mi vida a unas cuantas personas y ellos se rieron. Así fue como descubrí que cuando hablo sobre mí mismo, la gente lo considera divertido y entretenido, y creo firmemente que es bueno hacer reír a la gente. Soy un payaso. Y el mundo siempre ha necesitado payasos.

Ben Brooks

Ben Brooks.
Ben Brooks.

Dice que sólo podría hacerse una barba de granos, una barba de acné. Porque Ben Brooks, pese a ser la sensación de las nuevas letras inglesas, pese a ser editado por Penguin en EE UU, es un imberbe adolescente de menos de 20 años que parece recién salido de un episodio de la serie Skins. Con cinco novelas a sus espaldas, si sigue a este ritmo podrá empapelar el Soho de Londres, donde vive, con páginas de sus obras. Abanderado del SuperYo en las redes sociales, aquí lo conocimos por Crezco, editado por Blackie Books, un dietario de sus escarceos sexuales y sentimentales encabezado por un verso de una canción de Los Campesinos! En Primera Persona recitará y nos enseñará los escenarios de sus fechorías nocturnas con un reportaje facturado para la ocasión, pero también se dejará tatuar por espontáneos del público mientras lee páginas de su diario. No tiene miedo a la muerte, sino a no morirse, y una vez golpeó a un vegetariano con una loncha de jamón, le debe 600 pavos a sus padres y si pudiera invitaría a su fiesta a Zooey Deschanel y a Murakami, entre otros. Confiesa que a veces le da por llorar cuando tiene resaca. Se confiesa tímido, pero se somete sin problemas al Test Primera Persona.

1. ¿En qué momento de tu vida has sido más feliz? A los ocho años. Bebiendo batidos y frotando excitadamente mi cuerpo contra el de las chicas del patio.

2. ¿Cuál es tu mayor temor? No morirme.

3. ¿Cuál es tu primer recuerdo? Saltar desde un balcón a los cinco años.

4. ¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti mismo? Ansiedad extrema.

5. ¿En qué época histórica te gustaría haber vivido? Mañana.

6. ¿Has estado alguna vez en una pelea? Sí, pero no soy muy bueno en eso. Le di un buen gancho a alguien una vez cuando era más pequeño. Yo tenía 11 años. Él era vegetariano. Le arrojé jamón en su cara y entonces le golpeé. Aunque luego me pateó.

7. ¿Cómo te defines políticamente? Nada me importa lo suficiente como para posicionarme políticamente.

8. ¿Qué les debes a tus padres? 600 libras. Beber por la mañana. Inestabilidad emocional. No ser capaz de dormir.

9. ¿A quién invitarías a tu fiesta ideal? Murakami, Michael Cera, Zooey Deschanel, Paul Rudd.

10. Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías? La gente suele responder "nada" a esta pregunta, me temo. Pero yo cambiaría todas las veces que tuve sexo que duró menos de un minuto. Le diría a la chica: "Tomemos un baño primero". Entonces, mientras estuviéramos en la bañera, me masturbaría y podríamos tener sexo durante más rato.

11. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste y por qué? Lloro un montón, pero sólo en las películas. Normalmente cuando tengo resaca y estoy en la cama y todo parece pequeño y lejano. Lloro una vez cada tres episodios de Parks and Recreation. Lloro una vez cada cinco episodios de Community. A veces lloro en el lavabo porque estoy confundido.

12. ¿Has estado alguna vez a punto de morir? Probablemente intentando morirme como un adolescente enfadado.

13. ¿Qué consideras tu mayor logro o atributo? Hay una pequeña chica rusa en algún lugar del centro de Nueva Zelanda ahora mismo. Sé que esa chica existe.

14. ¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral? Sailing By. Es lo que suelen pinchar para introducir la previsión del tiempo en el mar en Radio 4 cada noche a la una menos cuarto. Es como una señal para que los marineros empiecen a prestar atención.

15. ¿Cuándo y por qué decidiste empezar a hablar de ti mismo? Cuando me di cuenta de que no iba a hablar de mí mismo con mi boca. Entonces, empecé a escribir.

Stewart Home

Stewart Home.
Stewart Home.

El británico Stewart Home calza los prefijos “anti” y “ultra” a casi todo. Antinovelista, antiartista, anticrítico de rock, antihéroe working class, pero también militante de ultraizquierda y connoisseur de la música soul en todas sus vertientes. Incendiario e incómodo, ha despachado artefactos antiliterarios como 69 Things to do with a dead Princess y Red London. La editorial Alpha Decay acaba de editar Memphis Underground, cruce entre la sátira feroz, la autobiografía violenta, el manifiesto estético y político. Odia a The Police y Joy Division, adora a su madre (una modelo del Swinging London) y al director Godfrey Ho y le apasiona quemar cosas, incluido a él mismo. El novelista barcelonés Javier Calvo dice de él que es el “auténtico anticristo de la literatura actual”. Él se conforma con que suene Burn, baby, burn, de Mel Williams, en su funeral. De momento, en el festival Primera Persona recitará sus textos más tremebundos mientras hace el pino, entre otras cosas.

