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Gregory Peck muere en Los Angeles a los 87 años

El mítico actor ganó un Oscar en 1962 por 'Matar a un ruiseñor'

El actor Gregory Peck, una de las mayors estrellas del cine de todos los tiempos, ha muerto hoy a los 87 años en su casa de Los Angeles, según ha anunciado su agente. Protagonista de míticos filmes como Los cañones de Navarone Duelo al sol o Matar a un ruiseñor, el actor ha muerto en compañía de su mujer, Veronique.

Pese a que fue nominado cinco veces al Oscar, sólo obtuvo uno al mejor actor en 1962 por su su papel del abogado Atticus Finch en Matar a un ruiseñor.

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Su filmografía incluye títulos míticos de la historia del cine, como Vacaciones en Roma (1953), que protagonizó junto a Audrey Hepburn y por la que la actriz consiguió el Oscar; Los cañones de Navarone, en la que interpretaba a un oficial aliado en la Segunda Guerra Mundial; Moby Dick en la que encarnó de forma memorable al capitán Acab o Pacto de caballeros, en el que hacía el papel de reportero comprometido con el antisemitismo.

Exponente de la Edad de Oro de Hollywood

Eldred Gregory Peck nación en La Jolla (California) en 1916. Uno de los máximos representantes de la Edad de Oro de Hollywood, su carrera como actor tuvo su apogeo en los años 40, cuando una lesión de espalda le impidió alistarse en el Ejército para luchar en la Segunda Guerra Mundial. Su porte serio le valió numerosos papeles de personajes de gran altura moral y grandes principios y valores, como el abogado de Matar a un ruiseñor. También en la vida real fue un hombre comprometido, al menos con la industria del cine. Peck estuvo involucrado en la mayor parte de movimientos y asociaciones de defensa del séptimo arte.

Peck creció en la ciudad costera donde nació, aunque se trasladó a San Diego, donde vivía su padre, para cursar el bachillerato. Luego cursó estudios de medicina en la Universidad de San Diego y en la de Berkeley, aunque más por presiones familiares -su padre era farmacéutico- que por vocación. Así, pronto se enroló en proyectos artísticos y literarios, cayendo inmediatamente en el teatro.

Finalizados sus estudios, se trasladó a Nueva York en 1939, donde comenzó a dar clases y a interpretar papeles en compañías pequeñas hasta que dio el salto a Broadway en 1942, de la mano del director Guthrie McClintic. En poco tiempo, Hollywood, cuyas mayores estrellas se encontraban enroladas en la Guerra Mundial, recurrió al espigado actor que ya cosechaba buenas críticas en Broadway.

Su carrera en la meca del cine no tardó en cuajar. En 1945 ya había rodado con Hitchcock Recuerda, al año siguiente protagonizó Duelo al sol, de King Vidor, y en el 47 trabajó con Elia Kazan en Pacto de caballeros. Pese a que en esos años se convirtió en uno de los actores más aclamados de Hollywood, trabajando con los mejores directores y actrices -Audrey Hepburn, Jean Simmons o Lauren Bacall-, la culminación no le llegó hasta 1962, con su papel de un abogado que defiende a un negro acusado de violar a una joven blanca en una ciudad sureña en Matar a un ruiseñor, película que le valió su único Oscar y que se convirtió en un clásico del cine.

Fue su punto culminante y, a partir de entonces, sólo un par de sus trabajos alcanzaron verdadera resonancia: La profecía (1976) y Los chicos del Brasil (1978).

Gregory Peck, en un fotograma de 'Matar a un ruiseñor'.
Gregory Peck, en un fotograma de 'Matar a un ruiseñor'.AP
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