Riccardo Muti presenta su dimisión como director artístico de La Scala de Milán

El maestro Riccardo Muti ha presentado hoy su dimisión como director artístico del teatro de La Scala de Milán a raíz de los conflictos laborales que mantiene desde hace meses con los trabajadores del teatro, desde músicos a tramoyistas, que además critican su estilo. Muti afirma en un comunicado que deja el cargo en protesta por la "hostilidad" de sus colegas.

En un comunicado, los responsables de La Scala han confirmado que Muti, que llevaba 19 años el cargo, ha hecho llegar su dimisión "al presidente del consejo de administración de la Fundación del Teatro Scala, Gabriele Albertini, al resto de la junta y a la Superintendencia".

Por su parte, el director musical ha señalado en otro comunicado que, "ese a los signos de estima expresados por el consejo de administración", la renuncia es "una decisión obligada" a causa de la "hostilidad manifestada de forma evidente por las personas con las que he trabajado durante casi 20 años".

"Hacer música no es sólo un trabajo de grupo"

Según Muti, ello "hace imposible proseguir con una colaboración que tendría que estar basada en la armonía y la confianza". "Hacer música juntos no es sólo un trabajo de grupo, requiere compartir estima, pasión, interés y entendimiento, sentimientos que creía que habían sido la constante en estos 20 años de trabajo en el teatro de La Scala", subraya el texto.

Durante esta temporada La Scala ha tenido que cancelar numerosas representaciones debido a huelgas y protestas del personal del teatro. Los trabajadores de La Scala de Milán exigieron su dimisión el pasado 16 de marzo, en medio de la tensión creada por el cese el pasado febrero del hasta entonces superintendente del teatro, Carlo Fontana. Los cerca de 700 empleados, que desde hace semanas llevan a cabo paros y protestas contra la situación administrativa y artística de La Scala, pidieron también la dimisión del sustituto de Fontana, Mauro Meli, que pasó a ocupar ese cargo el pasado 24 de febrero.

La gota que desbordó el vaso del malestar de los trabajadores fue el despido de Fontana, que mantenía una abierta rivalidad con el director artístico del teatro y estaba en claro desacuerdo con su modo de gestionarlo. En medio de la tensión entre ambos, el consejo de administración de la fundación La Scala decidió licenciar al primero en febrero, antes del vencimiento de su contrato, para satisfacción de Muti y pese a la oposición de los empleados. Tras este cese, los trabajadores decidieron declararse en huelga en todas las funciones de estreno de las óperas de esta temporada y varias más que en principio debía dirigir Muti desde el foso de la orquesta.