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El videoclub ‘online’ no despega

YouZee tiene 71.000 registros y solo un 3% en Wuaki TV paga por alquilar

El alquiler de películas por Internet no despega.
El alquiler de películas por Internet no despega. CRISTOBAL MANUEL

Algunos llevan apenas unos meses funcionando y otros un par de años, pero la situación entre los principales videoclubes online en España es similar: catálogos raquíticos en novedades y precios altos. Ideales para ver reliquias de 2011 hacia atrás, pero si se busca estrenos toca lo de siempre: pagar ocho euros en el cine, esperar tres o cuatro meses para alquilarla online por la mitad o...

YouZee, una de las últimas iniciativas en aterrizar en España y la que más expectación ha despertado en Internet, ha logrado solo 71.000 registros en seis meses, pero no desvela el número de suscriptores de pago. Otros sí ofrecen datos y no son para tirar cohetes.

De los 250.000 registros en Wuaki (adquirido la pasada semana por el grupo japonés Rakuten), un 3% paga por alquilar. En CineClick, operativo desde agosto de 2010, apenas un 1% de sus 120.000 alquila cada mes. Filmin, especializado en cine independiente, y la sueca Voddler prefieren mirar a otro lado cuando se les pregunta por suscriptores.

“Estamos en una industria incipiente, el negocio físico irá pasando al online poco a poco, no se puede hacer de hoy para mañana”, explica José Pacheco, de YouZee. Con 50 empleados y participada al 75% por Yelmo Cines, YouZee cuenta con 400 películas y series (entre dos y cinco euros) y más de 3.000 en suscripción por 6,99 euros al mes.

Los internautas se quejan, sobre todo, de la escasez de películas

“Yo pago los 6,99 euros de YouZee cada mes y hay pocas novedades, podría haber muchas más. Además, los estrenos van aparte de la tarifa mensual, me parece injusto”, dice Ismael Calleja, informático de 31 años que ha probado también Wuaki y Voddler, “¿pagar cinco euros por una novedad que se estrenó hace tres meses? Para eso ahorro dos euros más y la veo en el cine”.

“El alquiler online de películas es carísimo, cierto, pero es algo que difícilmente podemos manejar, los propietarios de los derechos te obligan a desembolsos muy altos, los márgenes son mínimos y los usuarios pueden descargar gratis de otros sitios. Llevamos al menos un año de retraso respecto a Reino Unido o EE<TH>UU”, explica Germán Renau, director general de CineClick. “Al menos sin 500.000 usuarios registrados no es posible ser rentable”, añade.

Filmin es otro ejemplo de las difíciles perspectivas del sector. Lanzado en 2007 y con solo ocho empleados, no será rentable hasta 2014, según su portavoz, José Antonio de Luna. No desvela ni el número de registros ni cuántos pagan, pero sí apunta a por qué, en su opinión, el sector no despega: “Es muy simple, si el usuario encuentra en un clic todo el catálogo gratis, por mucho que hagamos se lo descargará. Te lo puedes creer o no, pero de 900 alquileres que tuvimos de Pa Negre, contabilizamos 900.000 descargas ilegales en la Red”.

“Lo que tienen que hacer es dar a la gente lo que quiera ver, como lo quiera ver y cuando lo quiera ver. Yo pagaría por ver una película online el día del estreno o poco después”, dice Adrián García, internauta de 29 años que utiliza en ocasiones Filmin y YouZee. Ismael Callejas coincide: “Prefiero pagar un precio razonable por un estreno que buscar en la Red cómo bajármelo gratis, con buena calidad y sin virus”.

Jacinto Roca, fundador de Wuaki TV, prefiere no apuntar a las descargas sino a la situación a un sector en transición. “No es cuestión de culpar a las productoras o a los exhibidores, explotan un modelo de negocio construido en torno al cine y no va a cambiar en un año, cambiará en tres o cuatro años. La prueba de que Internet es el camino es Netflix, poseen un gran catálogo, solo por suscripción y con muy pocas novedades y funciona”.

Netflix, con más de 13.000 títulos disponibles en streaming en EE>UU, sigue sin llegar a España. Fuentes del sector aseguran que el motivo del retraso en realidad no está relacionado ni con la piratería, ni con la Ley Sinde-Wert, como se venía especulando. La explicación apunta más bien a su desastroso 2011 en el que perdieron un millón de clientes tras subir precios y a la fallida expansión en Latinoamérica. Eso, unido a la crisis en España, ha convencido a Netflix a aplazar su desembarco.

Quien sí se ha atrevido es Google, que acaba de lanzar 200 películas en alquiler en su tienda Play, apostando por estrenos en lugar de viejas glorias. La ventaja es que permite ver el contenido en móviles y tabletas Android sin conexión a Internet a través de la aplicación Google Play Movies, algo que la mayoría de servicios españoles aún no permiten. Lo malo, el precio, cinco euros por un estreno en alta definición. Buceando un poco se encuentran en otros videoclubes películas en HD como The artist por un euro más barato, pero imposible bajar de ahí. Desatascar la situación, según Renau, depende de un bando: “De las productoras, distribuidoras y exhibidores. Ellos controlan el negocio, de ellos depende el futuro del cine online”.

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