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Detenida la madre que abandonó a sus tres hijos en su casa en Oviedo

La mujer, de 42 años, ha sido localizada en un parque de la ciudad

Foto: atlas | Vídeo: Atlas

La madre de los tres niños de corta edad, abandonados en su domicilio del barrio ovetense de Pumarín y a los que la policía rescató en la madrugada del pasado viernes desnutridos y ateridos, fue detenida ayer por los agentes policiales en uno de los parques de la capital asturiana.

La mujer, M. J. F. G, de 42 años y con formación universitaria, a la que los vecinos atribuyen consumo de drogas y alcohol, así como el ejercicio ocasional de la prostitución como medio de vida, fue conducida a comisaría y permanecía ayer en los calabozos a la espera de que se redactase el atestado policial en presencia de su abogado y de pasar a disposición judicial. La detenida, que tiene otros dos hijos que viven con varios parientes, se negó a prestar declaración.

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Los menores abandonados, que recibieron asistencia médica en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) durante varios días, están ahora al cuidado de los servicios sociales de la comunidad autónoma en una casa de acogida y el Principado de Asturias ha asumido su tutela.

En los primeros días la policía barajó la posibilidad de que la mujer hubiese podido sufrir un percance o una tragedia que le hubiese impedido regresar a su domicilio; también se consideró la posibilidad de que hubiese sido retenida, dadas las actividades marginales a las que la vinculan algunos testimonios en el vecindario. Sin embargo, algunas de las pesquisas indicaron a los agentes que la mujer trataba de evitar su localización, dormía cada noche en un sitio distinto, cambió el número de su teléfono móvil y evitaba frecuentar las mismas zonas de la ciudad.

La identificación y detención se produjo el jueves a las 13 horas en el parque de El Campillín, en las inmediaciones de la zona antigua de Oviedo. La policía tuvo conocimiento de dónde había pasado la Nochebuena y, a partir de ahí, se montó desde primera hora de la mañana un operativo en el casco histórico de la ciudad para su detención. La mujer detectó la presencia policial e intentó eludir el cerco, escondiéndose en portales de tres calles, hasta que agentes de paisano le dieron el alto en el parque, donde intentó darse de nuevo a la fuga.

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La mujer, cuya última pareja falleció hace unos meses, nunca hasta ahora había abandonado a sus hijos y solo se permitía algunas cortas ausencias del hogar, que en el barrio de Pumarín, en el que vivía, relacionaron con posibles servicios domiciliarios para obtener dinero, y cuando acudía a algún supermercado a comprar alimentos para sus hijos.

Los tres niños fueron rescatados por la policía en la madrugada del viernes, una vez que varios vecinos alertaron esa noche de los prolongados llantos dentro de la casa y que nadie en la vivienda respondía a sus llamadas. Los agentes tuvieron que acceder a casa por una terraza exterior desde un piso colindante y forzar la entrada.

En el hogar encontraron suciedad y deterioro, y en un salón hallaron a los tres menores solos. La recién nacida estaba desnuda y aterida de frío sobre una cama, y muy débil; su hermano estaba golpeándose contra una pared y la niña de casi tres años permanecía sentada en un sofá, absorta y con la mirada perdida.

Los pequeños, que presentaban síntomas de desnutrición y deshidratación, fueron atendidos por personal médico desplazado al lugar y trasladados en varias ambulancias al hospital. A la madre no se la había visto en el vecindario desde la mañana del jueves anterior, por lo que se cree que los niños llevaban horas sin compañía y sin alimentos.

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