1. ¿En qué momento de tu vida has sido más feliz? Hace unos diez minutos, cuando contesté a estas preguntas porque entonces pude prepararme otra enorme cafetera de espresso y ver otra peli de Godfrey Ho [el Ed Wood del cine de Hong Kong].

2. ¿Cuál es tu mayor temor? Que la lista de pelis de Godfrey Ho que tengo se acabe y que dentro de poco ya habré visto todo lo que él ha hecho. Afortunadamente ni siquiera él puede recordar todas las pelis que ha hecho. Además, hay muchas posibilidades de que se añadan muchos más títulos a los 150 que ya conocemos.

3. ¿Cuál es tu primer recuerdo? Ir a la Isla de Wight en un ferry cuando tenía sólo dos años. Llovía.

4. ¿Cuál es el rasgo que menos te gusta de ti mismo? Mi modestia. Creo que debería ser más egocéntrico.

5. ¿En qué época histórica te gustaría haber vivido? Me gusta la época que he vivido y sólo me gustaría vivir en Londres (o, probablemente, en Nueva York) en cualquier época. No me importaría regresar a los sesenta por la música, a los setenta por el sentimiento de que todo el sistema político iba a colapsarse (pero, en fin, eso mismo se percibe ahora), y en los ochenta para ver las pelis de Godfrey Ho cuando iban apareciendo justo en los años más prolíficos de este director.

6. ¿Has estado alguna vez en una pelea? ¡Por supuesto! No tengo ni idea de en cuántas.

7. ¿Cómo te defines políticamente? Ultraizquierda.

8. ¿Qué les debes a tus padres? Puedo agradecer a mi madre [Julia Callan-Thompson, modelo durante la explosión del Swinging London] mi inteligencia y buenos looks, y grandes historias para contarle a la gente sobre su vida como una mod pionera y sobre la contracultura de los sesenta. También mi gran gusto musical, ya que mi madre escuchaba cool modern jazz todo el rato cuando estaba embarazada de mí. No sé quién es mi padre, así que probablemente no le debo nada, aunque recuerdo que me debe un buen fajo de cheques.

9. ¿A quién invitarías a tu fiesta ideal? Pamela Anderson, Jennifer Lopez y Godfrey Ho, entre otros.

10. Si pudieses cambiar tu pasado, ¿Qué cambiarías? No habría ido a ver a Joy Division, que son una banda pésima y desafortunadamente yo sabía qué estaba haciendo cuando iba a ese bolo. Definitivamente no habría visto tampoco a The Police, pero ellos eran una substitución de último minuto entre los teloneros cuando fui a ver a The Brian James All Stars en 1978 (de hecho, me fui a la barra y les di la espalda cuando tocaban). No puedo ser culpado por ver a The Police porque no sabía que iba a verlos cuando me dirigí al The Electric Ballroom, pero, francamente, preferiría no haberlos visto.

11. ¿Cuando fue la última vez que lloraste, y por qué? En 1971, cuando se me colaron 10 p. por una alcantarilla. Sólo teníamos cambio en Reino Unido para moneda decimal y pensé que era una pieza de 50 peniques, así que esa fue la razón por la que lloré.

12. ¿Has estado alguna vez a punto de morir? Sentado en el Museo Bethnl Green de Childhood en el este de Londres un día de invierno. Estaba dejando mi cuerpo atrás y entrando en ese túnel dorado de luz y pensando qué guay sería estar muerto cuando uno de los trabajadores del museo me sacudió para despertarme y me preguntó si estaba bien. Me sentí muy decepcionado de estar vivo porque la muerte parecía una sensación guay.

13. ¿Qué consideras tu mayor logro o atributo? Mi habilidad para hablar interminablemente y sin apuntes ni notas, ¡incluso cuando estoy pensando en mis cosas!

14. ¿Qué canción o canciones te gustaría que sonaran en tu funeral? Burn, Baby, Burn, de Mel Williams.

15. ¿Cuándo y por qué decidiste empezar a hablar de ti mismo? Tan pronto como aprendí a hablar, así que cuando tenía alrededor de un año. Entonces no tenía una razón para hacerlo, era algo intuitivo. Ahora pienso que si empecé a hacer esto en 1963, ¿por qué demonios debería detenerme ahora?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_